El anillo.

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Pov Poche.

Ya había terminado de preparar los platillos junto con los cocineros. Decidí como siempre salir al área de restaurante para escuchar a mi hermana cantar. No pude evitar sonreír de orgullo al verla, desde niña fui testigo de cuánto le apasionaba cantar mientras tomaba los vestidos de mamá y sus joyas. Giré mi rostro y me sorprendí al ver a Gabriel viendo fijamente a mi hermana, podía percibir una energía diferente en él cuando estaba cerca de mi hermana. Me preguntó si yo me veo de la misma forma cuando Daniela está cerca.

Me acerqué a Gabriel, le toque el hombro y él se sobresalto.

-¡Oh, Poche!, Me asustaste-él me dijo recuperándose del susto.

Me reí y lo saludé con un beso en ambas mejillas.

- Excuse-moi (Discúlpame) no fue mi intención.

-Oh, no te preocupes, Chéri.

-¿Te gusta?-le pregunté y él se atragantó con su bebida.

-¿¡Qué!? ¿Quién?-él me preguntó super sonrojando.

-Como canta-Le respondí y él se relajó.

-Por supuesto, canta muy hermoso, ella es... Magnifique (magnífica). Digo, como cantante es maravillosa.

Entrecerré mis ojos al verlo y él sonrió nervioso.

Sentí dos manos masajear mis hombros, toque sus manos y las acaricie, sabía perfectamente que era ella, ya conozco sus manos a la perfección.

-¿Puedo saber de qué tanto hablan?-ella nos preguntó y se sentó a nuestro lado.

-Hablamos de que soy el más guapo de la familia, ¿Verdad, pochesita?

-¿Excuse-moi?-Daniela dijo ofendida y giró su rostro para verme.

Me reí y tomé su rostro entre mis manos.

-No es cierto mi amor, para mí tú eres la persona más hermosa del universo-Le di un casto beso en sus labios.

-Eso me gustó, dame otro -La volví a besar.

-Otro-la volví a besar.

-Otro-de nuevo la besé.

-ot...

-¡YA!, Ya fue suficiente, ¿No pueden estar cinco minutos sin besarse? ¡Mon Dieu!

Gabriel se levantó molesto de su asiento, tomo su bebida y se fue. Calle y yo nos reímos, ya sabíamos cómo era Gabriel.

-Te tengo una sorpresa-ella me dijo tomando mis manos para jugar con ellas.

-¿Así? ¿Y cuál es esa sorpresa?

-Si te digo dejará de ser sorpresa-ella me dijo haciendo gestos de que era lo más obvio del mundo.

-No puedes alterar mi paz así como así -le dije golpeando su nariz despacio con mi dedo índice.

-Nos iremos de viaje este fin de semana.

Abrí mis ojos como platos al escucharla, nunca había viajado tantas veces en el año, para ser sincera antes de conocer a Daniela lo más lejos que viajaba era a visitar a mi papá, nada más.

-¿A dónde?-Le pregunté sintiéndome emocionada como una niña pequeña.

-Iremos a...no, eso no lo sabrás hasta que estemos en el avión-ella me dijo y me queje.

-¡Eres una tramposa!-Le dije picando sus costillas y haciéndola reír.

-Te amo-ella me dijo.

Colocó su mano en mi nuca y me atrajo hacia a ella y sí...entre en el trance de sus labios, en esa sensación única e inigualable que sentía al momento de besarla.

Cóseme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora