CAPÍTULO DIECINUEVE

10.6K 777 117
                                    

"¿Me quieres?" 1/3

Daniel

Mi padre abre la puerta de la oficina.

—¿Que mierda pasó aquí?

—Nada —me empino la botella de tequila.

—¡La oficina está vuelta mierda! —Grita—. Así que no jodas con ese nada.

Cuando veo que se me acerca, me pongo de pie y le doy la espalda.

—Volteate. —Ordena.

Lo ignoro y sigo bebiendo el delicioso licor. Limpio una lágrima antes de que baje a mi mejilla. Aaron me voltea bruscamente. Alza mi mentón.

—¿Que pasó?

Limpia una lágrima.

—Daniel, habla.

Le quito la mano de mi rostro. Me siento en mi escritorio y giro la laptop, le doy play al vídeo de camara de seguridad. Aaron mira sin entender. Escuchamos y yo ya me se de memoria el diálogo. Mi padre está atónito con lo que escucha.

—Estaba embarazada, tenía 2 meses y medio.

Lanzo la laptop al otro lado de mi oficina, haciéndose añicos en el suelo. Aaron no me dice nada, solo viene a mi y me abraza, me suelto a llorar cual niño pequeño en su hombro. Lloro soltando todo, tengo mucha ira. Duramos así un buen rato, hasta que me calmo y mi padre me da un último abrazo antes de soltarme.

—Venia a decirte que hables con Davis, los cadetes están esperándola. Yo debo irme con el subdirector a una conferencia.

—Vete con Ian.

Asiente y antes de cerrar la puerta se gira para mirarme.

—Tu eres fuerte, hablamos en la noche, te espero en la mansión.

—De acuerdo.

Suspiro y salgo de mi oficina.

—Hazme un favor, Cheryl, busca a alguien de limpieza y que limpien en silencio mi oficina. No quiero escuchar rumores de nada.

—Si, señor.

Camino hacia la oficina de Elizabeth.

—¡Ey, amigo! —Me dan una palmada en la espalda.

—¿Que quieres?

—¿Todo bien?

—No, hablamos luego, ponte guapa, nos iremos de fiesta.

Steve asiente feliz y se va por dónde vino.

—¿La general? —Le pregunto a la secretaria de Davis.

—Dentro, con la señorita Alejandra. —Contesta Greta.

Entro sin llamar a la puerta.

Elizabeth está sentada en su laptop y Alejandra se adueñó del mueble de ella. La última chatea. Ninguna se ha dado cuenta de mi presencia.

Carraspeo y 4 ojos caen en mi.

—Elizabeth, hay cadetes esperándote en el campo de entrenamiento —le informo con una voz suave.

—Bien —su tono es frío.

—¿Podríamos hablar?

—No hay que hablar.

—Yo me retiro, iré a molestar a mi tío —dice Alejandra—. Nos vemos —le susurra algo a Elizabeth.

Ni me molesto en decirle que mi padre que no está, justo ahora necesito privacidad.

LA MISIÓN DE AMARTE  [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora