Mi Vida Entre Tus Manos. (PJM & MYG).

CAPITULO 18. Te lo agradezco

                          Olivia.

Mis ojos se abrieron lentamente.

Mi cuerpo yacía desnudo sobre la cama, mi cabeza está sobre el pecho del ídol, quien seguía profundamente dormido.

La sabana nos cubría solamente lo necesario.

¡Había tenido sexo con Park Jimin!

No sabía si esto tendría repercusiones, pero no me arrepentía. Nos habíamos disfrutado el uno al otro.

Observe a detalle su hermoso rostro. Sin duda es demasiado guapo como para ser real. Parecía tallado por los mismos ángeles.

Mis ojos volvieron a clavarse en su abdomen ese mismo que subía y bajaba lentamente junto a sus pectorales gracias a su tranquila respiración.

Con las llemas de mis dedos acaricie lenta y suavemente. Desde sus pectorales, hasta ese abdomen delicioso. No podía ocultar lo mucho que me gustaba este hombre, me atraía a niveles irreales.

No pude seguir resistiendome y por eso terminamos aquí, en mi habitación.

Mi mente divagaba mientras seguía dejando suaves caricias en el abdomen del ídol.

Otro de sus atributos que me fascina son esos labios carnosos y levemente rosados. Esos exquisitos labios que te invitan a pecar. Los acarie suavemente con mis dedos.

-¿Te diviertes?.- Su repentina voz me asustó. Pensé que seguía dormido.

-Lo divertido fue a noche.- Respondí comprimiendo una sonrisa.

-Si quieres...- En un ágil movimiento quede debajo de su cuerpo -Podemos repetir.- Comenzó a besar mi cuello.

-Deben estar esperandote en casa.- Quería resistirme a sus caricias.

-No me importa demorarme un rato más.- Tomó uno de mis senos y lo apretó. Mientras la otra se deslizaba desde mi cintura hasta mi trasero.

-Es hora de ir a casa. No quiero que nadie sospeche nada.

Se dejo caer a un lado de la cama y así pude ponerme de pie. La sabana se deslizó por mi cuerpo dejando a la vista mi completa desnudez.

Me dirigi a buscar algo de ropa para vestirme. Camine por la habitación mientras tanto.

Había notado que el ídol no me quitaba la mirada de encima. Seguía con la mirada cada paso que daba.

-No me dejas tomarte de nuevo, y te paseas así en la habitación.- Se quejo un poco. Su mirada intensa y llena de lascivia no se despegaba de mí.

-¿Como así?.- Me hice la desentendida.

-No juegues conmigo.- Sus orbes se oscurecieron más. Estaba haciendo todo para controlarse y no tomarme ahora mismo.

-Es divertido.

Me pare frente al gran espejo y me observe. Mis ojos casi se salen de sus cuencas al ver las marcas en mi cuerpo.

-¡Park Jimin!.- Exclame molesta.

El ídol se puso de pie y llegó detrás de mí. Por medio del espejo observo lo mismo.
Pero claramente él ya lo había visto desde que me pare de la cama.

Una risa gutural salió de su garganta, al parecer me habia perdido de un gran chiste.

-¿Me explicas que es lo divertido?.- Arquee una ceja, cruzandome de brazos mirando al ídol.

-¿Ya sabias de lo hermosa que te ves cuando te enojas?.- Desde atrás rodeo mi cintura con sus brazos, deposito un pequeño beso en mi hombro derecho.