Alexander.
¿Qué hace uno cuando se da cuenta que ya no hay vuelta atrás? Aunque la verdad, no es que antes de Aaron pedirle matrimonio a Leah yo hubiera tenido oportunidad alguna con ella. Eso ya lo tenía bastante claro y mi cerebro lo había procesado hace mucho tiempo, pero ver aquella escena me destrozó totalmente. Era una sensación extraña. Me sentía feliz por mi hermano, yo sé lo mucho que ama a Leah y todo lo que han pasado para poder estar juntos como se debe, pero también me sentía vacío, sentía como si las esperanzas de cualquier cosa en esta vida se hubieran esfumado con aquel momento.
Habíamos regresado al hotel la mañana siguiente. Aaron y Leah se habían quedado en el yate para celebrar su compromiso a solas y todos volvimos a las actividades del hotel ya que solo nos quedaba un día más en Hawái. Todos se dispersan al llegar al hotel y yo camino directo al bar por un trago que me ayude a olvidar todo este desastre de vida que llevo. Cuando el bartender me pasa el vaso de whisky tomo un sorbo y me quedo mirando el envase unos segundos. Siento como alguien se posa a mi lado y me doy cuenta que se trata de Murray.
—Un whisky, por favor.—Pide con urgencia y se sienta en el asiento de al lado.
Lo miro detenidamente y se ve claramente que no está nada bien.
—¿Y a ti qué te pasa?—Le pregunto directamente.
Él me mira y niega con la cabeza.
—Nada.—Responde así sin más.
Vuelvo mi vista al whisky y me río para mis adentros. Le doy un trago largo y dejo que el alcohol me queme la garganta.
—Que locura. Quien iba a pensar que te ibas a enamorar de Leah después que intentaste matarla aquel día.—Le digo llamando su atención.—Ahora estás aquí, sufriendo porque se va a casar con otro.
Él se toma de un sorbo su trago y guarda silencio unos segundos para luego mirarme.
—Tú debes estar pasándola peor que yo. Has estado enamorado de ella desde el mismo momento que Aaron, y nunca has podido tenerla.—El suspira.—Yo no podría intentar nada con ella porque le debo la vida y la lealtad a Aaron después de todo. Pero tú no le debes nada. ¿Por qué nunca le hiciste la guerra por la mujer que amas? ¿Qué te frena, Alexander? Sé que son buenos amigos pero a veces ni siquiera eso es excusa para luchar por aquello que se desea.
Lo miro lo bastante mal y pido otro trago.
—Eso no es asunto tuyo, Murray.—Le digo y me tomo otro sorbo largo de whisky. Ya estoy sintiendo los estragos en mi cabeza.
—Tienes razón. Solo quería comprender un poco más toda esta situación.—Expresa y se queda allí tomando conmigo.—¿Qué pasa con Hailey? He visto que han estado saliendo de vez en cuando. Es una mujer muy hermosa. ¿Qué no te gusta? ¿No crees que con ella puedas olvidar por completo a Leah?
Hailey, hasta su nombre suena tan angelical. No sé qué me pasa con ella. Me gusta, por supuesto que me gusta, pero esta obsesión que tengo por Leah siempre termina por arruinar cualquier cosa. La verdad es que Hailey no merece que jueguen con ella ni con sus sentimientos.
—Hailey merece algo mucho mejor, no a un hombre que busque olvidarse de otra mujer con ella.
Murray asiente despacio.
—Estamos jodidos. Debemos estar conscientes de que ni tú ni yo la va a tener nunca, y debemos seguir con nuestras vidas aunque haya que guardar el amor que sentimos por ella. No seas terco Alexander, Hailey puede ser la mujer que necesitas en tu vida. Al menos analiza todo lo que sientes cuando la tengas cerca. Eso te puede ayudar a definir tus sentimientos por ella. A veces sentimos cosas por ciertas personas que no sabemos hasta el momento de cometer algún error.
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Mi Liberación #3
RomanceTERCER LIBRO DE LA SAGA MI ASESINO FAVORITO. Meses después de Leah haber heredado toda la fortuna de Jojo, las cosas parecen empezar a encajar a la perfección. Todo aparenta marchar a viento en popa que no existe el tiempo para preocuparse por absol...