Invitación al Café-bar.

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Pov Calle

-S'il vous plait (porfavor) Valentina acompáñame a mi oficina-Le pedí de favor a Valentina que me acompañe a mi oficina para poder terminar de aclarar unas cosas.

Sentía la mirada penetrante de Poche, quizá no le agrade que tome estás decisiones sin su consentimiento, pero...¡Surprendre! (¡Sorpresa!) Yo soy la jefa aquí y además Valentina es capaz de tomar sus propias decisiones.

Tomé asiento e invite a Valentina que hiciera lo mismo.

-Madame, estoy muy agradecida con esta oportunidad, Dios escuchó cada una de mis oraciones y usted fue la respuesta a ellas-Vale me dijo provocando mi sonrojó, es muy lindo escuchar esa referencia de mi.

-Simplemente soy la primera persona en reconocer y valorar tu talento-Le sonreí y deslice sobre el escritorio su contrato -necesito que leas y firmes tú contrato, básicamente establece ciertas cláusulas y además describe que trabajaras de siete a nueve de la noche y que te pagaré tres mil euros por noche, ¿Te parece bien? O crees que es muy poco el salario-Le pregunté.

Ella abrió su boca y negó rápidamente.

-Al contrario, es mucho más de lo que ganaba en Edén y además que aquí nadie me va a acosar y estaré cerca de mi hermana. ¡Merci beaucoup, Madame!

-Ya no agradezcas, Vale, la mejor forma que tienes para mostrarme tu agradecimiento es cantando como todo un Ruiz señor todas las noches.

Ella sonrió y limpio una lágrima que había rodado por su mejilla.

-Tengalo por seguro, Madame, jamás olvidaré lo que hizo por mi.

Ella se levantó de su asiento, se despidió de mi y luego salió de mi oficina.

Todos necesitamos de un empujoncito en la vida para cumplir nuestros sueños, se lo difícil que es estar en esa situación, cuando mi papá se fue a la quiebra y además mi boda se canceló por la misma situación me tocó trabajar duro por salir adelante. Estaba tan sumida en mis pensamientos hasta que escuche que tocaron a mi puerta.

-Adelante-indique.

-¡Bonjour, Madame! Que placer tenerla de nuevo por acá-alce mi vista y note que era Leonor.

Ella me sonrió y camino hasta a mí saludandome con un beso en cada una de mis mejillas.

-Bonjour, Mademoiselle Leonor...¿Qué la trae por aquí?-Le pregunté y ella me sonrió de forma coqueta.

-Venia a ponerme a sus órdenes, Madame, y además quería tomarme el atrevimiento de invitarla a ir a tomar algo y quizá a bailar un poco.

Leonor me sorprendió con su propuesta, pero a decir verdad no tenía nada que perder, el hecho de que salga con ella no quiere decir que vayamos a terminar teniendo sexo, como lo dije antes...no me acuesto con mis empleadas (Sí están pensando en Poche descartenla) lo que sucedió ese día ya no volverá a suceder más, ella me dejó en claro que fue un error y que todo debía volver a la normalidad.

-Esta bien, Leonor, después del trabajo podemos ir a donde tú quieras-Le respondí.

Ella colocó sus manos sobre el escritorio y reclinó su cuerpo dejando a la vista sus pechos.

No mires Daniela, no mires...¡les diables! (diablos) solo una mirada y ya, Leonor me guiño un ojo y retomo su postura.

-Estare ansiosa porque se terminé la jornada laboral, Madame-Ella me respondió.

-Muy bien...Leonor, puedes llamar a Mademoiselle Poche, S'il vous plait ( porfavor)

-Avec plaisir, Madame. (Con mucho gusto, señora)

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