Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Divorcio inesperado.

Pov Lizzie.

Cuando ingresé a mi casa lo primero que hice fue ir a la cocina y tomar una manzana. Después de haberlo comido, fui a darme una ducha y decidí acostarme para descansar por fin.

Robbie no me había hablado casi, tampoco insistí porque capaz y necesitaba un poco de espacio.

Como hay una habitación para visitas fui a descansar allí, tenía tanto sueño que al tocar la cama mis ojos se cerraron rápidamente.

~~~

Desperté por un ruido muy fuerte, miré la hora y había dormido bastante. Me levanté y bajé a la planta baja viendo a Robbie recogiendo una olla que creo se le había caído.

- Robbie -dije asustada- ¿Estás bien? -lo veía muy desesperado.

- Sí, estoy bien, sólo se me cayó una olla -decía sin mirarme.

- Robbie, mírame -dije firme, él lo hizo.

- Qué Eli? -preguntó irritado.

- Vamos, sabes que puedes hablar conmigo. Lo que pasó... -me interrumpió.

- No, no quiero hablar de lo que pasó.

- No puedes hacer como si nada hubiera pasado -levanté la voz.

- Sí puedo -dejó de mirarme.

- Lo llevas haciendo desde la última vez que discutimos. Haces como si no pasara nada, ¿por qué actúas así? -me acerqué un poco enojada.

- Porque así soy -cerró fuertemente un cajón, lo que hizo que me asustara.

- ¿Cuál es tu problema? -grité- Sólo quiero ayudarte -salí del lugar subiendo nuevamente al cuarto de visitas.

Estaba llena de rabia, lo único que siempre quise fue entenderlo, pero nunca se dejaba ayudar. Lloré de la rabia.

Ya no soporto vivir con alguien así, es una persona completamente diferente.

Unos minutos después tocaron mi puerta, era Robbie.

- ¿Puedo pasar? -preguntó.

- Sí -contesté ya menos enojada.

- Hola - cerró la puerta detrás de él, se acercó y se sentó al borde de la cama- Lo siento mucho, no quería volver a discutir, tampoco quería asustarte -dijo arrepentido- Me es difícil hablar de lo que pasó porque no esperaba que sucediera de esa manera -suspiró.

- Sólo quiero ayudarte Robbie, no está bien guardar las cosas para uno mismo para siempre -dije. A pesar de todo le tenía un aprecio gigante.

- Lo sé -me miró- Hay muchas cosas que quiero decir y capaz no es el mejor momento, pero desearía hablarlo.

- Aquí estoy -quería que supiera que lo escucharía.

- Eh-h, bueno... Yo... -tragó fuertemente- Estoy perdido -dijo mirando el suelo- No sé quién soy, no sé qué es lo que quiero, no encuentro felicidad en casi nada y es por esa razón que no estoy en casa, es por esa razón que llego ebrio casi siempre. Lo que me hacía feliz ya no me llena -una lágrima cayó por su rostro- Y me cuesta volver a valorar lo que tengo a mi alrededor, me cuesta mucho valorarte Eli -tomó mi mano- La terapia nos ayudó, sí, pero no podía aceptar a una tercera persona en nuestra relación tratando de solucionar cosas que yo creía que podríamos solucionarlo juntos. -me volvió a mirar- No quiero hacerte sufrir más, no quiero arrastrarte conmigo -seguían cayendo lágrimas de sus ojos- A veces el amor no es suficiente -resopló- Y sé que quisiste lo mejor para ambos pero eso no pudo ser... no pudo ser porque soy yo el que no quiere ser ayudado. Espero que puedas perdonarme algún día... -me soltó la mano, y se quitó el anillo de matrimonio- Eli yo... -su voz empezó a entrecortarse- Quiero el divorcio. Te quiero dejar en libertad porque te amo y no desearía verte triste nunca más -colocó el anillo en la cama.