Barcelona
Al día siguiente, Olivia y Adri se habían despertado así que se habían ido al salón para poder hacer el desayuno. Leire, se despertó, y como no vió al niño en su cama fue a la habitación de Gavi y se tumbó a su lado.
Cuando Olivia vino a la habitación para cambiarse, se los encontró abrazados así que decidió sacarles una foto. Después de eso, balanceó a Gavi para despertarle.
- Pablo, son las nueve, tienes que ir a entrenar.
- 5 minutitos más.
- Pablo, vas a llegar tarde, venga.
- Ostias. ¿Qué hace Leire aquí?
- No sé. Cuando yo me levanté no estaba. Seguramente se vino cuando estábamos abajo.
- Bueno, voy a intentar no despertarla.
Gavi se movió levemente, pero Leire se dió cuenta y se movió. Lentamente abrió sus ojos, dejando ver su color verde, el color favorito de Adrián.
- Buenos días princesa.- la saludó el futbolista con un beso en la frente.
- Buenos días.
- ¿Qué tal has dormido?- se interesó Olivia sentándose al lado de la niña.
- Muy bien. Me gusta vuestra cama. Es muy blandita.
- Muchas gracias.
- Quiero ir al cole.- dijo Leire.
- Aún no puedes cariño, tienes que estar mejor para volver.- respondió la chica.
- Pero ya me encuentro mejor.
- A ver.- Gavi apoyó una mano con cuidado en la frente de la niña.
- Aún estás un poco caliente. Hacemos una cosa. Si tienes menos de 37 te llevamos al cole.
- Vale.- contestó la niña emocionada.
- Oli, mi vida, me puedes pasar el termómetro de mi mesilla.
- Claro.
Olivia cogió el termómetro con forma de dinosaurio y se lo puso debajo de la axila, de forma que Leire se estremeció.
- Me hace cosquillas.- dijo riéndose.
- Aguanta un poquito.
- ¿Sabes que Adri y Pablo también tienen cosquillas?- le informó Olivia.
- ¿En serio?
- Sí.
- Bueno, tú tienes cosquillas en otras partes.- el futbolista le guiñó un ojo.
- ¿En dónde?- se interesó la niña.
- En los pies.
- Yo también tengo.- dijeron a la vez Gavi y Olivia.
De repente se abrió la puerta dejando ver una figura pequeña que se tuvo que poner de puntillas para abrirla. Era Adrián.
- ¿Por qué estaba solo en el salón?
- Perdón cielo.- se disculpó Olivia.
- ¿Qué hace ella en vuestra cama?- preguntó señalando a Leire.
- Tiene el termómetro puesto. Le hemos dicho que si tiene menos de 37 que podía ir hoy al cole.
- Yo también quiero ir al cole.
- Vale. Cuando el termómetro pite, te lo ponemos a ti.- justo cuando terminó de hablar, pitó.
- Vamos a ver si esta pequeñaja sigue teniendo fiebre o ya puede volver al cole.- dijo Gavi sacándole el termómetro. Lo vió y se lo enseñó a la niña.- Tienes 36,7.
ESTÁS LEYENDO
El padre de mi hijo- Pablo Gavi
RomanceOlivia vuelve a Barcelona después de 4 años por un trabajo que le ofrecieron. Se mudará con su hijo, Adrián, de tan solo 4 años. Allí se reencontrará con Gavi, que hace los mismos años que Adrián , estuvieron juntos, pero Olivia no va a ser capaz de...