Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Lo sigues siendo.

Pov T/n

Abrí los ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz que ingresaba por la ventana. Me asusté un poco por el techo desconocido, pero me calmé al recordar que no era tan desconocido. Lizzie estaba dormida en mi pecho, es la mujer más perfecta. Unas pequeñas lágrimas cayeron de mis ojos y la abracé unos segundos más. La tengo conmigo, y está bien.

Acaricio su cabello con una sonrisa, de paso coloco los mechones caídos detrás de su oreja. Sus pestañas tan largas, sus lunares, sus pecas, sus labios. Como los extrañaba. La extrañaba.

Decidí dejarla descansar más mientras pensé en ir por unos cafés y algo para el dolor de cabeza. Ella ha bebido bastante anoche, se notaba. Imagino que amanecerá muy mal.

Salgo como puedo de su agarre. Agradezco que no se haya movido en ningún momento.

- Vuelvo enseguida rubia linda -susurré mientras dejaba un beso en su mejilla.

Antes de salir me lavo la cara, tomo un cepillo de dientes nuevo que Lizzie guarda en un cajón, me hago una cola y voy para la salida. Podría hacer café en su casa pero no tenía ganas. Espero que siga durmiendo hasta que vuelva.

Pov Lizzie.

Despierto de a poco, me quejo por la luz que ingresa a mi habitación y también por el dolor de cabeza. Dios, quién me manda a beber tanto.

Me oculto unos segundos en mis manos, quiero seguir durmiendo. ¡T/N!

Abro los ojos y visualizo el lugar. Me levanto de la cama muy desesperada, voy al baño y no está. Bajo a la cocina, a la sala, al patio trasero. No está. Mis ojos se llenan de lágrimas y me duele el pecho.

Aprieto los ojos con fuerza, es que, no pudo haber sido un maldito sueño. ¿Ella nunca estuvo aquí? No puedo creerlo.

Todo fue tan real y no me lo creo. Me siento en uno de los escalones y empiezo a llorar, siento un vacío inmenso. El dolor del corazón duele mucho más que el de la cabeza. Me hubiera gustado que ella estuviera conmigo.

- La sentí, ella estuvo conmigo -me digo a mí misma. Que sensación más horrible. Tantas semanas durmiendo sola y despertando sin su presencia, sin su calor, sin sus buenos días, sin sus caricias, sin sus besos y abrazos, ya no puedo aguantar tanta tristeza.
Escucho la puerta abrirse de repente. Es... - T/N - la miro, salto y empiezo a correr para abrazarla. - No fue un sueño, no lo fue -lloro fuerte, sin vergüenza. Siento sus brazos alrededor de mí y me abraza también. Por fin vuelvo a mi hogar.

- ¿Qué pasa Lizzie? Estoy aquí, te lo dije ayer, ¿lo recuerdas? -lo recuerdo, pero no verla junto a mí me hizo creer que no era real.

- Creí... creí que todo era un sueño y que nunca estuviste realmente -me cuesta hablar. No la quiero perder nunca más. Mis lágrimas no dejan de caer.

- No bebé, todo lo que recuerdas fue real -decía suavemente. Ese apodo me hace abrazarla aún más.

Pov T/n.

Fui lo más rápido posible para llegar antes de que despertara, veo que he llegado tarde.

Está llorando desconsoladamente, y necesito calmarla. No, mi Lizzie. Hubiera dejado una nota, que tonta.

- Lizzie, necesito... -me abrazaba cada vez más fuerte- ¿Puedes por favor mirarme? -se alejó un poco dándome la oportunidad de encontrar sus ojitos brillosos y las mejillas mojadas- Vamos al sofá -quiero secar su rostro pero no puedo. Tengo las manos ocupadas con ambos cafés y el medicamento, me fue muy difícil abrazarla por ese motivo pero de alguna manera logré hacerlo.