Los últimos meses su atención se había dividido en cuidar a Severus y a Bella, cosa que se hizo más sencilla cuando terminó el ciclo escolar. Bella se mudó con ellos a la mansión, él quería vivir en la casa Gaunt, pero su padre insistió en que ya estaba acostumbrado a que vivieran todos juntos y que se sentiría realmente solo si se fuesen de ahí, apesar de estar a unos tantos metros de distancia. Él intentó argumentar, diciendo que la casa se quedaría sin protección y no se fiaba, a lo que la señorita Tomlinson objetó, diciendo que ella se quedaría ahí si eso era lo que le preocupaba, trató de decir más pero la mujer dio el tema por terminado y, como ella decía: debían respetar la decisión de la mujer que cocinaba sus alimentos. De todos modos no hubo gran diferencia,la mujer era quien más solía estar en la casa Gaunt, en la mañana iba para desayunar juntos, o ellos lo hacían, no era un cambio significativo en realidad.
Precisamente esa mañana estaban sentados en el comedor cuando Severus se levantó, fue a su habitación y tras unos minutos bajó con una chaqueta puesta. Su padre le miró, se levantó y fue hasta el recipiente donde guardaba las llaves de los coches. Fue hasta Severus y se la dio—Con cuidado, y vuelven temprano —le dijo, Tom frunció el ceño y vio a la señorita Tomlinson caminar hasta donde estaban.
—Eit —Dijo—. ¿Adónde?
—Oh, lo siento, Tommy. Le pedí a Severus que me llevase al centro, necesito comprar unas telas.
—Oh, bien... con cuidado.
Los vio caminar hasta la camioneta y a su padre volver a sentarse frente a él.
— ¿Qué?
—Me encantaría saber cuando le das permiso a mi hijo de tomar un vehículo e irse así como así.
—Seamos honestos, no es mi responsabilidad decirte adónde va, es de él —Suspiró, tenía razón y no tenía un argumento sólido para comenzar una discusión—. Tom, Severus será un adulto dentro de poco, no puedes sobreprotegerlo toda su vida.
—Ya lo sé.
—Debo irme a trabajar, los veo en la tarde.
Asintió, levantándose cuando se fue y recogiendo los platos sucios. Los dejó en el fregadero para lavarlos más tarde. Cerró los ojos, frotándose la cara con ambas manos para relajarse.
—Tom —Escuchó, dio un largo suspiro e iba a tomar un vaso de agua pa—. ¡TOM!
Salió corriendo, viendo a Bella con la respiración agitada y tomándose la barriga, había agua en el piso donde ella estaba parada y eso consiguió alertarle de la situación «Mierda» pensó «¿Por qué justo ahora?». Bien que él decía que quería que el bebé naciese ya, ¡PERO NO EN ESE PRECISO MOMENTO DONDE SÓLO ESTABAN ELLOS DOS! Corrió para estar con ella, tomándole la mano.
—Ven, vamos a aparecernos en...
—Qué no se te ocurra, ve por el auto.
No quiso discutir con la mujer embarazada claramente enojada frente él, así que sólo la ayudó a caminar hasta las llaves y después al carro, donde la veía más calmada (lo más calmada que podía estar a punto de dar a luz), condujo como pudo, no quería chocar pero tampoco quería que el niño naciese en el maldito coche. Tras no mucho llegaron al hospital muggle más cercano, las enfermeras se llevaron a Bella a la sala de partos en una silla de ruedas y lo mantuvieron a él en la entrada para registrarla, después, tras hacerle ponerse un traje de enfermero, lo guiaron hasta la sala donde la mujer estaba dando a luz, los focos se prendían y apagaban, honestamente pensaría que el hospital era de mala calidad si no supiese que los partos podían detonar magia accidental... también las enfermeras extrañadas eran señal de que eso nunca pasaba, o como mínimo no era normal. Tras largas dieciocho horas de espera, por fin la enfermera le pidió seguirla, lo llevó hasta los cuneros, ahí otra enfermera le mostró a su hijo tras el cristal. Su corazón dio un vuelvo, pensó que le estaba dando un infarto, pero no, simplemente su corazón quería salirse de su pecho cuando leyó el nombre que Bella le había puesto, «Tom Cygnus Riddle». Sabía lo importante que era su padre para ella, de cierta forma sintió que él era igual de importante.
—Papá —Escuchó llamar—. Aquí estás, ¿por qué te fuiste sin a...? ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras? —El chico se acercó, tocó a Tom con la intención de abrazarlo, pero vio a través del vidrio. Se quedó en silencio por unos segundos, viendo al niño que la enfermera sostenía—. ¿Ése es mi hermano? Papá, ese es mi hermano.
Miró a su primogénito, tenía una sonrisa enorme y los ojos llenos de lágrimas. Asintió, abrazando al chico quien se aferró a él; la enfermera volvió a poner al niño en su cuna. La señorita Tomlinson y su padre llegaron después, viéndolos ahí llorando, sin preguntar mucho se unieron al abrazo. No mucho tiempo pasó para que él fuese con Bella, tenía una ojeras de muerte y su cabello estaba hecho un desastre, justo como la primera vez que la vio... pensó que se veía tan linda. Las enfermeras le llevaron al bebé para que lo alimentase, él sólo los miraba.
— ¿Pasa algo? —Murmuró su novia.
— ¿Cómo?
—Llevas como diez minutos viéndonos fijamente, ¿sucede algo?
Tom soltó una risa nasal.
—Cuando era niño, siempre pensé que estaría solo... el el orfanato no tenía amigos y estaba seguro de que dejaría de ver a la señorita Tomlinson a penas cumpliese la mayoría de edad... no tenía familia y casi daba por sentado que moriría solo en una banca del parque...
—Tom...
—Pero ahora estoy aquí, vivo con mi padre, la señorita Tomlinson es como una madre... tengo dos hijos, y una futura esposa.
— ¿Futura esposa? —La sonrisa cansada de Bella se ensanchó.
Tom se quitó el anillo que su madre le había dejado, ese mismo que después se enteró era una reliquia familiar de los Riddle, y con el que su padre le había pedido matrimonio. Tomó la mano de Bella, colocándole el anillo, incándose y diciendo después:
— ¿Quieres casarte conmigo?
La mujer empezó a llorar y a asentir frenéticamente.
—Sí, por dios, sí.
ESTÁS LEYENDO
Μεταμόρφωση
FanfictionTom siempre pensó en la muerte como una solución, no la propia, claro. Pensaba en la muerte de los demás, lo fácil que sería vivir en el orfanato si todos esos niños que lo tachaban de raro simplemente dejasen de molestarlo, si simplemente se fuesen...