Esta es nuestra noche.

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Pov Poche.

¿Estoy soñando? Porque si es así este sueño se siente muy real, separamos lentamente nuestras bocas y ambas sonreímos ¿Ustedes saben lo lindo que es sonreír después de un beso?, Ella me había besado tan despacio que se había sentido como un susurro...me había quedado atónita, las palabras no salían de mi boca, así que ella fue la que rompió el silencio que yacía entre ambas.

-Yo...lo siento, no quise faltarte al respeto-ella me dijo y yo negué rápidamente.

-No lo hiciste, no debes disculparte-Le respondí ya que de alguna forma u otra no me había desagradado que ella me besara.

Ella asintió con una sonrisa de boca cerrada y miró hacia el coliseo.

-¿Quieres que te tome una foto? Creo que la luz de la luna te favorece mucho-me sonroje ante su comentario.

-S'il vous plaît, madame (por favor, señora)

Ella saco su teléfono celular y yo pose ante la cámara, quería verme linda, quería que ella me viera linda.

-Mirá-ella me mostró la foto-saliste muy linda.

Me sonroje y le agradecí en un tono apenas audible.

-Merci, madame.

Respondí mirando la foto para evitar ver sus ojos, besarla se sintió bien, pero no sé si fue lo correcto.

-¿Qué se te antoja comer, Mademoiselle?-ella me preguntó.

Y antes de que le respondiera su celular vibró.

-Excusez moi, mademoiselle (discúlpeme, señorita).

Ella me dijo, saco su celular, parece que recibió un mensaje, pero a juzgar por su cara uno no tan bueno.




Pov Calle.

Todo iba bien, con ella me sentía como no me sentía en mucho tiempo, me sentía feliz, en paz, tranquila, todo era tan bueno para ser cierto, sentí que estaba viviendo un sueño, pero este mismo se terminó cuando un mensaje me volvió a la realidad. Estaba junto con Poche preguntándole que se le antojaba cenar cuando derrepente recibí un mensaje en mi celular y al verlo sentí que la burbuja en la que estaba metida se reventó.

Número desconocido:
Debiste haber sido tu...mi historia debió haber sido contigo.

La paz que sentía me fue arrebatada, apesar de que era un número desconocido logré distinguir de quien venía tal mensaje que cambió repentinamente mi humor.

-Madame, ¿Esta bien? Usted está pálida -Poche colocó su mano en mi hombro y me preguntó con preocupación.

Giré mi rostro para verla y negué rápidamente con la cabeza.

-¿Me darías un abrazo?-Le pregunté sintiéndome tan frágil que podría quebrarme en cualquier momento.

Ella no dijo nada, me rodeo entre sus brazos, yo recosté mi cabeza en su hombro, sentía un dolor horrible en mi pecho, ¿Por qué ella se empeña en seguir jodiendome la vida?, La odio...me odio...odio que a pesar de que ha pasado el tiempo su recuerdo aún sigue vivo en mi mente y que aún mi corazón se aferra a ella apesar de que ya no está. ¿Cómo se supera a la persona que te enseño por primera vez lo que es amar?

Ella separó su cuerpo del mío, tomo mi mentón y lo alzó, no dijo nada, simplemente me miró, yo miré sus ojos y en ellos encontré una salida del dolor que estaba sintiendo en este momento, un suspiro profundo se escapó de mi sistema, ella me sonrió y se sintió como un cálido rayo de sol en un día lluvioso.

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