Te estoy hablando en serio.

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Pov T/n.

Abro los ojos sintiendo un peso en mi abdomen. El brazo de Lizzie me abraza como si no hubiera un mañana y sonrío un poco. He venido a dormir en la habitación de visitas, y ésta mujer logró escabullirse para llegar a mí.

Le había dejado nuestra habitación, le había dicho que por el momento era mejor dormir separadas, pero ella está como una garrapata ahora mismo y no me quejo, pero no puedo dejar pasar tan rápido lo sucedido. Realmente me hizo sentir muy mal.

Me doy vuelta lentamente sin retirar su brazo, la miro tan dormida pero con el maquillaje corrido. Ella ha estado llorando, no me gusta.

- Me da miedo volver a ser una costumbre para ti -murmuro mientras con cuidado acaricio su linda mejilla con mi dedo pulgar. - Me haces todo tan difícil... Eres mi absoluta debilidad. -cierro los ojos y siento como su respiración choca en mi rostro. La cama es tan pequeña, por esa razón estamos muy juntas.

- No te alejes de mí - escucho su voz ronca, abro los ojos de golpe y ella ya está mirándome. - Sé que he cometido muchos errores, pero no puedo estar lejos de ti...

- Eso no lo sentías cuando bebías con tus amigos, ¿por qué ahora?

- Porque fui idiota, ¿de acuerdo? No me estaba dando cuenta de nada, y ahora abrí los ojos -su mano tomó la mía que seguía en su mejilla. - No me alejes, por favor -susurra y sus ojitos vuelven a humedecerse. - He tenido una pesadilla, y cuando duermo contigo eso no sucede.

La miro a los ojos, mi corazón duele y se aprieta con fuerza. - Eres una tonta... pero te amo -digo susurrando, la noto sonreír. No puedo lograr ser fuerte, todo por lo estúpidamente hermosa que es. - No te alejaré, pero quiero que entiendas que... tengo miedo, mucho miedo Lizzie -quiero apartar mi mano de su mejilla, pero ella lo impide.

- Lo siento, de verdad, lo siento mucho, mi amor -toma y besa lentamente la palma de mi mano. Suelto un suspiro, mientras cierro los ojos.

- ¿No tendrías que estar en tu trabajo? -pregunto algo extrañada. Es muy tarde para que ella siga en casa.

- Las grabaciones extensas terminaron, ahora serán de tarde hasta la media noche. Tendré el día para pasar en casa, contigo. -sus ojos son hermosos, la forma en la que se expresa siempre es, no lo sé, me gusta la gente inteligente y, toda palabra que sale de su boca para mí es inteligente, bueno, algunas veces no tanto. - ¿Me quieres besar?, ¿o por qué miras tanto mis labios? -mierda. Para disimular soy pésima, y claro que la quiero besar, pero tengo que aguantar un poco más.

- Yo... sólo estaba pensando y, me quedé mirando un punto fijo.

- ¿Mis labios fueron tu punto dijo? Interesante. -ella se está burlando y me enoja mucho que tenga tanto poder en mí.

- Cállate. -tengo que demostrarle que puedo.

- Cállame. -no me está dejando las cosas fáciles. Lizzie me mira con esos ojos devoradores, esa sonrisa coqueta, la mirada que llega hasta mi alma. Ella me puede hacer entrar en calor con esos simples pasos. Odio que me ponga tanto.

Tomo la pequeña almohada que había caído al suelo y le lanzo en la cara. - Cállate. -quiero soltar una risa al ver la cara de ofendida. Era la única forma de que no me atrapara. Era la única forma de no caer a la tentación.

De un segundo a otro estamos en una guerra de almohadas, muy de adolescentes pero admito que la estoy pasando bien. Las risas no faltaron, y eso estuvo muy genial.

- Ya, basta -Lizzie deja caer la almohada y levanta las manos en forma de rendición. Su cabello está más desordenado que antes y le cuesta respirar, yo estoy igual o peor.

Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora