Eran las cinco y veinte de la mañana Jason estaba trabajando y yo seguía en la cama intentando volver a dormirme, algo que ya dejé por imposible.
Quedaban dos días, para despedirnos, dos días para el día más peligroso de nuestra vida y yo seguía con este presentimiento de que las cosas no irían bien.
Cuando me vine a dar cuenta tenía las manos en la tripa y no quería imaginar tener que dar a luz sin él, tener que volver a explicarle a un niño que se iba a criar sin padre y tener que volverle a romper el corazón a Wyat.
Cogí el teléfono y le envié un mensaje a Jason: "Vuelvo a despertar sin tenerte en la cama"
Me levanté y abrí las cortinas y las ventanas para que entrase el oxigeno porque parecía que me costaba respirar, aunque sabía que no era aquello lo que me tenía así.
Entonces se abrió la puerta, me giré y lo vi apoyado en el marco de la puerta, mirándome, pensando lo mismo que continuamente pienso yo.
Me vibró el teléfono, era un mensaje de él, que me miraba sin decirme nada: "Lo siento, el puto trabajo esta haciendo que me olvide de lo más importante"
Me acerqué a él que me aupó y yo me enredé en su cintura.
-Buenos días pequeña
-Buenos días cariño
Me dejó en la cama de nuevo y él se tumbaba a mi lado.
-¿Porque estas despierta tan temprano? - me pregunto bajito para no despertar al resto
Podría decirle la verdad, que tenía aquel presentimiento de que las cosas no saldrían bien, de que no quería separarme de él y que no se le ocurriese morir y dejarme sola, pero no quería que cargase con más de lo que ya hacía.
-El bebé... - le dije poniéndole la mano en la tripa
Él sonrió. Me dio un beso en la tripa y le habló cosa que me derritió el corazón para el resto del día.
-Se bueno con mamá, que ya tiene bastante conmigo - me devolvió una mirada y yo le hice mimos en la cabeza
-Tenemos que contarle a Wyat que nos mudamos - le recordé
-Si, luego se lo decimos - me dijo
-¿Puedo ayudarte en algo? - le dije mimándolo con caricias en la espalda
-No, todo esta hecho, solo estoy terminando algunos flecos con los chicos, ya tienen su dinero y solo me queda dar las llaves de esta casa - me dijo recordando lo que tenía que hacer
-Genial, ya queda poco - le intenté animar
-¿Te apetece cenar hoy conmigo? - me dijo acercándose a darme un beso
-¿Estas proponiéndome una cita? - él me sonrió al instante y asintió
-En el mismo lugar que la primera - me dijo
Entonces millones de imágenes me vinieron a la mente, aquel caserío, con aquel reservado, aquel metre y aquella comida espectacular, sobre todo el postre...
-Me encantaría
-Estate lista a las ocho - me dijo incorporándose y arreglándose un poco la camisa y la chaqueta.
Cuando me levanté ya se había ido pero me había dejado una sonrisa con aquel detalle. Me vestí con un pantalón de vestir de pierna ancha y una camisa celeste de botones, me dejé algunos sin abrochar para hacerle un escote bonito y me puse unos tacones no demasiado altos.
Llegué abajo y vi que la oficina de Jason estaba abierta, debía de estar dentro, pasé por delante y fui directa a por un café antes e que Wyat se despertase. Madison ya estaba porque aunque no la había visto olía a café recién hecho y a tostadas.
-Querida, estás radiante - me dijo mientras me tendía una taza de café
Me acerqué y le besé en la mejilla.
-Te quiero tanto - le dije casi en el oído
Me sonrió y me tendió un trozo de tostada que acepté de muy buen agrado. Entonces vi a Jason con tres chicos que no me sonaban de nada, ni recordaba haber visto antes. Me giré hacía Madison y me dijo bajito:
-Vienen a desmantelar algunas cosas de la casa - me informó
Entonces me giré y di los buenos días y mi marido me miró mordiéndose en labio inferior y no pude evitar sonreír más para mi que para el resto.
En un instante lo tenía a mi lado.
-Estás... preciosa - me dijo acercándome a él
Le acerqué la tostada y le dio un mordisco. Cuando terminamos de desayunar Madison había subido para arreglar a Wyat para el colegio y Jason se había metido en la oficina.
Yo mientras, me puse a recoger las cosas nuestras del desayuno.
-¿Puedo pasar a la cocina...? - oí una voz
Me giré y era de uno de los jóvenes
-Perdone, es para quitar las cámaras - me informó sonriéndome
-Si claro, perdona, todo tuyo
Me quité de la cocina y el chico se puso a trabajar allí y para no molestar me fui a la entrada a meter en el bolso las cosas que necesitaba hasta que vi a Jason mirar con muy mala cara la chico que al parecer se había quedado mirándome.
-Ven - me dijo
Entré en la oficina
-¿Que hace ese tío mirándote? - me soltó
-Jason, no seas tonto - le dije girándome para irme - solo me había pedido permiso para entrar en la cocina
-Ya, y así tenerte más cerca - me giré sobre mis pies
Ahí estaba mi celoso y territorial.
-¿Celoso? - le dije mirándole con los brazos en jarra
Se hizo un silencio entre los dos, me sostuvo la mirada hasta que terminó confesándose
-Si, mucho - me dijo acercándose a mi cuerpo
De repente se me ocurrió una idea, quería darle confianza y se la iba a dar. Lo cogí de la mano, salimos de la oficina y me lo llevé a un punto del salón donde sabía que el chico podía mirar sin problemas, entonces lo senté en el borde el sofá y me senté ahorcajadas suyas y le besé con muchas ganas, mi chico me sonrió porque entendió lo que estaba haciendo me cogió mientras yo enredaba mis piernas en su cintura y me presionó contra el cristal, pude ver como el chico miraba y Jason también.
-Joder pequeña... - me dijo al oído mientras seguíamos allí sin separarnos
-Tuya - le dije mientras seguíamos rozándonos.
Al instante me soltó, y me besó en la frente, se giró y miró al chico.
-¡Tu! A tus asuntos - me cogió de la mano y me volvió a llevar a la oficina
-Esto que acaba de hacer ha sido increíble - me dijo acorralándome de nuevo para tocarnos
-Todo esto - le dije mientras pasaba mi dedo por mi ropa - es tuyo
Me miraba mordiéndose el labio.
-¡Papá!
Nos desenredamos y nos recompusimos, ahora tocaba ser padres.
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La mafia y él
RomanceEl mundo de Emma empieza a derrumbarse y se ve rodeada de problemas que nunca pensaba tener y a cargo de un hermano pequeño de cinco años. Jason es un narcotraficante, alejado del mundo real, caprichoso, celoso y compulsivo. Ambos se encuentran y y...