Capítulo 28: Todo se volvió oscuro.

560 37 6
                                    

Todo se volvió oscuro.

Dos meses después...

Edward.

Ya estaba mucho mejor, aún tenía un poco de dolor pero era aguantable, seguí trabajando a pesar de todo, mi madre me decía que debía de descansar pues hacía unas semanas que había salido del hospital, pero yo no podía estar así.

El trabajo continuaba, pero Bella ya no estaba por aquí, nadie me daba pistas de donde se encontraba, ni qué había sido de ella, así que saliendo del trabajo me dirigí al penthouse.

No había nadie, ni siquiera estaban sus pertenencias, no entendía absolutamente nada, cuando me giré el encargado del piso caminaba por los pasillos.

—Disculpe, ¿sabe algo de Isabella Swan?— pregunté, el hombre me analizó por unos segundos, después dirigió su mirada a la puerta del penthouse.

—Oh sí, la señorita Swan hace tiempo que se fue de aquí, estaba con una amiga— respondió, ¿a donde podría haberse ido? ¿Era Leah de quien hablaba?.

—Gracias por la información— musité caminando hacia el ascensor.

.

—Ella ya no vive en el penthouse— musité entrando a la casa, Alfred frunció su ceño, era extraño.

— ¿No te dieron alguna información?— preguntó cerrando la puerta detrás de mí, me giré a verlo.

—Sólo que se había ido con una amiga, la cual supongo que es Leah, debo de hablar con John— le pediría que investigara un poco sobre esto, mientras yo trataba de contactarla.

Así fue, John rápidamente salió de la casa en busca de Leah, mientras yo llamaba a Bella, pero como me lo podía imaginar, no contestaba mis llamadas.

Más tarde John me dio la ubicación de la casa de Leah, estaba casi seguro que Bella se había ido con ella, y lo averiguaría. 

Salí, debía de ver si Bella seguía con ella. Conduje por algunas horas hasta la casa de Leah, estacioné el auto cuando llegué.

Comenzaba a lloviznar, me paré frente al porche tocando la puerta varías veces, por un momento creí que no abriría, pero su voz se escuchó del otro lado.

Se quedó estática por unos minutos al verme de pie frente a su puerta.

—Edward... ¿qué haces aquí?— preguntó saliendo al porche y cerrando la puerta tras su espalda.

—Quiero hablar con Bella, ¿está aquí?— fruncí mi ceño, ella negó rápidamente. Parecía nerviosa.

—No, ella no está aquí— musitó negando con su cabeza, torcí un poco mi boca, no me parecía demasiado convincente.

—Leah, en serio necesito hablar con ella, necesito que me digas en donde está— arqueé una ceja, ella abrió la puerta.

—Lo siento, no puedo— estaba apunto de cerrarla pero la detuve.

—Por favor, tengo que hablar con ella— volví a repetir, ella me miró por unos segundos.

.

Bella.

Llegué a casa, había conseguido un trabajo como asistente de una escritora algo reconocida, al ver que yo trabajaba para Edward, decidió contactarme.

De mi bolso saqué las llaves, abriendo la puerta de mi nuevo departamento, estaba apunto de cerrar la puerta cuando sostuvieron mi muñeca con fuerza.

Asustada y confundida me di la vuelta, sentí que mi corazón se saldría de mi pecho, él estaba de pie, mirándome fijamente.

— ¿Qué estás haciendo aquí?— fue lo único que pasó por mi cabeza, él sonrió un poco soltando mi muñeca.

—Quiero hablar contigo— Dijo, negué rápidamente dándome la vuelta.

—No, no quiero hablar— él había dicho eso, me trató mal y me pidió que me fuera, ahora se aparecía, pidiéndome aclarar las cosas.

—Pues yo sí, dijiste que querías aclarar todo— se cruzó de brazos, lo miré con diversión, sí, en su momento, no cuando él quisiera.

—Y tú dijiste que no tenías nada que decir y qué lo mejor era que me fuera— me encogí de hombros.

—Bella, ya hace dos meses de eso... estaba adolorido, cansado y acababa de tener un accidente, no estaba del mejor humor— confesó, negué rodando los ojos.

—Aún así, Edward— estaba molesta— ¿Cómo diablos conseguiste mi dirección?— pregunté después.

—No fue muy difícil— se encogió de hombros, bufé apuntó de cerrar la puerta pero la empujó— Bien, Leah me dio la dirección.

Maldita Leah, le había dicho que no dijera absolutamente nada, pero era todo lo contrario.

Me quedé callada, torciendo mi boca.

—Edward, no quiero hablar— dije, comencé a ver todo borroso, sacudí un poco mi cabeza pero un mareo apareció, me tambaleé un poco.

— ¿Estas bien?— escuché a la lejanía la voz de Edward, asentí tratando de controlarme, pero no, mi respiración se volvió lenta, mis ojos se cerraban.

Sentí como me desvanecía, pero Edward me sostuvo entre sus brazos, continuaba escuchando su voz a lo lejos pero todo se volvió negro, quedando inconsciente y sin saber nada.

Sentí como me desvanecía, pero Edward me sostuvo entre sus brazos, continuaba escuchando su voz a lo lejos pero todo se volvió negro, quedando inconsciente y sin saber nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

~•~

¡Nuevo capítulo!

¿Qué le pasó a Bella? ¿Acaso fue porque vio a Edward de nuevo ahí? ¿Otra cosa?, eso lo averiguaremos en el siguiente capítulo.

Espero que les haya gustado, si fue así, no olviden votar y comentar.

Gracias por el apoyo, sin más que decir, nos leemos hasta la próxima.

Yours Donde viven las historias. Descúbrelo ahora