Capítulo 65: Asunto pendiente y mucho vino.

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Asunto pendiente y mucho vino

Algunas semanas después...

Edward

Estaba sumergido en el trabajo, ahora menos que nunca me podía dar el lujo de distanciarme de la empresa, pues habíamos estado trabajando en un nuevo producto, el cual parecía tener mucho futuro, dentro de algunos días tendríamos una conferencia, en la cual presentaríamos de manera oficial el proyecto en el que habíamos estado trabajando exhaustivamente.

Estos días estaban cargados de trabajo, algo que era bueno como malo, pues para mí lo principal era mi familia, veía muy poco tiempo a mis hijos, y a mi esposa, y aquello me afectaba demasiado. Al menos estaba agradecido de que no me había perdido los primeros pasos de mi hija más pequeña, que había sido un momento tan importante.

Salí de mis pensamientos, volviendo toda mi atención a los papales que reposaban en el escritorio, en ellos estaba el diseño del producto y sus funciones. Suspiré enfocándome nuevamente en las palabras que estaban plasmadas pues debía de verificar que todo estuviera bien, o si quería agregar algo más.

Nos encontrábamos todavía en el momento de hacer cambios, pero yo me sentía satisfecho con el resultado y la presentación, así que di vuelta a la página, en busca de más errores o de algún cambio que se me ocurriera en el transcurso.

La puerta de mi oficina se abrió, Alice no se encontraba en la empresa pues se estaba haciendo cargo de todo lo referente a la conferencia, así que las únicas personas que podían entrar de esa forma eran mi hermana, Bella y mi padre. Y no me había equivocado, pues mi padre se sentó frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja.

Él más que nadie se hallaba sumamente feliz y orgulloso del trabajo que estábamos teniendo, no quería decir que yo no lo estaba, pero como lo acababa de decir, extrañaba a mi familia.

— ¿Cómo van las cosas con el nuevo producto?, ¿has hecho algún cambio?— cuestionó observando los papeles que seguían sobre el escritorio, aparté mi mirada de ellos para prestarle atención a mi padre.

—Todo en orden, por el momento no he hecho cambio alguno, estoy satisfecho con el resultado final— confesé restregando una mano en mi rostro, me sentía exhausto y parecía que el trabajo no terminaría pronto.

—Te ves cansado, hijo, ¿has estado durmiendo bien?— indagó después, preocupado, recargué mi espalda en el respaldo de la silla.

—La verdad no, Marie últimamente está más inquieta por las noches, nuestro horario de sueño se ha descontrolado un poco— expliqué sonriendo al recordar lo enérgica que era mi pequeña hija por las noches, parecía que habíamos creado un pequeño vampiro.

Mi padre soltó una carcajada negando con su cabeza.

—Marie está en la etapa en donde los niños tienen más energía de lo normal, aunque todavía falta un poco para que eso cambie— hizo una mueca, y yo era consciente de eso, mi hija apenas había aprendido a caminar... nos faltaba un buen trayecto para que su energía disminuyera.

—Lo sé, pero disfruto tanto verlos llenos de energía— admití recordando a mis hijos corriendo por todos lados y riendo, los echaba tanto de menos.

—Disfrútalos, hijo, el tiempo pasa muy rápido— suspiró mi padre poniéndose de pie, ni que me lo dijera, en estos momentos quería detener el tiempo, menos para mí, así podía adelantar todo el trabajo que tenía pendiente, pues de esa forma podría disfrutar cada día junto a ellos sin preocupación alguna.

— ¿Ya te vas?— pregunté, él asintió acomodando su saco gris, me puse también de pie.

—Sí, tengo una junta con Jessica, al parecer los encargados de la conferencia están desesperados por tenernos ahí— me explicó mientras caminábamos hacia la puerta de mi oficina, torcí la boca, la larga lista que nos esperaba después de esa conferencia.

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