Veneno en la sangre

Capítulo 77

La puerta de la oficina de Valentina se abrió de par en par dejando ver a Gabriela entrar preocupada, corriendo hacia su amiga. La pelirroja había visto como Jose Miguel salió casi que corriendo de la casa.

-- Valentina, ¿Qué pasó? - Preguntó angustiada. -- Jose Miguel salió con una cara de angustia que ni te cuento. ¿Discutieron muy feo?

La castaña asintió torpemente. Estaba vuelta un mar de lágrimas, no sabía cómo manejar tanto dolor.

-- ¿Pero qué te dijo? - Preguntó acercándose.

-- Se molestó mucho.. - Respondió ella y se encogió de hombros. -- Sólo eso.

-- No creo que haya sido sólo eso... Mira cómo estás.. - Gabriela caminó hasta ella y la abrazó de repente, intentando calmarla.

La castaña se quejó en silencio. No quería que su amiga se diera cuenta de nada.

-- Ya verás que van a solucionar sus problemas..

Valentina negó con la cabeza, el daño era muy grande. No sabía si podría olvidarlo, sacarlo de su cabeza, y espantar el terror que le causaba ver esa escena una y otra vez reproducirse en su mente.

Y lo peor es que se sentía llena de culpa.

-- Cálmate por Dios, Valentina. - Gaby caminó con ella hacia afuera, pero veía que a su amiga se le dificultaba a andar. -- Me estás asustando, ¿Y ahora qué tienes?

-- Ya sabes.. a veces estoy bien de las piernas, a veces no tanto. - No sabía cómo había aprendido a fingir tan bien. Sólo esperaba seguir así.

En eso se acercó la tía Isabel.

-- ¿Qué pasa Valentina? ¿Estás bien?

Ella asintió.

-- Sí tía, sólo voy a descansar un poco. - Dijo ella señalando las escaleras. Se estaba aguantando tanto las ganas de seguir llorando.

-- Bueno hija..

-- Ven, te ayudo. - Dijo su amiga abrazándola fuerte para ayudarle a subir. La castaña dió un respingo, no lo pudo evitar.

Tenía un sentimiento de dolor y rabia mezclado. No podía creer que Jose Miguel haya sido tan duro con ella.

-- ¿Qué sucede? - Preguntó Gaby mirándola extrañada.

-- ¿Por qué? - Respondió Valentina tratando de hacerse la desentendida.

-- Nada.. olvídalo. Vamos.

Ambas subieron a la habitación. Gabriela soltó a Valentina y cerró la puerta, esta rápidamente buscó la cama para sentarse, no soportaba estar de pie por el dolor tan terrible en su espalda.

Su mirada se oscurecía de vez en cuando, y pensamientos negativos llegaban a su cabeza.

Pero trataba de no darle paso a aquellos pensamientos intrusivos que le quitaban la calma, quería aprender a perdonar. Quería actuar tranquilamente, dejando a un lado el miedo y la rabia, luego iría a hablar con él.

-- Ahora sí, dime con calma qué fue lo que pasó. - Gabriela se sentó en la cama frente a ella. Secó sus lágrimas. -- Me tienes muy preocupada amiga.

-- Ya.. no te preocupes, tranquila. - Valentina respiró profundamente. -- Trataré de calmarme.

-- Algo me dice que se dijeron cosas hirientes.. Ese silencio tuyo me abruma. - Ella sirvió un vaso de agua para su amiga, y Valentina la siguió con la mirada. Tenía tantas ganas de pedirle algún analgésico pero luego Gabriela le iba a preguntar. Prefería seguir así.