Capítulo 56

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Celebrando que hoy cumpleaños Lu. Les voy a subir un capi.

No dejen de votar y comentar, las qm. ✨

*

Bárbara estaba en casa de Franco, era aproximadamente el medio día y se acercaba la hora de la comida. Él estaba en la cocina preparando el almuerzo para ambos, su amigo había salido hace un rato, él ya tenía conocimiento de lo que sucedía entre Santoro y la pelinegra a quien decía odiar, pensaba que todo era un plan de Eduardo para lograr sacarle información y derrotarla, pues así mismo se lo había hecho saber él.

Pero poco se imaginaba de los seguimientos que empezaban a aflorar en el corazón de su amigo. Y a decir verdad, hasta él mismo le había advertido que de aquel juego podía salir quemado.

Ella permanecía en el sofá de la sala, tranquila y a la vez no tanto. Miraba sus manos con intensidad sabiendo que hace unas horas había dejado tuerto a Artemio, que con aquella mano le había perpetuado un daño a aquel hombre, que desde que era una niña le enseñó a no tocarlo, bajo ninguna circunstancia.

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Flashback

- ¡Rebeca! - Llamó Artemio a la adolescente que estaba arreglando unas cosas. La chica estaba misteriosa. - ¡Ven acá!

Ella escuchó sus llamados y pronto acudió a él.

- Dígame, señor.. - Se paró al frente suyo muy juiciosa, sonreía con un entusiasmo que le parecía raro a aquel hombre.

- ¿Qué haces? - Preguntó Artemio curioso. Miró a la puerta de la habitación de ella. - Te veo caminar de aquí para allá en tu cuarto..

- Ahh.. - Ella trató de inventarse algo rápido, en realidad preparaba una sorpresa para él. Su amo, como le había enseñado a llamarle.

El tipo la interrumpió.

- No me digas que estás jugando solita ahí... - Rió algo irónico, y la atrajo hacia él, sentándola en su regazo. - Recuerda que ya no eres una niña, Rebeca.

La chica dejó de sonreír y agachó la mirada. La felicidad que sentía en ese momento se empañó con aquel recuerdo de apenas hace unas semanas. Pero trató de no mostrarse afectada, y con más razón quiso hablarle de la sorpresa, pues tenía que ver mucho con aquello.

- Lo sé... - Dijo tomando aire. - Es que... Tengo una sorpresa para usted...

- Mmm... Una sorpresa. - Decía acariciando el cabello largo y lacio de la chica. - ¿De qué se trata? ¿Vas a hacerme otra figurita de papel?

Rebeca suspiró recordando las figuritas de papel de colores que solía hacer antes cuando tenía tiempo libre, recordó con nostalgia sus primeros años en esa casa. Todo era tan diferente, era mejor para ella, cuando parecía haber encontrado a un papá que la quería, que le daba lo mejor, le demostraba afecto, cuando sólo se preocupaba por estudiar y olvidar lo que había pasado con sus anteriores padres. Pero ahora él había cambiado tanto, ahora ya no era como su hija, y había dejado de hacer figuritas de papel.. Había dejado de jugar e ir al parque de vez en cuando.

Ahora tenía que tomar aquellas pastillas, y debía actuar como una "Señorita" como decía él.

Pero además de todo eso, había algo más, algo para lo que no estaba preparada, ni podría estarlo teniendo apenas 15 años.

- No.. - Susurró. Él acariciaba sus brazos.

- Entonces ya dime Rebeca..

- Yo.. yo no sé como decirle. - La chica miraba hacia sus manos, jugueteaba con sus dedos ansiosa. ¿Cómo podía contarle aquello? No sabía que hacer, como proceder. Era tan pequeña aún. - Es que...

Veneno en la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora