Parte 3 : 11

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—Espera un segundo. ¿Puedo decirles mi objeción contra todas ustedes? ¿Especialmente para ti, Karuizawa?

Era el momento de la aparición de Horikita.

—¿Qué pasa Horikita? ¿Tienes alguna objeción contra nuestro plan?

—No me importa dividir el espacio entre hombres y mujeres. Mientras no se haya encontrado al culpable, es prudente mantenernos lejos de los chicos, ya que hay una gran posibilidad de que el culpable sea uno de ellos. Sin embargo, no confío en Hirata, quiero decir que no puedo descartar la posibilidad de que él sea el ladrón y no estoy convencida de por qué debe ser excluido de las reglas y dejarlo entrar al área de las chicas.

—Hirata nunca haría algo así. ¿No puedes entender eso al menos?

—Esa es tu creencia personal. No me obligues a creer lo mismo.

Después de eso, inicio el abuso verbal. En la novela, Kuruizawa gano mucha popularidad, pero parece que la gente olvido que su comportamiento era bastante horrible antes que Ayanokouji la domesticara.

—Hirata definitivamente no es el criminal. Ni siquiera tienes amigos, y mucho menos novio, por lo que es posible que no entiendas.

—No me hagas decir lo mismo una y otra vez. No puedes convencerme acerca de él.

Horikita no retrocedió cuando la provocaron.

—Bueno, entonces déjame preguntarte algo. Supongo que no hay otros chicos en los que se pueda confiar excepto Hirata. ¿O los hay?

—No hablaré sin pensar. En pocas palabras, puedes aumentar el número. Si haces eso, entonces tendremos dos hombres. Es muy efectivo cuando los muchachos quieren cuidarse mutuamente.

—¡Esto no es una broma! ¿Te robé tu ropa interior? ¡No! ¿Has sido humillada por un chico? ¿Lo entiendes? ¿Sabes lo que sucederá si atrapas al culpable?

Por alguna razón, sentía que yo sería el elegido para ayuda a Hirata y no Ayanokouji. Así que decidí intervenir para acelerar las cosas.

—Podemos terminar con esto, déjenme ser yo quien ayude a Hirata.

Luego de hablar, una sensación ominosa recorrió mi cuerpo.

De repente me convertí en el centro de atención, Kuruizawa me miro como diciendo, "¿quién era esta persona?".

—De ningún modo, no se puede confiar en una persona tan callada y taciturna.

Y las otras chicas tampoco me miraron bien, claramente sospecharon de mí.

—Creo que Suzuki podría ser el culpable. En la mañana estaba actuando un poco raro, ¿no?

¿Pero qué demonios?

—Podría ser posible... Ciertamente, él estuvo frente a la hoguera ayer hasta la noche.

¡Maldita sea! ¡Estas perras!

—Suzuki es realmente el ladrón de ropa interior, ¿verdad? Él no tiene excusas. Antes miró fijamente a Karuizawa como un pervertido.

... Bien, tuve suficiente.

—Shinohara cierra la boca.

Mi fría respuesta, no pareció tener efecto.

—¿Eh? ¿Quién te crees que eres?

—Alto, paren por favor, no discutan más.

Hirata intentó mediar, pero verlo, solo me hizo enojar más.

—¡Mierda Hirata todo esto es culpa tuya! ¡Si no consintieras todas las tonterías que te piden, no se portarían de forma tan desenfrenada!

Todos alrededor se sorprendieron, nadie espera que respondiera de esa forma y el lugar se tornó silencioso por varios segundos.

Pero no había forma que la discusión terminara ahí.

—¡Oye! ¡No le hablas de ese modo a Hirata!

—Suzuki por favor cálmate, hablemos tranquilamente.

Solo resople ante sus tonterías.

—¿Hirata crees que somos estúpidos? ¿Por qué nuestros puntos bajaron tanto? ¿De verdad creen que no nos daríamos cuenta que compraste cosas para las chicas sin avisarnos?

Cuando me escucharon, Shinohara y Hirata se paralizaron, había revelado su secreto.

—¿Huh?

—¿Qué dijo?

—Hirata... ¿no me digas? ¿Tú? ¿De verdad?

Los chicos no pudieron evitar reaccionar, habían estado sufriendo, mientras que las chicas gastaban los puntos, por supuesto que no estarían felices.

—Espera Suzuki, ¿tu como sabes eso?

La que hablo, era Kuruizawa por supuesto, tenía que salvar a su novio y su amiga. Su plan era bastante insidioso, con su comentario, insinuaba que tendría que haber mirado la tienda de las chicas. Quería desviar el tema y echarme la culpa de la ropa interior al mismo tiempo. Si fuera otra persona que no fuera yo, podría haber funcionado.

—Llevo la cuenta de todo lo que compramos desde el principio, los puntos no coinciden en absoluto. Si los puntos no están en la tienda de los chicos, entonces solo pueden estar en un lugar.

—Tu... solo estas adivinando.

—¿Eso es todo lo que tienes que decir? No puedo esperar mucho de un parasito que se cuelga de un hombre para sobrevivir.

Al escucharme, la cara de Kuruizawa se puso pálida y se alejó, Shinohara tuvo que ayudarla para que no se cayera.

—¡Suzuki, para, no digas más!

Hirata se puso en mi camino. Cuando lo agarre del cuello y quería quitarlo de mi camino, para poder continuar golpeando a esta mierda de clase, otras dos personas se involucraron.

—¡Suzuki detente!

—¡Espera Suzuki, que te pasa, tú no eres así!

Era Satou y Matsushita, al mirar sus caras se veían asustadas, parecía que se pondrían a llorar en cualquier momento.

En ese instante, sus expresiones cambiaron una vez. Lo que podía ver en sus ojos era...

¿Pánico? ¿Preocupación?

No estaba muy seguro. Pero no solo ellas cambiaron la manera en que me veían, la de todos alrededor también cambio.

—¡Suzuki tu nariz!

—Qué pasa con...

Al tocar mi nariz, pude sentir una calidez pasar por mis dedos. Mi nariz estaba sangrando.

Una vez más, mire a mí alrededor.

¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estoy haciendo?

Al darme cuenta de todo lo que había hecho, me inundo un pánico sin fin. Rápidamente me di la vuelta y me marche del lugar.

Youkoso + 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora