Capítulo 18: Sexo

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En cuanto el metre se fue de aquella sala, fruto de aquellos besos y del vino me puse encima suyo, él se echó para atrás al verme, creo que sorprendido y me puse ahorcajadas encima suya.

Le besé con ganas, estaba realmente sumida en su olor y sus manos que me tocaban la espalda con mucha urgencia, realmente estábamos deseándonos los dos y me moría porque me llevase fuera de aquel sitio para tenernos los dos.

-Pequeña, para... - me advirtió con la voz ronca de deseo

Me separé unos centímetros y apoyé mi frente en la suya jadeando en su boca. Se me notaba el pecho subir y bajar respirando con urgencia con descontrol, son ansias de él.

-¿Quieres... - comenzó pero se frenó mientras se acompasaban nuestras respiraciones

-Quiero más - le dije mirándole

-Joder, vámonos ya de aquí - me dijo bajándome y dándome la mano con fuerza

Comenzó a tirar de mi mientras él caminaba mucho más rápido que yo con aquellos tacones.

-Jason, Jason.... espera... - le dije cuando enseguida se frenó para mirarme - no hemos pagado

-Me lo cargarán a mi cuenta, olvídate de eso - me dijo volviéndome a llevar al coche con urgencia

Esta vez su conducción era muy diferente, conducía muy rápido, casi temerariamente.

-Jason - le dije tocándole la pierna

Él me entendió y levantó el pie del acelerador. Mi miró y se volvió a morder el labio inferior. Alargué mi brazo para hacerle caricias en la parte trasera de la cabeza mientras él me tocaba la pierna con la mano.

-Me muero por llegar - me dijo en un arranque de sinceridad

Me reí y yo le recompensé con un beso en la mejilla.

-Pequeña, no me lo pongas más difícil - me advirtió

Me había llamado así unas cuantas de veces durante la noche y a mi empezaba a encantarme como sonaba aquello en sus labios.

-¿Dónde vamos? ¿a mi casa? - le pregunté

-No, a la mía - me contestó rápidamente

Yo no sabía donde vivía así que me dejé llevar. En un instante estábamos entrando en una lujosa villa. Jason abrió un pequeño compartimento en el coche y sacó lo que parecía un pequeño mando, presionó el botón y de repente se activaron todas las luces del exterior de la casa ¡incluso las de la piscina! y mientras aparcaba el coche, no pude dejar de mirar aquella casa, era minimalista hasta el último detalle y al rededor solo tenía jardines y jardines y más jardines.

En cuanto Jason aparcó me miró sonriente.

-Necesito llevarte dentro ya

Salimos del coche y él me dio la mano de nuevo, la puerta se abrió en cuanto estábamos justo delante, sin accionar ni un botón ni abrir con una llave. Esta casa tenía tecnología en cada rincón.

Pasamos por un par de estancias, igual de minimalistas que el exterior.

-Pequeña, mañana te enseño la casa, ahora tengo prisa

Reí y puse un poco de resistencia para que se parara. Se giró con el ceño fruncido, y entonces lo besé de una manera muy ardiente, impaciente y húmeda, sobre todo húmeda. Él me agarró fuerte de la cintura acercándome a él y yo entonces subí en su cuerpo sujetándome con las piernas a su cintura.

-Joder pequeña.... - me dijo bufando

Estábamos impacientes por tenernos, por probarnos, por saber si la química que habíamos experimentado iba a ir un paso más.

Entonces abrió una puerta y era una habitación espectacular, gigante y espaciosa, con una cama enorme y un ventanal enorme donde se podía ver un jardín precioso. Me soltó en la cama y mientras se quitaba la camisa me miraba.

-Eres preciosa y mía.... - me dijo cuando ya lo tenía encima

Nos besamos y pude tocarle el torso, tenía la piel perfecta, tostada por el sol y estaba duro cada parte de su pecho y estómago eran una piedra esculpida, era realmente atractivo así. Me cogió de la parte baja de la espalda y me incorporó en la cama contra unos almohadones gigantes, entonces volvió a levantarse para desabrocharse el pantalón y ya estaba completamente eclipsada por su físico cuando verlo en bóxer fue mi perdición, se le notaba duro y yo me relamía.

-¿Te gusta lo que ves pequeña? - me dijo bajándose lo que le quedaba de ropa y dejando libre su erección para mi

Me desabroche cada botón de la blusa mientras él me miraba de pie impaciente pero expectante, entonces dejé caer la blusa a un lado y moví el pelo a un lado para que pudiera ver mi sujetador completo y mi pecho subir y bajar.

-Joder... - decía mientras se mordía el labio inferior

Casi no pude retenerlo cuando le puse el pie en su estómago para que no se tumbara, me incliné y me desabroche el pantalón mientras él me quitaba los tacones con sumo cuidado y delicadeza. Del bajo de mis pantalones tiró para dejarme casi desnuda.

Cuando iba a quitarme las braguitas de encaje negro a conjunto con el sujetador lo miré con lujuria.

-Quieta, eso déjamelo a mi - se tumbó encima mía y yo le abrí las piernas para recibirlo

Notaba como estaba duro presionándome mi cuerpo y realmente estaba encandilada, el aire era espeso y mágico y yo sólo tenía ganas de más.

Con un dedo me acariciaba la gomilla de las braguitas y casi era orgásmico como lo hacía.

-Jason.... - le dije echando la cabeza hacía atrás

Me estaba dejando un reguero de besos en el pecho y en mi ombligo, y yo tenía la sensación de que iba a echar a arder de tanta pasión entre los dos.

-Pequeña, ¿estas segura de que quieres esto? - me preguntó casi pidiéndome permiso

Me pareció el gesto más tierno que habían tenido conmigo al preguntarme aquello.

-Tuya - le dije mientras levantaba las caderas para notar lo duro que estaba.

-Joder como me pone oírte decir eso - me dijo mientras metía la mano en mis braguitas y me las bajaba hasta quitármelas.

Entonces decidí que bastaba de ir despacio, me giré sobre su cuerpo y lo tuve debajo mía, el apartó sus manos en señal de completa alucinación, y entonces es cuando se produjo aquella corriente eléctrica.

Me introduje lentamente en él, y digo muy lentamente porque tenía que acostumbrarme a aquel tamaño dentro de mi, él no paraba de mirarme a los ojos y su cara de deseo era más que evidente.

-Emma, me estoy volviendo loco... - me advirtió a la vez que yo empezaba a moverme encima de él con un ritmo casi torturador

Yo estaba tomando el control y lo tenía allí disfrutando de un sexo que nunca había imaginado. Cada vez entraba y salía de él con más ímpetu, hasta que empezó a llegar a mi la sensación de que iba a correrme como nunca en mi vida.

-Jason, Jason... - le dije sin parar de moverme

Entonces él me cogió de la cintura y me puso debajo y tenía claro que esto iba a ser increíble, me unió las piernas hacía un lado y empezó a salir y entrar de mi cuerpo sin control, tanto que los dos comenzamos a llegar al final juntos, casi en sincronismo.

-¡Dios Jason!

-Joder, ahhhh... - gritó en la última arremetida

Ambos extasiados y con los ojos cerrados nos tumbamos en la cama para poder recomponernos y poder volver a controlar la respiración que salía de nuestros cuerpos casi en bocanadas de aire.

Él pasó el brazo y me atrajo hacia él y yo me acurruqué en su cuerpo duro y esculpido como el David de Miguel Ángel.

No se en que momento fue, pero me quedé profundamente dormida y saciada de este hombre.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora