Pov Calle.
—Chef Daniela.
Giré mi rostro y Leonor se venía acercando a mi.
—¿Pasó algo?—Le pregunté de manera indiferente.
—Queria saber si quiere que termine con el masaje que le estaba dando en su oficina en un lugar más…privado.
Ella me susurró en el oído, yo sujete sus brazos y la separé de mi.
—Leonor, creó que te estás equivocando, yo no tendría jamás una relación con mis empleados, no me arriesgaría a tener sexo contigo y luego que vengas a ventilar nuestra intimidad en todo el restaurante.
—No tiene por qué ser así chef—ella volvió a acercarse a mí y sujeto mis hombros con sus manos—yo juro por lo más sagrado que tengo que seré lo más discreta posible, yo puedo serle útil intima y laboralmente.
Leonor busco mis labios con su boca, lo pensé por un momento, tener un poco de placer después de un día duro no me vendría mal, pero debo ser sensata y no pensar con la cabeza del pene.
—Lo pensaré Leonor, pero hoy no será ese día, ¡bonne nuit! (Buenas noches)
Terminé de ordenar todo, me dirigí al estacionamiento me subí en mi auto, estaba dispuesta a ir a mi departamento, beber algo de vino, darme un baño en mi tina y luego hacer cualquier cosa que se me ocurra. Cuando salí del estacionamiento y pase por enfrente del restaurante me di cuenta que Poche estaba ahí parada. Disminuí la velocidad y baje el vidrio de la puerta del lado del copiloto para hablarle.
—¿Qué hace aún aquí? Ya es tarde—Le pregunté, ella se acercó a mí auto para escucharme mejor.
—Lo sé…lo que pasa es que siempre tengo mala suerte con los taxis—ella me dijo seguido de una sonrisa—Pero creo que es mejor que camine un poco.
—Vamos, suba…la llevaré a casa—Le dije pero ella se quedó aún parada en el mismo lugar.
—No es necesario, Madame, estoy segura que no debe tardar en pasar un taxi.
No le dije nada, me baje del auto, me acerque a ella y abrí la puerta del copiloto.
—Suba—Me límite a decir.
Ella bufó y termino subiéndose en mi auto.
—No entiendo cómo es que su novio teniendo motocicleta no se preocupa en recogerla en el trabajo—Le dije mientras conducía por las hermosas calles de París.
—¿Mario?, O no él no tiene ninguna obligación conmigo—Ella me dijo, la miré y me encogí de hombros.
—Si usted lo dice está bien.
Seguí manejando en silencio hasta que ella lo rompió.
—Lo de hoy…le juro que mi platillo era excelente, algo debió haber pasado, yo tengo completa confianza en mí y en mi talento, acá hay algo raro—ella se escuchaba indignada.
—Eso espero, no quiero tener que volver a dar la cara por sus errores—Le dije de manera sería.
Ella bufó y luego se giró en el sillón para verme.
—¿Por qué no se relaja un poco? Ya se terminó la hora laboral, ya no tiene que ser tan rígida—ella me dijo sería.
—Eso es lo que iré hacer—Levante mis manos en redención, casi y me pega.
—Excuse-moi…me siento frustrada por lo que pasó hoy y me estoy portando como una idiota, yo solo quería agradecerle por no despedirme y también por el abrazo confortante que me dio…lo necesitaba y estar en sus brazos me hizo sentir mejor, quiero decir su simpatía.
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Cóseme
FanfictionDaniela Calle y María José son dos personas desconocidas con algo en común...un doloroso pasado que deberán superar. Para ambas no ha sido nada fácil superar a sus antiguos amores que forman parte y son los autores principales de que su pasado sea d...