Capítulo 37. |Trampa mortal.

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Aaron.

Leah y Alexander se sonreían como dos enamorados en pleno pasillo de la clínica.

Estar sin ella de por sí es una mierda, verla nuevamente cerca de Alexander y pensar que él la está pretendiendo es una más grande.

La escena me quemaba los ojos y por más que intentaba disimular mis tremendos celos y mi incomodidad me era imposible, así que caminé hacia ellos con los puños apretados.

—Vaya, esta escena si que es bastante romántica.

Ellos voltean a verme y ella en especial se pone pálida ante mi presencia. Hace una semana que no la había vuelto a tener de frente y es increíble como esta mujer me pone de solo verla. Mi cuerpo reacciona cuando tiene el suyo cerca y esta vez puedo notar algo diferente en ella, pero no sé qué podría ser.

Ver a Alexander tocarla me hace tener malos recuerdos.

—Aaron.—Susurra ella haciendo que voltee a verla y mi cuerpo siente una descarga eléctrica en cuanto ambos compartimos una intensa mirada.

La ira empieza a crecer dentro de mí nuevamente y me río sin humor.

—¿Ya has vuelto a enamorarla? Pobre Hailey, sufriendo por alguien que no olvida a una mujer que nunca le será correspondida.

Él gruñe y me mira mal ante mi insinuación.

—No digas estupideces.—Me dice de mala manera.—No pienso darte explicaciones porque es más que obvio que no vas a escucharme.

No lo estoy soportando.

—Pues piensas bien, porque no me interesa.—Respondo a secas intentando fingir los celos que me están carcomiendo ahora mismo.

—Se nota que no te interesa, claro.—Me responde burlándose de mí.

Volteo a verla a ella y siento como el corazón me late a toda prisa reconociendo a quien mis ojos miran con tantas ganas. Estos días sin ella han sido una tortura y cuando la veo de frente es que me doy más cuenta que olvidar a Leah Jenner será todo un reto.

Ella se lleva sus manos a su vientre como en forma de protección, es como si estar frente a mí le hiciera daño y quisiera sostenerse de alguna cosa que le brindara estabilidad.

—Ambos son unos mentirosos, quizás desde el principio debieron ser pareja, creo que mentiroso con mentiroso se entienden mucho mejor.

Veo como su semblante cambia a uno de dolor.

—Aaron...

Ella detiene a Alexander en su búsqueda por explicarme las cosas.

—No te molestes en defendernos, no vale la pena.—Me molesta aún más la confianza que tiene con él.—Es obvio que cualquier cosa que digas solo empeorará las cosas.

Ella estaba tratando de evitar una pelea entre los dos, pero es que yo no pensaba hacerlo de todos modos, no vale la pena, ninguno de los dos vale la pena.

—Ya veo que el propio Noah tiene competencia, que bajo has caído Leah.

Mis palabras la lastiman evidentemente y yo me maldigo por haberlas dicho.

—Eso si que no te lo voy a permitir.—Me acusa Alexander.—No te refieras así a Leah porque no voy a tolerarlo, Aaron. No te pases. Estás cruzando una línea que te va llevar al infierno y no tendrás como salir de allí si no te callas.

¿Ir al infierno? Pero si toda esta maldita semana he estado más allá de eso.

—En el infierno estoy desde hace exactamente una semana, y eso es todo culpa de ustedes.—Los acuso nuevamente.—Pero ya lo entendí, y no pienso perder mi tiempo un segundo más.

Mi Liberación #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora