Viejo millonario.

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Pov t/n

Abrí los ojos rápidamente escuchando un teléfono sonar. Lizzie había dejado su celular en el asiento y con mucho cuidado lo agarré, salí del auto para atender aquella llamada ya que veía que Olsen estaba descansando muy bien.

- Hola -dije dormida.

- Hola?, ¿Elizabeth? -preguntó.

- No, ahmm... no puede contestar porque está descansando, tuvo un día muy largo -solté.

- Tú, ¿cómo te llamas?

- T/n, T/n T/a -contesté.

- Oh Dios mío, T/n, sé quién eres, mi hermana nos ha hablado mucho de ti -dijo la chica- Soy Mary-Kate -fue muy amable.

- Me había dicho algo así -reí nerviosa- Mucho gusto Mary-Kate.

- El gusto es mío... Puedes informarle a Lizzie cuando despierte que ya estamos en camino?

- Por supuesto que sí, hablaré con ella -sonreí.

- Gracias por estar con ella ahora, hace unas horas atrás nos había escrito contándonos un poco lo que había pasado y lastimosamente acabamos de leerlo -noté un poco de tristeza en su voz- Por eso te agradezco.

- No es nada, seguiré estando aquí -sonreí.

- Gracias por tu amabilidad, por favor, que me devuelva la llamada, ¿está bien?

- Perfecto -sonreí.

- Hasta luego, y gracias otra vez.

- Hasta luego, gracias a ti -colgué y volví a ingresar al auto muy despacio, no quería despertar a Lizzie.

- ¿Con quién estabas hablando? -preguntó, aún con los ojos cerrados.

- Dios -llevé mi mano a mi pecho- Me asustaste -reí.

- No respondiste -dijo con la voz ronca, ahora sí mirándome.

- Sé que fue muy metiche pero... -levanté su celular frente a nuestras caras para que pudiera observarlo- Llamó tu hermana, me dijo que te avisara que están en camino... También dijo que le devuelvas la llamada -le entregué su celular, y ella se acomodó.

- ¿Y no escuché mi propio celular? -preguntó sorprendida.

- Y por lo que veo, no -reí- Contesté la llamada por si era algo urgente, y salí para hablar fuera del auto porque no quería despertarte pero no valió la pena -negué con la cabeza sonriendo.

- Gracias por hacerlo, y gracias por avisarme -me regaló una sonrisa. Hasta recién despierta era tan preciosa, no podía con tanto.

- A las órdenes siempre Olsen -le guiñé un ojo- ¿Quieres café?

- Uh, sí -dijo llevando sus manos a su cara- Lo necesito.

- Te traeré, te dejo mi celular por si el doctor llama, ¿está bien?

- Está bien -sonrió- Pero no tardes tanto que no quisiera quedarme sola por mucho tiempo -hizo un puchero.

- Seré más rápida que Pietro Maximoff -dije y ella empezó a reír- ¿Acaso no lo viste venir? -levanté mis cejas de arriba abajo y ésta se mató de la risa.

- Eres una tonta -sus manos estaban apretando su estómago, nunca la había visto reír tanto - No lo esperaba definitivamente -dejó de reír y me miró tiernamente- Gracias por hacerme reír incluso en los momentos más difíciles de mi vida.

- Hasta en las peores estaré -tomé su mano y la acaricié por un momento. Ella cerró los ojos, y supe que seguía teniendo sueño - Por qué no descansas más? -pregunté despacio.

Un Amor Im(posible) - Elizabeth Olsen Y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora