Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Celos a la vista.

Pov t/n

Avisé a los chicos que iría a dar una vuelta, ellos sin problema asintieron. Fui en dirección al baño con velocidad, preocupada por Lizzie.

- ¿Elizabeth? -pregunté.

- T/n, por fin! Estoy aquí -dijo en uno de los pequeños baños.

- ¿Puedo pasar? -pregunté educada.

- Sí, pasa -abrió la puerta y me empujó al pequeño lugar - ¿Qué pasó? -la miré preocupada.

- Tengo un problema -dijo apenada, se dio vuelta mostrándome su espalda- Mi cremallera, no puedo arreglarla.

- Oh -dije con una pequeña risita- No te preocupes, te ayudaré.

- No te burles de mi desgracia -dijo firme, pero sabía que quería soltar una risa también.

- ¿Qué fue lo que te pasó? -pregunté curiosa.

- Quería levantar algo del suelo, tuve tanta confianza en el vestido y de repente escuché un ruido.

- Claro -volví a reír- Bueno, tienes suerte, puedo arreglarlo en unos minutos.

- ¿Cómo lo harás?

- Bueno, en mis conciertos llegué a pasar por estas situaciones, y estar cerca de personas que solucionan los problemas de mis vestuarios hicieron que aprendiera a hacerlo también -decía mientras seguía trabajando en su cremallera- Falta poco, solo... -necesitaba toda mi concentración en ello, pero mis manos sin querer tocaron la piel de su espalda y observé como Lizzie se estremeció por mi toque- Lo siento -dije un poco agitada.

- No te preocupes, sólo termina de arreglarlo -dijo suavemente.

- Okay, sólo coloco esto aquí, lo subo y Voilà -dije sonriente, terminando mi trabajo. Lizzie se dio vuelta, y como el espacio era tan pequeño, podía sentir su respiración cerca de mi rostro.

- Gracias t/n, me salvaste la noche -me sonrió tiernamente, sin apartar sus ojos de los míos.

- No te preocupes, para eso estaré -le sonreí también, sintiendo un cosquilleo en mi estómago. Era tan difícil no poder besarla, estaba tan cerca pero tan lejos a la vez- Bueno, creo que eso fue todo -aparté mi mirada, ella hizo lo mismo.

- Sí, bueno, tienes razón -dijo mirando la puerta, pero antes de abrirlo se escuchó la puerta principal cerrarse.

- Ay, querida, no creo que te haga caso esa mujer -escuché una voz femenina.

- Sé que lo hará, sólo tengo que acercarme a ella -dijo su acompañante.

Lizzie y yo nos quedamos en total silencio, sin hacer ruido, nos sentimos incómodas al saber que habían personas fuera.

- ¿Cómo sabes que lo hará? -le preguntó la mujer a su amiga.

- Porque soy irresistible, t/n caerá a mis pies, te lo aseguro -terminó diciendo, saliendo del baño con su acompañante.

Quedé procesando lo que había escuchado, mientras que Lizzie me miraba con el ceño fruncido y se veía algo molesta. Ella estaba mordiendo sus dientes muy fuerte, se le notaba. Abrí la puerta del baño yendo al tocador y ella hizo lo mismo.

- ¿Sabes quiénes eran? -me preguntó muy seca.

- No, y no lo quiero saber -arreglé mi cabello.

- Yo sí, ¿cómo puede estar tan segura de que "caeras" a sus pies? -rió.

- Según ella porque es irresistible -dije riendo.

- No me gustó escuchar esa charla -soltó rápidamente.