Capítulo 63: Luna de miel.

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Luna de miel

Un par de horas más tarde, ya que la boda había terminado, nos dirigimos hacia la casa de los Cullen, pues ahí habíamos dejado nuestros equipajes. Hoy mismo nos iríamos a la luna de miel, la cual sería en Brasil, en una isla para nosotros dos, aquello había sido un obsequio de bodas por parte de Esme y Carlisle, con el cual me sentía sumamente agradecida.

Estaba deseosa por estar allá, sentir el calor, la arena tibia a causa del fuerte sol, el mar con el agua salada en un punto perfecto, estar con Edward, solamente nosotros dos solos, suspiré pues sería un sueño.

Anthony y Marie se quedarían al cuidado de sus abuelos, pues ellos habían sugerido que Edward y yo necesitábamos un tiempo a solas, al principio me negué puesto que quería que los niños también disfrutaran con nosotros del momento, pero luego acepté, ya que ambos sí necesitábamos un momento a solas y eso no le hacía mal a nadie.

Cuando llegamos, nos dirigimos a la antigua habitación de Edward, en donde reposaban nuestras maletas, nos cambiamos por ropa más cómoda para poder sobrellevar mejor el largo viaje que nos esperaba. Entré al baño deshaciendo el moño, lo cual mi cabeza agradeció. Cepillé mi cabello tratando de aplacarlo un poco pues por culpa de las trenzas tenía algunos mechones ondulados y esponjados.

Aquel acto me llevó unos tres minutos, así que cuando decidí que mi cabello estaba presentable ante mis ojos, salí del baño. En la habitación estaba Edward junto a Alice quien le mostraba algunas prendas que ocupaban espacio entre nuestras maletas, me acerqué a ellos con ojos curiosos pues quería ver que tanto le mostraba a mi ahora esposo.

—Me aseguré que no hiciera falta nada, llevan todo lo necesario— dijo Alice volviendo a acomodar algunas prendas que reposaban sobre la cama, fruncí el ceño.

— ¿También has metido mano en el equipaje?— cuestioné alzando una ceja, mi pregunta causó que Edward riera y Alice rodara los ojos con una sonrisita.

—Por supuesto que sí, no iba a dejar que llevaran cualquier clase de ropa, irán a Brasil lo cual es digno de llevar prendas de alta calidad y costura— se encogió de hombros cerrando la maleta, rodé los ojos pero no dije nada más, sabía perfectamente cómo era Alice.

Un toquido en la puerta hizo que nuestra atención se enfocara en ella, en el marco estaba Emmett con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Necesitan ayuda con el equipaje?— preguntó ingresando a la habitación, mis ojos viajaron a las maletas que yacían sobre la cama, llevábamos tres maletas, una grande y dos medianas, aparte, mi bolso con cosas de higiene personal, nos iríamos por tres semanas a Brasil así que era necesario llevar cambios, y otras cosas.

—Toma estas dos— musitó Edward, Emmett tomó las maletas y salió de la habitación seguido por él, suspiré sentándome en la cama observando cómo Alice acomodaba algunas cosas que estaban fuera de su lugar.

—Gracias por todo, Alice— expresé de corazón, agradecida por haber hecho de nuestro día algo tan maravilloso, la decoración, los detalles, absolutamente todo había quedado precioso, sin ella esto no hubiera sido posible. Se giró a verme con una sonrisa, sus ojos brillaron ante mi comentario y supuse que aquello la había hecho sentirse orgullosa, algo que era realmente bien merecido.

—No tienes nada que agradecer, este día también fue muy importante para nosotros como familia— se sentó a mi lado tomando mi mano sin dejar de sonreír, asentí sonriéndole de vuelta.

Nuestra pequeña conversación fue interrumpida por Edward, se quedó en el marco de la puerta sonriéndome.

— ¿Estás lista?— frunció levemente su ceño, asentí sin más, estaba más que lista, deseando estar ahora mismo en Brasil.

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