Capítulo 16

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Amelia se había ido y sintió un vacío inmenso muy dentro de ella. Una sensación de tristeza embargaba su habitación y cientos de pensamientos merodeaban por su mente recordándole, una y otra vez. que no volvería a ver a Amelia y que eso era una realidad, no un mal sueño o un quizás. Se habían despedido siendo conscientes de que no habría un "hola" de nuevo.

Terminó de hacer la maleta más segura que antes, el encuentro con Amelia le había servido para disipar muchas de sus dudas, su amiga no estaba dispuesta a irse con ella y eso era motivo más que suficiente para continuar con su plan además su tía seguía en paradero desconocido. Aquel viaje a Madrid era una necesidad no solo por ella si no también por su madre, la había visto llamar cada día al hospital donde trabajaba su hermana , a las amigas de Clara y nadie sabía nada. Desde hacía meses Clara había desaparecido de la faz de la tierra de una forma abrupta e inesperada, y alguien debía ir allí y obtener información. Antes de meterse en la cama, agarró una hoja y escribió una carta que minutos antes de irse a la estación de autobús dejaría en la mesilla de su madre, en ella le prometía llamarla cada semana y le aseguraba que encontraría a Clara.

****

Apenas estaba llegando a casa cuando le descubrió apoyado en una de las farolas de su calle.

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó desganada, el encuentro con Luisita le había dejado echa polvo y lo que menos necesitaba era lidiar con Carlos y su falso noviazgo. Los últimos días Carlos había comenzado a coger ciertas concesiones que no le hacían mucha gracia a la morena pero ella, como siempre, se callaba por educación.

- Llevo una hora esperándote.

- No habiamos quedado. - Continuó caminando una vez que pasó por su lado, no quería alargarse más de lo establecida, estaba agotada y lo único que deseaba era ir a su cuarto y llorar todo lo que no había llorado frente a Luisita. Se había estado conteniendo todo el tiempo que estuvo en su casa, no le parecía justo romperse con ella, la conocía demasiado bien y sabía que el irse a Madrid era una decisión que ya estaba tomada pero no quería que se fuera con mal cuerpo, pensando que la dejaba sola y rota. No se merecía eso, Luisita debía marcharse con la conciencia limpia y con el corazón tranquilo.

- Yo no tengo que quedar con mi novia. - Respondió con una actitud altanera.

Ese era el tipo de concesiones que Carlos fue adquiriendo con el tiempo, como si su falso noviazgo le diera un poder que realmente no tenía. En ocasiones, Amelia sentía que estaba en un experimento social, porque a pesar de que todo era ficción, Carlos se comportaba como si realmente fuera su prometido.

- No te confundas Carlos, tú y yo no somos novios. - "Y a este paso ni amigos" pensó para ella.

- Eso no es lo que piensa tu padre... - Lo dejó caer de forma sutil, recordándole que aquella mentira hacía que ella pudiera estar en la calle a esas horas sin miedo a recibir represalias.

- No creo que sea el momento. - Comentó llenándose de paciencia y calmando la rabia.

- Bueno, eso lo tendré que decidir yo ¿no crees?

Se giró en un rápido movimiento hasta que sus ojos chocaron con los de Carlos.

- ¿perdona? - Respondió incrédula. Era la primera vez que Carlos se mostraba tan autoritario.

- ¿Dónde has estado?

- No te importa.

- Me importa demasiado. - Dios varios pasos acortando la distancia entre ambos. - He ido a tu casa y no estabas, he tenido que inventarme una excusa para justificar el porqué había ido a buscarte.

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