CAPITULO 56. Vacaciones.

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                            Jimin.

—¿Vas a irte de vacaciones?— Pregunto Eunji, había venido a verme y justo me encontró empacando para el viaje.

—Así es.— Respondí.

—¿Solo?

—Con los chicos y...Olivia.— Le dije, dude un poco en decirle sobre Olivia, pero al fin de cuentas ya sabe la verdad sobre nosotros.

—¿Ella irá con ustedes?— Asentí a su pregunta —Imagino que tu vas a pagarle el viaje con todo incluido para su comodidad. A esto me refiero cuando digo que ella puede estar utilizandote.

—No es así Eunji, yo le ofrecí el viaje, ella ni siquiera tenía idea de nada, Olivia jamás me ha pedido dinero, ni regalos, ni viajes, ni nada que se le parezca.— Aclare.

—No lo sé, tal vez te manipula y no te das cuenta.

—Eunji, para con eso.— Le pedí.

—Lo siento.— Se disculpo —Solo me preocupo por ti, lo sabes.

—Lo sé y te lo agradezco, pero no es necesario, Olivia no es ese tipo de chica, créeme.

—¿A dónde viajarán?— Cambio un poco el tema, lo cual agradecí.

—Whiteheaven Beach, Australia.— Abrió ligeramente la boca.

—¿Tu madre sabe de este viaje?

—Sí, pero no sabe sobre Olivia, recuerda que no puedes decirle nada.— Le recordé y ella asintió.

—¿Cuanto tiempo estarán allá?

—Una dos semanas aproximadamente.

—Espero verte pronto.— Se puso de pie y se acerco a mi, sus brazos rodearon mi cintura y no hice más que corresponderle, deje un pequeño beso en la coronilla de su cabeza.

—Yo también, sabes que cuando volvamos seguiremos con la colaboración y ya nada va a detenernos.— Pellizque ligeramente su mejilla.

—Ansío por tu regreso.





Un día después.

Horas de vuelo más tarde...

Australia.

                             Olivia.

Llegamos al hotel en el cual los chicos habían hecho la reservacion, decir que era un lugar bonito se quedaba corto, me encantó desde la decoración hasta la estructura de como estaba organizado todo en este lugar.

El botones nos llevó directo a nuestra suite, entrar aquí me hizo sentir en un sueño, jamás había estado en un lugar tan lujoso como este. Era mucho más grande que el departamento qué comparto con Jessica.

La cama era enorme y deliciosamente cómoda, frente a esta a una considerable distancia se encontraba una sala de estar con sofás de piel sintética, una mesita de centro y pegada a la pared una pantalla  enorme.
A un costado de ahí a un metro y medio un comedor de madera con cuatro sillas. El baño era una cosa tan maravillosa, era más grande que mi habitación y olía delicioso, había una tina, regadera y en la pared una pantalla táctil donde podías configurar como querías el agua saliente de esta y en que forma querías. Jugué un poco con eso y vi el agua salir en forma vertical, horizontal, una línea recta, y abarcar el cuadrado de toda la regadera, mi favorito fue cuando salió simulando una cascada. Junto a esta se encontraba todo tipo de esencias y jabones con olores maravillosos. Sin duda este lugar serviría para relajarme.

Mi Vida Entre Tus Manos. (PJM & MYG). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora