Parte 5 : 3

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 —¿En qué estás pensando?

En algún momento Matsushita y Satou se me habían acercado.

—Nada especial, tendré que esforzarme un poco durante este festival.

—Hablando de eso, has estado yendo a correr por las mañanas.

Si, era necesario practicar un poco para eso.

—Está bien, debería conseguir buenos resultados.

De repente me paralice.

—Bastante firme.

Matsushita había empezado a manosear mi abdomen por alguna razón que desconocía.

—¿De verdad?

Y Satou decidió unírsele también.

Me quedé quieto sin poder hacer nada, si yo intentara hacer lo mismo, me denunciarían por acoso sexual, pero ellas podían hacerlo sin que les pasara nada, que injusta era la vida.

—Ya tuvieron suficiente...

—Eres sorprendentemente fuerte.

—Podrías quitarte...

—No...

Las dos actuaban como si no fuera la gran cosa.

—Bien, yo también participare enserió.

—Daré lo mejor de mí.

Una vez se aburrieron de manosearme, las dos decidieron competir también.

Si no recuerdo mal, Matsushita tiene ciertas capacidades, pero Satou es bastante mediocre, como sea, no bajaré sus ánimos.

—Como quieran.

Una vez que las cosas terminaron, nos dispersamos.

Mientras esperaba en uno de los pasillos. De forma esperada e inesperada, Horikita me encontró, a pesar de su forma de ser, no para de buscar ayuda cada vez que tropieza un poco.

Venir a mí, luego de no conseguir lo que quería de Ayanokouji, daba una extraña sensación de infidelidad.

—¿De qué quieres hablar?

—Por supuesto del festival deportivo.

Aunque vino a pedir mi consejo, aún tenía esa mirada altiva, hablaba como si responderle, fuera una obligación mía.

—Me niego.

—¿Hay alguna razón? Olvídalo, fue una tontería preguntarte.

Ella respondió de esa forma y se dio media vuelta, aunque no me gustaba su actitud, no podía dejarla ir tan fácil.

—Luego de preguntarle a Ayanokouji y a mí, no deberías tener a nadie más ¿no?

Al escuchar mi respuesta, volteo con una mirada hostil.

—Estoy dispuesto a ayudarte, pero me gustaría que respondieras una de mis dudas.

—Ni siquiera te he preguntado lo que quiero, como sabes que puedes ayudarme.

Ella había vuelto a su posición original, me miraba de esa forma altiva y con sus brazos cruzados.

—Para ser una persona que dice que puede hacer todo sola, preguntar directamente como resolver el examen, es bastante curioso. Pero es mucho mejor que antes, al menos sabes que no puedes hacerlo todo por ti misma.

Observe como apretaba sus puños.

—Esta no es la isla Horikita, no puedes golpear a tus compañeros solo porque estas molesta.

Luego de que dije eso, sus mejillas se enrojecieron, ciertamente como hombre, que una chica me golpeara era vergonzoso. Pero para Horikita, haber perdido el control y atacar a un compañero, era mucho más vergonzoso.

—Fue tu culpa en ese momento. Si olvidas lo que paso esa vez, estoy dispuesta a contestar tú pregunta.

No planeaba olvidar eso, pero aun así, decidí ir al tema.

—Está bien, trata esto como yo satisfaciendo mi curiosidad.

Horikita tenía una cara renuente, pero asintió de todas formas.

—¿Tu hermano te odia?

Esto no se trataba de algo como atrapara a la heroína, a diferencia de Kuruizawa, que no me importaba, Horikita era una persona mucho más relevante para la historia, no podía dejar que Ayanokouji la atrapara. Al menos esperaba que su influencia se dividiera, no era bueno para mí, que ese tipo tuviera el control total.

Ella me miraba disgustada, pero era mejor que la vez anterior.

—¿No entiendo, porque te interesa eso?

—Te lo dije, solo satisfago mi curiosidad.

—Como si...

—¿Me dirás o no?

Ella apretó los dientes y respondió.

—Sí, él me odia...

—Veo. Pareces estar muy segura de esto. ¿Él te ha dicho eso?

—No específicamente, pero...

—No soy un psicólogo ni nada, pero a mi parecer, parece que se preocupa mucho por ti.

Ella me miró directamente a los ojos, como si tratara de confirmar la verdad de mis palabras.

—Eso no es verdad...

—Ya deberías haber escuchado esto Horikita, pero lo puesto al amor no es el odio, sino la indiferencia.

—No entiendo a dónde quieres llegar.

Parecía que se estaba impacientando, es normal, quien estaría feliz con alguien hurgando en tus asuntos.

—Cuando una persona odia otra, se muestra muy claramente. Si quiere evitarte, esa persona nunca aparecerá frente a ti, no hablara contigo, no te daría consejos, no se acercaría a tus compañeros.

—Él no...

—Escuche que apareció durante el evento de Sudou. ¿Además de por ti? Para que otra cosa habría venido, el presidente del consejo estudiantil no tiene tanto tiempo libre.

Ella no respondió, simplemente vi como sus manos apretaban su ropa.

—Eso no es...

—No, no lo es. Pero si te acercaras más, podrías obtener la respuesta.

Sacudió la cabeza.

—Me dijiste que me ayudarías con el examen.

Levante las manos en señal de rendición. Esto era suficiente por ahora.

—Bien, un trato es un trato

—Intenta hacer el examen, como si las otras clases supieran nuestra información.

—¿Eh? ¿A qué te refieres con eso?

—Literalmente eso, ya que no puedes pensar en un plan propio, usa los planes de los demás.

—Eso no se siente como una respuesta adecuada...

—¿Estas bromeando? Si tuviera la habilidad para resolver el examen, estaría en la clase A y no en la D. No sé qué más esperabas.

Ella me miró como si le debiera dinero.

—Que pérdida de tiempo...

Horikita empezó a marcharse. Antes de que se alejara, pronuncie una última cosa.

—Lo olvidaba, probablemente necesite tu cooperación con algo más adelante, solo ayúdame en ese momento.

Ella continúo su camino sin voltear a verme. Sabía que había escuchado, no estaba seguro de esto, pero por si acaso, no había nada de malo.

Youkoso + 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora