New York
Pasaron los días y el último de ellos iban a ir a Manhattan, pero antes de salir del hotel Olivia decidió llamar a su hijo por videollamada.
- Hola cariño. ¿Qué tal está mi T-Rex?
- Muy bien mami. Os echo de menos.
- ¿No te lo pasas bien con Pedri?
- Sí, pero os echo de menos.
- Hola campeón.- entró Gavi en la videollamada.
- Pablito. ¿Cuándo vais a venir?- gritó Adri con una sonrisa.
- Hoy por la noche nos iremos a casa, así que te iremos a buscar sobre las 12 de la noche.
- Vale.
- ¿Puedo hablar con Pedri?
- Pepi, mi papá quiere hablar contigo.- el pequeño le dió el móvil al canario.
- Hola bro, ¿qué tal?
- Genial tío. ¿Qué tal se está portando el peque?
- La verdad, es que es un angelito.
- Es que es hijo de su madre.
- Oye, ¿qué tal...?- el canario le enseñó el dedo anular para preguntarle qué tal la pedida de mano.
- Pues, resulta que...
- Calla.- le interrumpió Olivia pensando que hablaba del embarazo.- Se lo decimos en persona.- le guiñó un ojo.
- Vale.- rió el sevillano.- Lo siento tío, te tendrás que aguantar. Te lo diremos mañana.
- Joder, ¿estáis de coña?
- Esa boca, que estás con mi hijo.- le riñó la chica.
- Perdón Oli.- se disculpó.
- Bueno, os dejamos que vamos a ir a Manhattan.
- Joder, que morro. Mandarme fotos.
- Pedri.- le volvió a reñir Olivia.
- Ya me callo, ya me callo. Chao chicos.
- Más te vale no decir más palabrotas delante de mi hijo.- le advirtió ella.
- Te juro que no.
- Espero.- rieron ambos.- Adiós.
- Chao, Adri te quiero.- gritó el sevillano para que su hijo le escuchara ya que se encontraba jugando con los dinosaurios.
- Y yo papi.- hizo lo mismo Adrián.
- Adiós.- se despidió Pedri y colgó.
- Noto a Adri más mayor.- admitió Olivia.
- Debe de ser porque hace días que no lo ves y a lo mejor creció un poco.
- Lo echo mucho de menos.
- Y yo, pero hoy ya lo vamos a ver, pero mientras tanto vamos a disfrutar de las últimas horas que nos quedan juntos.
- Me parece bien.- se dieron un beso abrazados y salieron de la habitación.
Pasaron todo el día sacando fotos y divirtiéndose.
Cuando ya eran las tres de la tarde se fueron al aeropuerto para estar 45 minutos antes del vuelo. El avión salía a las cuatro menos cuarto.
Ese viaje era sencillo. Sin aviones privados, sin gastar dinero a lo loco... El hotel que Gavi había reservado no era de lujo, porque sabía que esas cosas no le gustaban a Olivia. Ella era sencilla. A lo largo de su vida rechazó 2 trabajos que le ofrecían casi 100 mil euros por sacar fotos en cada partido. No le gustaba aparentar, y mucho menos tener de más. Al sevillano eso le gustaba, la hacía especial, única.
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El padre de mi hijo- Pablo Gavi
RomanceOlivia vuelve a Barcelona después de 4 años por un trabajo que le ofrecieron. Se mudará con su hijo, Adrián, de tan solo 4 años. Allí se reencontrará con Gavi, que hace los mismos años que Adrián , estuvieron juntos, pero Olivia no va a ser capaz de...