Yours

Capítulo 9: Cambios.

Cambios.

Edward.

Isabella se había quedado completamente dormida, esto nunca había pasado, ninguna chica había dormido en mi cama, pues siempre de terminar les pedía que se retiraran, la observé por algunos segundos, su cabello cubría un poco de su rostro, el cual estaba tranquilo, su cuerpo estaba un poco descubierto por la sabana de seda blanca.

Terminé de beber el vodka y dejé la copa sobre la mesa, con suma lentitud y pasos lentos me acerqué a ella, no quería despertarla, se veían tan cómoda, algo extraño en mí, sí hubiera sido otra de las chicas con las que me he acostado la hubiera sacado de mi casa lo más rápido posible, sus piernas estaban descubiertas, tomé la sabana y la cubrí, ella suspiró y se acomodó mejor en la cama.

Entré a mi armario y tomé la ropa más cómoda, salí de la habitación pues tenía algo de hambre, eran las diez de la noche, Sue se encontraba en la cocina y Alfred estaba en el sofá leyendo el periódico.

Me senté en uno de los sofás y encendí la televisión.

"Empresas Cullen está oficialmente colaborando con Volturi's Company, la construcción empezará el próximo mes, lo cual ha provocado que los habitantes de Europa se sientan importantes y escuchadas, les deseamos lo mejor y que su colaboración sea exitosa"

No entendía como los medios se enteraban tan rápido de todo, pero era mejor para nosotros, nos ayudaba a tener más reconocimiento.

Apagué la televisión pues empezaron a hablar de fútbol americano.

—La cena esta servida, señor— escuché a Sue detrás de mí, me levanté y caminé hacia el comedor, la mesa ya estaba puesta y el omelette servido en platos.

— ¿En donde está la señorita Swan?— preguntó Alfred ingresando al comedor, tomé los cubiertos y comencé a comer, él siempre hacia esa clase de preguntas cuando acababa de tener un encuentro con una mujer.

—Está durmiendo— respondí dándole un sorbo al agua, sonrió sentándose frente a mí.

— ¿No querrá comer algo?— preguntó Sue sentándose también, negué rápidamente, no pensaba despertarla.

—No Sue, no te preocupes, está muy dormida, creo que no se despertará en lo que resta de la noche— comenté sin mucha importancia, ella asintió y comenzó a charlar con Alfred, mi teléfono vibró. Lo tomé, era un mensaje de Tanya.

"Te extraño, siento tanto lo que hice pero las ganas me estaban matando, necesitaba verte una vez más, aún recuerdo esa maravillosa noche, éramos tú y yo nada más en medio de la luna, quiero volver a repetirlo, mi cuerpo te necesita".

Bufé molesto, dejando el teléfono a un lado. Ella no entendía que esa noche sólo quería un poco de placer, nada más que eso.

Terminando la cena, me senté de nuevo en el sofá quería revisar mis correos, cientos de e-mails de Alice, enviándome fotos de su viaje con Jasper y mi sobrina, no le bastaba con mandármelas a mis mensajes, sino que también a mi correo.

— ¿Por qué no sube a su habitación?— Alfred se quedó de pie frente a mí, aparté el iPad de mi vista.

—Quiero estar aquí— dije, él soltó una carcajada, rodé los ojos.

— ¿No será que la señorita Swan está dormida en su cama?— cuestionó, dejé el iPad a un lado y me crucé de brazos.

—Bien, y ¿si es así?— pregunté, limpió sus gafas para después volvérselas a poner, odiaba que hiciera eso, parecía mi padre.