Parte 12

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Al día siguiente, al entrar en el aula, la profesora Chabashira miró sorprendida a su alrededor. Todos esperaban en suspenso los resultados de los exámenes parciales.

—Profesora. Escuché que los resultados serán publicados hoy, pero, ¿cuándo exactamente?

—No hay necesidad de que estés tan emocionado por eso, Hirata. Probablemente pasaste.

—¿Cuándo se darán a conocer?

—Bueno, ahora es un buen momento. No hay mucho tiempo para ciertos procedimientos si lo hacemos después de clases.

Pegó un papel con los nombres y puntuaciones de todos en el pizarrón.

—Honestamente, buen trabajo. No pensé que esta clase lo haría bien. En matemáticas, japonés y estudios sociales, hubo más de 11 calificaciones perfectas.

Cuando escuche esto último sentí una sensación ominosa.

No había una línea roja en el papel. Al verlo, todos parecieron aliviados.

—Lo vio, ¿verdad, profesora? ¡Cuando nos lo proponemos, podemos hacerlo!

— Sí, lo reconozco. Lo hicieron bien. Sin embargo...

Dibujó una línea roja justo encima del nombre de Yamauchi.

Cuando vi esto me sentí increíblemente confundido, ¿qué había pasado? No podía entender lo que estaba pasando, había intervenido para evitar que Sudou reprobara, ya que lo consideraba innecesario, pero en su lugar había reprobado Yamauchi, ¿qué era esta tontería?

Me negué a crear en esas cosas del destino, mientras los demás discutían con la profesora, dirigí mi mirada a los puntajes, el promedio del examen de matemáticas era 42 y Yamauchi había obtenido 40, la razón por la que había reprobado era obvia, pero eso no era lo que molestaba.

Mire la calificación de inglés, promedio 39, justo lo suficiente para que Sudou pasara, mi calificación estuvo dentro del promedio, así que no era culpa mía, eso quiere decir...

Mis ojos se dirigieron a los otros estudiantes, eran ellos, a pesar que se les dijo claramente que redujeran sus promedios, estas personas no habían hecho caso. Me sentí realmente enojado, estos idiotas, eran incapaces de hacer algo tan pequeño.

Incluso sentí un fuerte impulso de gritar, pero logre controlarme de alguna manera, luego de calmarme, medite para encontrar las causas del fracaso, luego de unos segundos, llegue a una conclusión obvia. Me sentí realmente estúpido por no darme cuenta, si solo hubiera pensado un poco, lo habría notado.

—Fue mi culpa.

Me susurre a mí mismo, que tonto soy, mi valor en la clase es demasiado bajo, a pesar de estar haciendo diferentes actividades para aumentar mis puntos, descuide el área de influencia.

Las personas no iban a tomar las palabras de un don nadie como yo enserio, solo pude apretar mis puños debajo de la mesa para controlar mi creciente irritación, había hecho un plan a medias, mientras esperaba que todo saliera bien, fue extremadamente descuidado de mi parte.

Mientras lidiaba con mis sentimientos, escuche a Horikita hablar.

—¿A dónde vas, Ayanokouji?

—Al baño.

Su breve intercambio me hizo reaccionar, es verdad, no hay tiempo para estarse lamentando, tengo que resolver el problema.

Una vez Ayanokouji se marchó, Horikita lo siguió y luego fui detrás de ella.

—¿A dónde vas?

—Al mismo lugar que tú.

Horikita parecía querer decir algo más, pero antes que ella pudiera, decidí hablar primero.

—Yo también quiero ayudar.

Esa respuesta pareció convencerla o simplemente pensó que no tenía tiempo para discutir y los dos seguimos caminando.

—Profesora, lo dijo el primer día. No hay nada que no se pueda comprar con puntos en esta escuela. El examen parcial es una de esas cosas en esta escuela.

—Ya veo, ya veo. Ciertamente, podrías pensar de esa manera. ¿Incluso tienes dinero para pagarme?

—Bueno, ¿cuánto cuestan dos puntos?

—De hecho, una pregunta muy difícil. Nadie ha pedido comprar puntos antes. Veamos... te daré un punto por 100,000 puntos.

—Profesora, es usted cruel.

Una extraña conversación nos recibió al llegar.

—También pagaremos.

Horikita me incluyo sin preguntarme en el problema, pero no dije nada, ya que venía con esa idea. Los dos nos miraron extrañados, pero la profesora fue la primera en hablar.

—No escucharon bien, un punto se vende por 100,000 y ustedes necesitan 2, no tienen puntos suficientes para comprarlos.

Vi a Horikita fruncir el ceño.

—Pediremos puntos a los demás de la clase, estoy segura que cooperaran.

Eso de verdad fue una sorpresa, que la Horikita de este momento estaba dispuesta a pedir la ayuda de todos, pero no podía dejar que esto pasara, era mi error y yo tenía que resolverlo.

—No es necesario, si los dos pagan 50,000 yo puedo pagar los otros 100,000.

Extendí mí teléfono y mostré los puntos, eran más de 100,000. Eran los ahorros que había estado juntando. Fue una suerte que no hubiera decidido en que gastarlos.

Tal y como se esperaba, estaban claramente sorprendidos.

—Tú, ¿cómo...?

—No tengo por qué responder esa pregunta.

Sin importar como Horikita me mirara, no planeaba decir nada más, ya era bastante malo tener que estar aquí.

—Parece que aquí hay otra persona interesante.

Sentí un escalofrió mientras la profesora me observaba, mierda, ahora estoy bajo el radar de esta mujer. Pero aún más preocupante, la mirada sin emociones de Ayanokouji era el verdadero peligro.

Una vez hecha la transacción, caminamos de regreso al aula. Recordaba que había una interacción entre estos dos, pero mi presencia no permitió que ocurriera.

—Parece que tienes un secreto.

Solo Horikita se molestaría en indagar en los demás de forma tan despreocupada.

—Todos tienen secretos.

—No esquives la pregunta, ¿de dónde sacaste esa cantidad de puntos?

—Te lo dije antes, no tengo porque responder.

Ella me lanzo su mirada afilada, pero yo no era Ayanokouji, no cedería por eso.

—Además, Ayanokouji también está aquí, porque solo me molestas a mí.

Sí, decidí empujar a Ayanokouji delante del carro, el tipo había estado mirando de aquí a allá de forma despreocupada y me estaba poniendo nervioso.

Horikita volvió su mirada, pareció encontrar una presa más blanda.

—Ayanokouji.

—¿Hmm? ¡Ay!

Ella golpeó a Ayanokouji en su costado.

—¡Hey! ¿¡Por qué diablos fue por eso!?

—Me dieron ganas.

De esa forma logre cambiar la atención con éxito, logrando volver al aula sin recibir mucho daño.

Probablemente podía confiar en que ninguno de los dos diría nada, aunque había sido un gran fiasco, no pude evitar sentirme liberado. Era la primera vez que me salía verdaderamente del guion, y sin duda, esto solo iba a ir en aumento.

Youkoso + 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora