3- Lesión

1.1K 68 0
                                    

Barcelona

Pasaron unas semanas y se encontraban en el partido de Daniela y Alba. Estaban en el pabellón, donde después del partido de las chicas, se disputaría otro de baloncesto.

- ¿Estás nerviosa?- le preguntó Alba a su amiga antes de salir a la pista.

- Un poco. Las gradas están muy llenas. Qué vergüenza.

- Creo que voy a vomitar.

- Oye, no te preocupes, nos va a salir muy bien. Vamos a ganar porque somos las mejores. Las vamos a machacar. No saben contra quienes juegan.- la animó.

- Tienes razón. Vamos a matarlas.- dijo saltando de la ilusión.

- Eh, tampoco tanto, fiera. Con machacarlas y ganar ya vale.

- Perdón, los nervios me vuelven loca.

- Normal, es el primer partido serio que tenemos.

- Chicas, vamos a demostrarles a esas quienes mandan aquí, ¿vale?- gritó la entrenadora.- Ahora quiero que salgáis y ganéis. ¿Entendido?

- Sí entrenadora.- dijeron todas a la vez.

- Salir, va a empezar el partido. Suerte chicas.

Todas empezaron a salir hasta su campo. Las contrincantes ya estaban en sus respectivas posiciones. Daniela vió a las gradas y su vista se fijó en Iván, que la estaba saludando al lado de Adrián que lo miraba mal.

- Abby, está Iván.-le dijo ella.

- No te centres en él. Céntrate en la pelota y machacarlas. Luego ya os podreis liar a solas.

- Tía, qué asco das.- se rió y volvió a su posición.

El árbitro pitó y la pelota se puso en juego. Durante todo el partido llevaron ellas la delantera por mucho. Terminó el partido y todas se abrazaron. Volvieron al vestuario y la entrenadora las felicitó mientras que ellas se aseaban.

- Dani, Alba.- gritó Leire entrando en el vestuario.- Primero enhorabuena por la victoria.- les dió un abrazo.- Y segundo, vuestros padres os están esperando para ir al partido de vuestros hermanos.

- ¿Tú no vienes?- preguntó Daniela.

- No, me voy a quedar un rato a ver el partido de Javi, pero luego voy. Venga, daros prisa que ya llegan tarde.

- Vale, gracias. Cogemos nuestras cosas y vamos.- contestó Alba.

- Yo me voy, que va a empezar el partido de Javi. Chao chicas.

- Adiós.- dijeron a la vez.

Leire se fue y a los pocos minutos las chicas también. Al llegar cada una a su coche se pusieron en marcha hasta el campo.

Cuando llegaron, Adrián y Jack se fueron corriendo hasta el vestuario mientras que los demás se sentaban en las gradas.

Por fin empezó el partido y los chicos salieron para ponerse en sus posiciones.

Jack seguía siendo el portero y su amigo era centrocampista, como su padre.

En la segunda parte, Adrián tenía la posesión del balón y un jugador del equipo contrario le dió un golpe con su pierna en la rodilla del chico.

Este se cayó al suelo del dolor, haciendo que el hijo del neerlandés saliera de su área y fuera a ayudar a su amigo. Los fisios del Barça también fueron.

- Adri, ¿te encuentras bien?-le preguntó uno de los médicos.

- No, me duele muchísimo la rodilla.- contestó al borde de llorar.

El padre de mi hijo- Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora