PRÓLOGO.

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Mi nombre es Olivia Oropeza Palmer, tengo 23 años y soy una ordinaria chica mexicana.

Desde que tengo memoria he tenido que arreglármelas yo sola. Mi familia es una historia aparte; por familia sólo hablo de mi madre Miranda y mi hermano mayor Raúl. Mi padre nos abandonó cuando yo tenía seis años, me dolió mucho su partida. Pensé que él nos amaba, pero no le importabamos ni un poco, no nos visitaba a pesar de estar cerca de casa.

Pasados tres años desde que nos dejo, se fue del país y no supimos más de él.

Mi madre nunca ha demostrado tener ni una pizca de amor por mi, por alguna razón ella…no me quiere, nunca pude entender porque.

De su parte recibí todo tipo de maltrato físico, verbal y psicológico. Al estar bajo su cuidado mi integridad física estuvo en riesgo cientos de veces. Mi infancia fue difícil.

Pero a mi hermano si que lo ama, siempre lo dejo en claro. Lo trata de manera muy diferente, eso se nota a kilómetros.

Pero a pesar de la vida que tuve a su lado, me niego a ser como ella.

Puedo decir que parte de lo que soy hoy en día es gracias a esas hermosas personas que cuidaron de mi, cuando mi propia madre no lo hacía.
Dolores y Emiliano Reyes han sido como mis padres, y su hija Jessica, mi mejor amiga ha sido como una hermana para mi, los amo demasiado.

Me impulsaron a luchar por mis sueños, creyeron en mi aún cuando yo no lo hacía. Gracias a sus consejos, correcciones y amor, estoy por iniciar algo grande en mi vida. Para mi significa el resultado de tanto esfuerzo, no puedo estar más feliz de ver que puedo conseguir lo que tanto me ha costado.

Estoy ansiosa por la nueva vida que me espera. Mi nueva vida en Seúl.

Tengo miedo, mucho miedo, estoy demasiado nerviosa. Pero se que todo lo bueno siempre empieza con algo de miedo.

Como dicen los padres de mi mejor amiga “Hay oportunidades que se te presentan por el destino y otras que tú mismo tienes que hacer que sucedan".

Mi Vida Entre Tus Manos. (PJM & MYG). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora