Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.

Amor.

Pov T/n

En todo el camino me aferré al amor que sentía por Elizabeth para no detener el auto y volver a casa. No sé qué pasará, no sé cómo actuaré en el momento que la tenga en frente, pero ahora necesito saber si se encuentra bien.

Llegué detrás de ella gracias al universo. La vi bajarse del taxi, el hombre que manejaba decidió salir para llevarla hasta su puerta, me imagino.

Apago el motor del auto, salgo y voy casi corriendo hasta ellos.

- Disculpe señor -Lizzie estaba muy perdida, ni cuenta se dio de mi presencia. El taxista giró a verme - Dejamelo a mí, soy... soy su amiga.

El taxista sólo asintió e hicimos un intercambio de lugares. Coloqué el brazo derecho de Elizabeth alrededor de mis hombros y con una de mis manos la sostuve por la cintura.

La miraba mientras continuaba el camino a la entrada de su casa. Nunca la vi tan mal. Estaba pálida, con los ojos muy rojos, la mirada perdida y puedo confirmar que no se ha duchado, huele mucho a alcohol.

Llegamos hasta su puerta, ella en ningún momento me miró pero necesitaba que lo hiciera ahora.

- Elizabeth -sus ojos no podían quedarse abiertos por mucho tiempo- Oye, ¿me escuchas? Necesito tus llaves para que ingresemos a tu casa -una vez que termino la oración, ella por fin me mira como si su mente le recordara de inmediato mi voz. Sus ojos brillaron por las lágrimas que se formaban y amenazaban con salir, pero luego frunció el ceño y se apartó de mi cuerpo.

- Vete -dijo algo enojada, y creo que sé el porqué. Aún así no debería actuar de esa manera cuando ella fue la me dejó, puedo estar con quien yo quiera, ¿no?

- Cuando te vea ingresar a tu casa me iré -mentí, me quedaría allí hasta verla mejor. Trataba de quedarse en un sólo lugar pero estaba tan ebria que tuvo que sostenerse por la puerta.

- Te irás con Hailee, ¿verdad? -soltó una risa- Sabía que me cambiarías por alguien más joven y hermosa. Recuerdo haberte escuchado decir que ninguna era yo y que por esa razón tu mirada no se fijaba en otras personas. Fui muy estúpida en creer esa mierda -no podía decir nada, se estaba desahogando. Si supiera que sigo pensando que nadie la iguala- Hice todo esto por nada -levantó unos papeles. No me había dado cuenta que ella los tenía. - Me divorcie y creí que ahora todo iba a estar bien, pero no. Encontré a otra chica en tu departamento y sí, tal vez esté feliz porque lograste seguir tu camino pero no puedo evitar enojarme y sentir tristeza al darme cuenta que me has cambiado en dos semanas -se apoyaba por la puerta aún mientras seguía hablando- Ahora nada vale la pena.

- Tú... ¿ya no estás con Robbie? -sentí una pequeña alegría que luego se volvió tristeza nuevamente.

- Sí, pero ya no importa. Te puedes ir con Hailee.

- En realidad no puedes reclamar nada cuando fuiste tú la que me dejó -entiendo que esté ebria pero tampoco me voy a quedar callada- No sabes lo mal que pasé y sigo pasando.

- Sí, veo lo mal que estás pasando -dijo sarcásticamente.

- Abre tu puerta, por favor -no quería perder la paciencia y menos con una Elizabeth borracha.

- Sé cuidarme sola, vete ya -buscó en su bolso las llaves pero no lo conseguía. Me causó gracia ver como luchaba con su bolso para encontrar el objeto.

- Te ayudo -me acerqué pero se volvió a alejar.

- Ni se te ocurra volver a tocarme.

- ¿Por qué actúas de esta manera, Elizabeth? Primero te alejas, dices que dudas de si me amas o no, luego vuelves y me reclamas, ¿qué pasa contigo?