Epílogo.

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                                        🦅Aaron🦅

—Despierten tórtolos, ya amaneció.

Abro los ojos lentamente y siento a Leah que se remueve y se despierta de igual manera. Estábamos abrazados como normalmente dormimos y su cabello ha quedado enredado entre mis brazos, haciéndonos reír al momento de acomodarnos mejor en la cama y ver a las dos personitas que se encuentran delante de nosotros con un pastel en sus manos.

—Feliz aniversario a los papitos más increíbles de todo el mundo.—Canturrea Ava tambaleando el pastel.

—¡Cuidado Ava, se puede caer!—La reprende Levi, siendo siempre muy cuidadoso.

Ava rueda los ojos y vuelve a enfocarse en nosotros y sonríe.

—¡Vamos, pidan un deseo de aniversario!—Insiste ella.

Leah y yo nos miramos y sonreímos cerrando nuestros ojos y pidiendo nuestros deseos.

Y mi deseo era el mismo todos los años: tener a mi familia así siempre.

Leah y yo soplamos las velas y Ava deja el pastel a un lado y se lanza en medio de los dos para abrazarnos y llenarnos de besos. Levi la mira con los brazos cruzados algo cansado por las cursilerías de su hermana.

—No arruines el momento, Lev. Ven a darle amor a tus padres.—Le dice Ava y él resopla.

De igual manera se sube a la cama en medio de Leah y yo y nos abrazamos los cuatro en un abrazo familiar.

Ava y Levi siempre hacían esto en todos nuestros aniversarios, o cumpleaños. Nos levantaban con un pastel en manos siendo los primeros en hacerlo y eso era lo que los hacía felices a ambos.

Leah le llena el rostro a Levi de besos y luego pasa a Ava que suelta la risa cuando le empiezo a hacer cosquillas. Me llena de nostalgia ver cuánto han crecido, Ava cumplirá sus quince años en unos meses y Levi sus catorce, pero no parecen de la edad que tienen en especial Levi, que es alto, fuerte y promete ser igual que su padre de guapo y sexy.

—Mmm, te has duchado tan temprano, Ava. Eso no es normal en ti.—Le dice Leah a nuestra hija.

Levi suelta la carcajada.

—Al parecer hoy es un día importante para mí hermanita, no solo porque es el aniversario de ustedes.

Frunzo el ceño.

—¿A qué se refiere Lev, Ava?—Le pregunto bastante curioso.

Ella le dedica una mirada amenazante a su hermano.

—A nada, no le prestes atención a Levi, papá, sabes que siempre busca fastidiarme.—Resopla.—Es solo que ya están casi todos nuestros tíos aquí en la casa y no podía salir así sin bañarme para saludarlos.

—¿Qué hora es? ¿Cómo es eso de que ya todos están aquí?—Pregunta Leah viendo la hora en el reloj de la mesa de noche.—¡Válgame, Dios, son las once y media de la mañana!

Ella se pone de pie con la sábana envuelta y se pone un albornoz por encima.

—¿Cómo es posible que se nos fue toda la mañana durmiendo, Aaron?—Me reclama.

—Vaya San Pedro a saber lo que estuvieron haciendo toda la noche.—Dice Ava con las cejas levantadas.—¿No me digas que estás desnudo, papá? ¡Qué asco!—Grita cuando me ve un poco del trasero cuando intento ponerme un pantalón corto por encima.

Me río.

—Deja la grosería, Ava. Así fue que tú madre y yo te concebimos, a los dos, con mucho amor.

Mi Liberación #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora