Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Te creía mi pilar.

Pov t/n

Desperté tratando de acomodarme, pero como no había mucho espacio y Lizzie estaba pegada a mí decidí no moverme demasiado.

Admito que tenerla a mi lado era lo único que deseaba, sentir su calor y su respiración en mi cuello me dejaban muy feliz.

Mi celular estaba cerca de una mesita, lo recogí mirando la hora, no era muy tarde pero tampoco muy temprano. Lizzie seguía dormida, tuve la idea de prepararle un buen desayuno.
Lentamente la quité de encima y con la frazada la tapé nuevamente, dándole un beso en la frente.

No quería hacer mucho ruido entonces iba de puntitas, llegué a la cocina y empecé con la idea.

Pov Lizzie.

Sin darme cuenta empecé a buscar a alguien en el sofá, cuando abrí los ojos me di cuenta que estaba sola lo que me puso triste, pero luego un olor a café llegó a mis narices.

Me coloqué las zapatillas y observé que los calzados de t/n seguían allí, sonreí al saber que era ella quien estaba en la cocina.

Lentamente fui hasta donde t/n estaba, y al acercarme más la escuché cantar mientras seguía concentrada preparando algo.
No pude evitar sonreír, tampoco pude evitar verla completamente y analizar cada parte de su rostro.

- Buenos días Olsen -dijo sin dejar mirar lo que estaba preparando. Me quitó de mis pensamientos totalmente.

- Uh, Buenos días t/n -me sonrojé, acercándome a ella- ¿Qué estás haciendo? -le sonreí.

- Preparé un poco de café, huevos revueltos y también hay un poco de jugo de naranja -me miró- ¿Qué tal dormiste?

- Me encanta el café -observé como empezó a colocar los huevos en un plato- Dormí muy bien, todo gracias a ti -sonreí tímida jugando con mis dedos- Me cuidaste bastante bien.

- Me alegra mucho saber que la sopa mágica funcionó -empezó a reír, empujando el plato y una taza de café a mi dirección- Ahora quiero que pruebes esto.

- No, la chica mágica eres tú -sonreí y luego tomé la taza de café- Mmm, está muy delicioso, justo como me encanta. Gracias!

- ¿En serio? Oh Dios mío, pensé que no te iría a gustar porque no sabía cómo te gustaba el café -rió nerviosa.

- Le diste en el blanco -reí- Ahora ven, agarra tu plato y taza de café, vamos a sentarnos -fui hasta la mesa y ella me siguió.

- ¿Qué harás el día de hoy? -me preguntó mientras continuaba con su desayuno.

- Creo que iré a la casa de Scarlett, no nos vemos desde hace días.

- Entiendo -miró su café.

- ¿Por qué? -pregunté curiosa, sabía que quería decirme algo.

- No, por nada -me sonrió.

- T/n -la miré seria.

- Okay -rió- Sólo quería invitarte a salir, como dijiste que Robbie no estaría por aquí pensé en ayudarte a despejar la mente, pero ya tienes planes. Supongo que será para otro momento.

- ¿Quieres conocer a Scarlett? -pregunté sin dejar de mirarla, me encanta estar a su lado y quería seguir teniéndola cerca.

- Sí, me gustaría -sonrió.

- Entonces vamos -contesté sonriente.

- Qué? No, ustedes seguro necesitan espacio para conversar, no quisiera interrumpir -terminó diciendo.

- No lo harás, créeme. Por favor, acompáñame -utilicé la cara que siempre me ayuda a ganar.

- Lizzie, por favor... Tú... -cerró sus ojos muy fuerte y sonrió- Ya deja de hacerlo, eres increíblemente tierna haciendo esa cara y sabes que diré que sí -empezó a reír.