Yours

Capítulo 49: Vida privada

Vida privada

Semanas después...

Bella.

Hoy volvería después de algún tiempo a la empresa, claramente yo llegaría algo tarde pues tenía que llevar a Anthony al preescolar, mi pequeño estaba tan emocionado.

Esperaba a que él terminara su desayuno, mientras revisaba que todo en su mochila estuviera listo, a pesar de que mi hijo tuviera cuatro años era muy organizado.

— ¿Listo, cariño?— le pregunté al ver cómo tomaba su plato y lo dejaba en el fregadero, asintió corriendo a ponerse su mochila, sonreí con nostalgia. Sentía como si fuera su primer día de preescolar, quería tenerlo siempre conmigo, así de pequeño e inocente.

—Sí mami, estoy emocionado— sus ojitos verdes me miraron con un hermoso brillo, acaricié su cabello cobrizo.

—Lo sé, amor. Así que es hora de irnos, no querrás llegar tarde— tomé las llaves, él rápidamente negó mientras caminábamos a la puerta principal.

—Eso nunca, tengo que llegar muy temprano— dijo con seguridad, sonreí cerrando la puerta con llave, bajamos hasta recepción.

El tráfico estaba espantoso, menos mal que Anthony entraba a las nueve de la mañana, lo miré de reojo, parecía tranquilo, veía por la ventana observando la cuidad, era tan independiente a su corta edad; sentí un pequeño retorcijón en el corazón.

Después de estar algunos minutos atascados en el tráfico, llegamos al preescolar. Niños correteaban por todos lados, algunos parecían asustados y otros tan felices de estar ahí, apagué el motor.

—Llegamos— respondí observándolo, una enrome sonrisa apareció en su rostro luego acomodó mejor su mochila.

— ¡Vamos mami!— se apresuró a decir abriendo la puerta del auto, me bajé siguiéndolo, estaba tan desesperado.

Tomé su pequeña manita, ingresamos al preescolar, varias mamás se despedían de sus pequeños y ellos parecían tan tranquilos de estar aquí.

Llegamos frente al salón de clases de Anthony, él miró hacia adentro viendo a todos lados, en busca de sus amigos.

— ¿Estas listo para entrar?— me puse a su altura tomando sus manitas, se giró a verme con una pequeña sonrisa mientras asentía repetidas veces.

—Síp, allá están mis amigos— dijo con emoción, sonreí besando su mejilla.

—Ten un bonito día cariño, sabes que te amo, ¿verdad?— hice un puchero, se abalanzó a mis brazos.

—Yo te amo más mami— susurró, mi corazón se derritió al escuchar sus palabras, lo abracé de vuelta.

—Ahora, ve con tus amigos— me separé de él, acomodando un poco su cabello, volvió a sonreír entrando a su salón. Se giró a verme mientras agitaba su manita en forma de despedida, a lo cual correspondí de la misma forma, luego corrió hacia sus amigos quienes al verlo sonrieron ampliamente, eso fue suficiente para sentirme tranquila, suspirando salí del preescolar.

.

Entré a la empresa, todas las miradas se enfocaron en mí, con lo que me gustaba a mí ser el centro de atención, saludé a todos quienes me correspondieron, subí por el ascensor hasta el último piso.

Parecía que también era mi primer día de trabajo, traté de calmarme, Edward había dicho que todo estaría bien y confiaría en sus palabras.

Las puertas del ascensor se abrieron, caminé por el pequeño pasillo hasta la puerta de la oficina de Edward, la cual abrí, dentro estaba Alice con él, parecía que estaban hablando acerca de unos contratos.