LA MISIÓN DE AMARTE [BORRADOR]

CAPÍTULO VEINTIUNO

"¿Me quieres?" 3/3

Daniel

Me estiro en un intento fallido de quitarme la pereza. Dormí como un bebe y no se si fue por la cogida de anoche o si fue por la ducha de media noche... voto más por la primera opción. Siento algo abrigado a mi lado, me giro y es Elizabeth, durmiendo con solamente una braga y hecha rollo en las cobijas. Si hizo frio.  Meto mis dedos entre su melena rubia. Sedoso y huele riquísimo. 

Estiro mi brazo para alcanzar mi teléfono. Lo enciendo y llegan mensajes a lo loco. Reviso la hora. 

06:20 am.

Marco al teléfono de Jackson y este responde al primer tono.

—Señor —habla sin titubear.

—Alista la camioneta en 20 minutos bajo.

—Claro que si.

Cuelgo.

—Eli —la llamo con un tono de voz dulce.

Sueno muy estúpido.

Ella ni se inmuta a mover un solo dedo.

—Eli —insisto—. Levántate.

—Un ratito mas, papá —murmura.

—No soy tu padre, levántate.

—Papi —chilla aún dormida.

—Llámame papi todo lo que quieras, pero despierta —pierdo la paciencia y la zangoloteo. 

Ella abre los ojos asustada.

—¡Que salvaje! —Grita.

—Casi no despiertas, pantuflas bonitas.

Rueda los ojos y mi corazón se detiene cuando hace lo que no me imagine. Deja un casto beso en mis labios, uno tierno. La muy descarada se pone de pie actuando como si no pasara nada. Y yo como idiota la sigo.

—Vamos, rubia. ¡A bañarse! —le doy una nalgada y la empujo hacia el baño.

Un mensaje me llega y lo reviso.

Jackson: Le traje ropa, señor. Creí que la necesitaría.

Daniel: Sube.

Escucho la ducha y las ganas de ir se me esfuman cuando golpean la puerta. La abro y no me doy cuenta que estoy en pantaloncillos hasta que veo la cara que pone Jackson.

—¿Me seguirás viendo el miembro? —Enarco una ceja.

—Disculpe —quita su mirada de mi y me entrega la ropa.

Cierro la puerta. 

Después de debatir si me voy a la ducha o no, mejor actúo. Voy al cuarto de baño y veo a la general ducharse con los ojos cerrados. Me  despojo de la poca ropa que me queda y entro. Me pego a Elizabeth a mi cuerpo y dejo que el agua nos empape, ninguno dice nada y tampoco hace. Nos bañamos y salimos.

Me visto en la habitacion mientras la rubia lo hace en su closet, que parece una tienda de ropa. Me acomodo el camuflado y meto la cabeza por la camiseta de color negro. Amarro mis botas de cuero y busco a la pantuflas bonitas. Se esta aplicando no se que cosa en el cabello. Me pongo el reloj y veo la hora.

06:50 am.

—Eli, vamonos. 

Ella me mira por el espejo. Le enseño la hora y se voltea hacia mi.

—Andando, penecito. 

Voy a decir algo y ella ya ha atravesado la habitacion y baja las escaleras. La persigo y la detengo del brazo.