7- Agujas

982 55 0
                                    

Barcelona

A la mañana siguiente, la familia ya estaba en el hospital. Los cuatro se encontraban esperando en una habitación. Adrián vestía con un vestido de hospital mientras que sus padres y su hermana esperaban sentados en un sofá que había en dicha habitación.

Los cuatro hablaban hasta que la puerta se abrió.

- Hola Adri.- dijo una enfermera.- ¿Estás preparado?

- La verdad es que no, pero cuanto antes lo haga antes volveré a jugar.

- Me gustan tus ánimos. Bueno, pues te vamos a llevar ya a la sala de operaciones, ¿te parece?

- Vale.

- En tres horas ya estará de vuelta, así que no os preocupéis.

- Vale, gracias.- dijo Olivia.

- Bueno chaval, hasta dentro de tres horas.- le dijo su padre.

- Ya verás como no te enteras de nada.- la animó su madre.

- ¿Dani cuándo se tiene que hacer el análisis?- preguntó el chico.

- Podemos ir cuando queramos.- contestó Gavi.

- ¿Podéis esperar a que salga yo? Es que quiero estar con ella. Si no se pone muy nerviosa.

- No cielo, cuando salgas vas a estar adormilado. No te preocupes por ella. Es solo un pinchazo y ya.- comentó la chica.

- Familia, me tengo que llevar ya a Adrián, si no os importa.- dijo apurada la enfermera.

- Ah, perdón.- se disculpó el sevillano.- Chao peque.

- Adiós.

Al día siguiente Adrián estaba en su casa con Gavi, mientras que Olivia y Daniela estaban en el médico ya que le habían dado los resultados de la analítica.

- ¿Hay algo mal en su análisis?- preguntó la madre al ver la cara que ponía el profesional.

- Es muy probable que la pequeña tenga diabetes.

- ¿Diabetes?- repitió sin creérselo Olivia.

- Sí. No es tan grave, seguramente sea del tipo 1.- se dirigió a la niña.- Cielo, ¿últimamente te has encontrado mal?

- Se ha encontrado muy cansada.- contestó la madre por ella.

- Olivia, si no te importa quiero que me conteste ella.- dijo amablemente.

- Cierto, perdón.- se disculpó nerviosa.

- Me sentí cansada.

- Vale. Te voy a dar varios síntomas y tú me vas a decir si te ha pasado habitualmente o no, ¿de acuerdo?- la chica asintió.- Vale. ¿Has tenido mucha sed?

- Sí.

- ¿Te has mareado?

- Sí.

- ¿Sentiste como si estuvieras débil?

- También.

- ¿Te sentiste mejor cuando tomabas algo dulce?

- Ajá.

- ¿Tuviste cambios de humor bruscos?

- Sí, pero ¿eso no tendría que ver con la regla?

- Hay veces que las mujeres tienen cambios de humor repentinos, pero es un síntoma repetitivo. Igual que los mareos, eso se repite en la hipoglucemia, migraña, fuertes dolores, entre muchos otros.

- No me queda claro. ¿Tengo o no tengo diabetes?

- Con todo lo que me has confirmado, sí. Tendréis que comprar un glucómetro.

El padre de mi hijo- Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora