Capítulo 21: Un destrozo

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Cuando salimos del bar ya casi estaba amaneciendo y miré un pequeño grupo de gente alrededor de mi coche, Jason se quedó hablando con un tipo más atrás mientras yo avanzaba hasta mi coche.

-Si es tuyo, creo que alguien se ha molestado contigo - me dijo un chico

-¿Qué? - le contesté sin saber a que se refería

Giré la mirada al coche y vi que se habían ensañado con él, me habían pinchado las cuatro ruedas y me habían roto el cristal trasero, ahogué un grito sordo y me llevé las manos a la cara sin dar crédito de lo que estaba pasando.

-¡Joder no! - empecé a sollozar y a dar vueltas mirando mi coche

¿Quién había sido el idiota que me había destrozado el coche y porque?... Seguía sin poder creérmelo cuando vi como Drew salía del local.

-Niña ¿Qué le ha pasado a tu coche? - me dijo Drew a modo de asombro

- Drew... - se me quebró la voz porque ni siquiera sabía como arreglar aquel problema

Drew me miró y se acercó. Mientras Jason se acercaba a mi con paso rápido y determinado.

-¿Quién te odia tanto para hacerte esto niña? - Me decía Drew mientras le daba la vuelta al coche para mirar como estaba

-No puedo creerme esto... - le dije en voz baja - Voy a llamar al seguro y volveré a casa

Cuando me puse a coger los papeles del coche para llamar al seguro alguien se me acercó por detrás y me puso una mano en la espalda, era cálida y muy reconfortante, al instante supe de quien era por que volví a notar ese olor a tabaco.

-Emma, déjalo, te harán mil preguntas, vendrá la policía a cogerte un atestado... Tengo un amigo que puede dejarte el coche perfecto, él se encarga - me dijo con una voz muy serena

-Jason, te lo agradezco, pero ahora mismo no tengo dinero para pagar este destrozo y... - intenté explicarle

-No te va a costar nada, confía en mi - me dijo tendiéndome la mano para que me incorporase

-No puedo pedirte ese favor, de verdad - le dije en voz baja

-No me lo has pedido tú, te lo he ofrecido yo, tranquila esto es lo de menos - me tranquilizó

Lo miré pensando que él no tendría problemas con el dinero, pero para mi iba a ser un problema muy grande.

-Puedo pagártelo en un par de veces - Le dije para que no pensara que iba a dejar sin pagarle aquel destrozo

-Te llevo a casa anda, que la noche ya ha sido muy larga - Me dijo mientras me ponía una mano en la espalda para acompañarme a su coche

Cuando me monté olía a él. Era un mercedes GLE Coupé en color negro, y aunque ya había estado en él, me parecía el lugar más cómodo y seguro para estar en ese momento.

Él guardó un maletín en el maletero y subió.

-¿Estás bien? - me dijo mirándome y esperando una respuesta sincera

-He tenido días mejores - le dije mirándome las manos

Él arrancó el coche que apenas hizo ruido y me llevó a casa, aparcó en la entrada y apagó el motor.

Me giré sin quitarme el cinturón

-Hoy es la segunda vez que me salvas de un problema... - le dije con una sonrisa

-¿No está mal no? - me dijo sonriéndome a mi también

-Espero que Drew no se haya enterado del incidente si no mañana tendrás a otra chica sirviéndote champagne - le dije con mejor humor del que estaba

-Espero que sepa que la ginebra no me gusta - me dijo mirando al frente

Ambos reímos un rato por acordarnos de aquello.

-Mañana te traerán el coche - me informó

Me bajé del coche y cuando estaba entrando en casa giré la vista aunque ya se había marchado. Yo cerré la puerta y sonreí aunque no sabía muy bien porque.

Me senté en el sofá porque la noche había sido de lo más intensa y apenas tenía fueras para subir las escaleras. 

Saqué el teléfono y lo llamé.

-¿Pasa algo pequeña? - me dijo serio

-Es solo que estoy jodida hoy... - le solté siendo lo más sincera que pude

-Lo se, olvídate del coche, mañana lo tienes ahí, déjame ocuparme a mi de eso - me dijo honestamente

-Jason, arreglarlo va a costar carísimo y yo... - entonces oí como frenaba el coche en seco

-¿Confías en mi Emma? - me preguntó muy serio

-Si - le dije al instante

-Entonces olvídalo - me soltó - Descansa y llámame cuando te despiertes 

Colgamos y yo me sentía al borde de millones de emociones que no sabía ni explicar. Le pedí a Anna que llevase al cole a Wyat y creo que ambos notaron que estaba realmente agotada y jodida, así que ninguno pregunto nada.

Me metí en la cama y lloré todo lo que pude hasta quedarme dormida.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora