7- La cita

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Barcelona

Olivia y Gavi se encontraban en el coche del chico. Ella lo encontraba un poco ausente.

- Oye, ¿estás bien?- preguntó la chica.

- Sí, sí.

- Si es por lo que dijo Pedri, no te preocupes. No hace falta ir tan rápido. Además, un hijo más es una gran responsabilidad y...

- No es por eso Olivia. Es por Adri. - la interrumpió.

- Adri estará bien. Está con Pedri. Que es como su tío.

- Tampoco es por eso. No sé si va a aceptar que yo sea su padre. Se lo solté muy de golpe.

- No te preocupes Pablo. Es un niño pequeño, en 2 años como muy tarde, se olvidará de eso. Sabrá que eres su padre, pero tienes que darle tiempo.

- Tienes razón. Ahora voy a disfrutar de su madre que ha accedido a darme una segunda oportunidad.- ella rió.

Por fin llegaron al restaurante donde la cita tendría lugar. Entraron y aquel lugar hizo que Olivia se sintiera diminuta. Era enorme.

- Esto es precioso Pablo.

- No tanto como tú. Intenté buscar alguno que sea tan increíble como tu, pero sin éxito, porque no existe.

- Cursi como siempre. Qué raro.

- Dí lo que quieras, pero en el fondo te ha gustado.

Ella no contestó con palabras, sino con una sonrisa que decía claramente que aquellas palabras hicieron que se le erizase la piel y le provocaran mariposas en el estómago.

Se dirigieron a la mesa que reservaron, se sentaron y le echaron un vistazo a la carta.

- ¿Qué van a querer tomar?- preguntó el camarero.

- Vino blanco, por favor.- contestó Olivia.

- A mí un agua.- el camarero les tomó nota y se fue.

- Qué raro que tú pidas agua.

- Es que el nutricionista me deja tomar solo un poco de alcohol a la semana.

- ¿Y por qué no aprovechas hoy?

- No me apetece la verdad.

Mientras a ellos les traían la cena, en casa de Olivia, se encontraban Adrián y Pedri. Se encontraban haciendo magdalenas con pepitas de chocolate.

- ¿Qué te pasa peque?- preguntó el canario al notar que el niño estaba muy callado.

- Es que hoy mi mami me dijo una cosa.

- ¿Qué cosa te dijo?- Pedri actuaba como si no supiera nada.

- Me dijo que mi papi es Pablo.

- ¿Y qué te parece? ¿Te gusta que Pablo sea tu papi?

- No sé. Él hase o que hasen otos papis con sus hijos, pero...- se le salió una lágrima.- no quedo que mi mami se olvide de mí.- se abrazó en la pierna de Pedri.

- Campeón, ella no se olvidará nunca de tí. Cuando ayer estuvimos en Noruega no paraba de hablar de tí.

- ¿En sedio?

- Sí. Nos decía a todas horas que te echaba de menos y que quería volver ya a casa para poder verte.

- Entonses... mami me quede.

- Claro que te quiere tonto. Eres su hijo. Nunca va a dejar de quererte. ¿Ahora quieres a Gavi como papi?

- No sé. Me cae ben y io quería un papi, pero me da medo que mami se olvide de mi.

El padre de mi hijo- Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora