Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Vampiro?

Pov t/n.

Para mí lo más lindo era sentirla conmigo, tener la suerte de ser elegida.

Abrí los ojos, su aroma se adueñaba de mis fosas nasales y mi sonrisa era dedicada a la mujer que estaba totalmente dormida. Sus brazos me atrapaban tan fuerte que casi no podía moverme, tuve que hacer pequeños movimientos para no despertarla.

Una vez que me aparté de su abrazo me coloqué boca abajo apoyando mi cabeza en mis manos y presionando mis codos en la cama para observarla, no pude evitar guardar cada parte de su bello rostro en mi cabeza, hasta durmiendo es preciosa, mierda. No quisiera parecer psicópata, pero siendo sincera, me quedaría mirándola por mucho tiempo más.
Me acerqué a su mejilla dejando un beso tierno, pero ésta acción hizo que Lizzie despertara lentamente.

- Shh, sigue durmiendo -susurré sonriente.

- ¿Qué haces despierta? -su voz ronca me dejó congelada.

- No sé si te pasa esto pero... Cuando estoy en casa de otra persona no puedo dormir hasta muy tarde -dije con un poco de vergüenza- No quería despertarte, lo siento.

- También me pasa -ahora sí abrió los ojos, teniendo una sonrisa en sus labios- Pero en la casa de Scar no -soltó una risita- Me desperté porque quería más besos -hizo un puchero mientras sus ojitos aún buscaban la manera de estar abiertos.

- Lizzie -reí un poco- Descansa un poco más, ¿sí? Yo estaré viendo mi celular -señalé la mesita de luz, allí estaba colocado mi celular.

- Mmm -hizo como si estuviera pensando- Necesito mis besos primero -sus hermosos ojos verdes se enfocaron en mis ojos y luego a mis labios, haciéndome sentir sin fuerzas- Una vez que los tenga, prometo descansar -me guiñó un ojo.

La miré fijamente dejando escapar una sonrisa, me acerco muy lento, colocando besos en todo su rostro sin besar sus labios. Quería jugar un poco con ella.

- T/n -sus manos llegaron a mi pecho apartándome un poco- ¿Qué estás haciendo?

- ¿No querías de mis besos? Te estoy dejando muchos, encima no te los estoy cobrando -bromeé siguiendo con mi trabajo.

- Espera -soltó una risita alejándome otra vez- ¿Me cobrarías unos besos? -preguntó indignada.

- Puede ser, no deberían de ser gratis.

- ¿Venderías tus besos a otras personas? -esta vez su pregunta no parecía de broma. ¿Ella realmente piensa que soy capaz de eso? Bueno, sería un buen negocio, no?

- No -dije tranquila quitando un mechón de su rostro mientras la observaba nuevamente - Sólo estaba bromeando, ¿lo creíste? -empecé a dibujar con mi dedo pequeños círculos en su mejilla.

- Aunque sea ridículo, sí, lo pensé -dijo cerrando sus ojos mientras se dejaba llevar por mi toque- Y si sigues acariciándome de esa manera me quedaré dormida otra vez.

- No estoy tan necesitada ahora mismo para poner un puesto de besos, pero capaz más adelante... -antes de terminar de hablar sentí un golpe en mi brazo- Auch, solo bromeaba -reí por la acción de la rubia- Mis besos son tuyos -terminé mi oración mirándola nuevamente. Sin decir nada más, me acerqué a ella y junté nuestros labios en un dulce beso, bueno, fue dulce hasta que sus manos llegaron a mi cuello buscando una cercanía mayor.

- Súbete encima de mí -me dijo entre besos, yo obedecí.

Una vez estando a horcajadas encima de ella que ahora estaba sentada y apoyada por la cabecera de la cama, mi concentración se enfocó en ese beso, sus manos se paseaban por todo mi cuerpo haciéndome sentir un escalofrío y formando unas ganas incontrolables de hacer lo que sea con ella. Sin permiso, su lengua se adueñó de mi boca provocando un gemido mío, Lizzie siempre me agarraba desprevenida. De un segundo a otro llegó a mi cuello dejando más besos y muy bruscos, chupando tan fuerte mi piel sin miedo a dejar marcas que espero que no queden ahora. Me tapé la boca por la sensación eufórica que estaba sintiendo en esos momentos, no podía gritar ya que estaba en casa de Scarlett.. Espera, ESTOY EN LA CASA DE SCARLETT.
Un golpe en la puerta nos interrumpió.