6- Cena

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Barcelona

Cuando llegaron a casa, Olivia estaba en la cocina preparando la cena. Mientras Gavi cerraba la puerta, Adrián fue hasta su madre para saludarla.

- Hola mamá.- dijo posando un beso tierno en la cabeza.

- Hola cielo. ¿Qué tal con los chicos?

- Con Jack guay, pero Leire sigue siendo igual de insoportable que siempre.

- Cariño, teneis 17 años, tenéis que aprender a llevaros bien.

- Ni de coña mamá. A esa no pienso ni tocarla con un palo.

- Bueno, ¿quieres dejar de quejarte de Leire y ayudarme con la cena?
- ¿No puede ayudarte Dani?

- Tu hermana se encuentra mal, así que no.

- ¿Otra vez?- preguntó preocupado Gavi.

- Sí, dice que está muy cansada y mareada.

- ¿Pediste cita para el médico?

- No, ¿puedes llamar tú y pedir cita?

- Claro, ¿el médico de siempre?

- Sí.

- Vale, vengo ahora.- dijo saliendo de la cocina hasta el jardín.

- ¿Qué quieres que haga mamá?- le preguntó Adrián a su madre.

- ¿Puedes poner la mesa?

- Estoy en muletas.

- ¿El mantel al menos lo puedes poner?

- Eso sí.

- Vale, cógelo en el cajón de abajo.

- ¿Este?- preguntó cogiéndolo.

- Sí.

- Vengo ahora, voy a ponerlo.

Mientras él intentaba poner lo que podía en la mesa, Gavi terminó de hablar con el médico, así que fue a la habitación de su hija.

- Cielo, ¿puedo pasar?- preguntó desde el otro lado petando en la puerta.

- Sí.

- ¿Qué tal? Tu madre me dijo que estabas cansada.

- Es que voley me cansa mucho.

- No vas a entrenar desde hace 4 días. No tiene sentido que te canses ahora y no mientras entrenas.

- Será la regla.

- ¿Quieres hablar eso con mamá?

- No, no. No hace falta.- contestó riendo.

- Bueno, yo voy a estar abajo haciendo la cena, pero si necesitas cualquier cosa, nos llamas, ¿vale?

- Vale papá. Gracias.

- Te quiero.- dijo dejando caer un beso en su frente.

- Y yo.

El padre se fue y bajó las escaleras. Al llegar al piso de abajo vió que su hijo estaba sentado en el sofá.

- ¿Te duele la rodilla?- preguntó preocupado.

- No, pero es que no puedo ayudar más.

- Bueno, lo que hayas hecho seguro que fue suficiente.

- Puse solo el mantel.- contestó decepcionado.

- Mejor eso que nada.- dejó de hablar con él y se dirigió a la cocina, donde estaba su mujer. Decidió sorprenderla abrazándola por detrás.- Hola cielo.- dijo acercando sus labios a los suyos para que lo besara.

El padre de mi hijo- Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora