Fue la noche que más sexo habíamos tenido desde que nos conocíamos, apenas habíamos dormido y los dos estábamos llenos el uno del otro, eran las seis de la mañana y tocaba levantarse y ninguno de los dos tenía energía para eso.
-Ven aquí pequeña - me dijo acercándome a su cuerpo y besándome el pelo
-¿Saciado? - le dije dándole un beso pequeño en los labios
-Hasta esta noche si, que es la última juntos y no quiero que uses mierdas - me dijo seriamente
-Me ha quedado claro que te tengo que llamar si necesito sexo - le dije aun más seria
-Exacto pequeña - me dijo ya sonriendo
Era un niño pequeño, celoso y impulsivo.
-Tenemos que hablar con Wyat hoy - le dije
-Lo sé - me tocó la tripa - ¿estas bien bebé?
-Creo que dentro de la tripa estará bien - le dije con amor
Me dio un beso y un último acuchón y se levantó para terminar de ultimar las cosas. Yo ya lo tenía todo preparado así que estaba tranquila, hoy tenía que llevar al cole a Wyat y tenía visita con la ginecóloga para saber que el bebé estaba bien antes de irnos.
Me fui a la ducha y me di un poco de mimos extras, me depilé, me puse crema en el cuerpo y me pude hacer ondas en el pelo, me puse algo de maquillaje pero poca cosa y me vestí con un vaquero que se ensanchaba en las piernas y una camisa también vaquera con escote, estaba muy guapa.
Fui al dormitorio de Wyat para despertarlo y mientras le contaba que hoy volveríamos a la doctora a ver si todo iba bien el bebé el se terminaba de vestir y cepillar los dientes para el que sería su último día de colegio aquí.
Bajamos los dos haciendo juegos hasta que vimos a Madison con el desayuno recién hecho, el niño terminó de bajar corriendo para darle un abrazo a la mujer y ella lo recibió encantada.
-¿Café y tostadas querida? - me dijo tendiéndome mi taza humeante
-Si por favor - miré hacía la oficina y sabía que estaría allí metido, cuando le devolví la mirada a Madison me lo confirmó
-Me llevo una taza para Jason - le dije cogiendo una taza de café
Pegué un par de veces
-Pasa - oí al otro lado de la habitación
Pude ver a Jason hablar por teléfono así que solo entre y le dejé la taza de café cuando me iba a ir, colgó rápidamente la llamada
-Te llamo en diez minutos - y colgó
-Lo siento, no sabía que estabas con una llamada, no te distraigo
-Ven, ven aquí - me dijo tirando de mi cuerpo
-Todo lo que te pones de ese maldito vestidor te sienta igual de bien - me dijo besándome
-¿Sí? creía que te gustaba más sin nada puesto - le solté descarada
-Esa vista es la mejor - me dijo volviéndome a besar
-¿Todo listo? - le pregunté
-Si, está todo listo, estaba hablando con Peyton sobre los horarios, aquí están vuestros billetes de avión y todo el papeleo - me dijo señalando una carpeta azul
-Genial, luego cuando Wyat esté en el colegio les echo un vistazo
Me volvió a besar.
-Te quiero pequeña
Le sonreí y me eché en su cuerpo.
-¿Vendrás al médico?
-Si, claro, no voy a perdérmelo, y llevaremos a Wyat al colegio juntos, no quiero que nadie te quite este pantalón con la mirada
Me levanté y me fui riendo por aquella ocurrencia.
Dejamos a Wyat en el colegio, su último día, aunque él aun no lo sabía, habíamos acordado decírselo el último día para que la noticia no volara.
Cuando llegamos a la sala de espera de la ginecóloga, Jason no paraba de mover la pierna, esta muy nervioso.
-Jason, estate tranquilo, va ir todo bien - le dije acariciándole la pierna
Él me miraba pero los nervios iban a acabar con él si no nos pasaban a la consulta en poco tiempo.
Al rato estábamos dentro y la doctora comprobó que todos los análisis estuvieran bien.
-Todos los análisis están perfectos, la tensión, el azúcar, el oxigeno en sangre... Todo perfecto. Y según los cálculos estas de 12 semanas. ¿Vamos a ver al bebé?
-Si, por favor - le dijimos los dos casi al unísono
En cuanto oímos su corazón no pudimos evitar sonreír de felicidad.
-Mirad, su nariz, sus manos...
Se veía a nuestro bebé perfectamente, era perfecto, podíamos verle las manos, las piernas, el perfil con la nariz...
Cuando me giré para mirar a Jason, lo vi llorando y sonriéndole a aquel monitor para no perderse nada.
-Valla, está todo perfecto, todas las medidas cuadran de la semana que estás. Felicidades.
Jason me dio la mano y me miraba con más admiración de la que nunca me había mirado nadie.
-¿Quieren saber si es niño o niña?
-Si, claro - dijo Jason - ¿es niña verdad?
La doctora miró a Jason y asintió.
-Es una niña, felicidades a los dos
Jason me besaba y podía ver sus lágrimas de felicidad.
-¿Estás feliz? - le pregunté
-Soy el hombre más feliz del mundo ahora mismo - me dijo tocándome la tripa
Yo no podía creerme que tuviera una pequeña bebé en mi tripa y que todo estuviera tan bien. Jason estaba realmente feliz y yo no podía estar más encantada con aquello.
Mientras salíamos de la clínica Jason no parada de darme besos, y cuando llegamos al coche me cogió la cara con ambas manos y me dijo:
-Esto es lo único que me importa ahora, mis hijos y tu, nada más ¿me oyes? Me importa una mierda el plan, Peyton, y el negocio, solo me importáis vosotros
Yo le abracé emocionadísima porque no me podía creer que esto nos estuviera pasando. Volvimos a casa y en cuanto Madison nos recibió para saber que todo había ido bien nos lo debió de notar en la cara.
-¿Es niña verdad? - me dijo abrazándome
Yo asentí y nos quedamos abrazadas hasta que las dos conseguimos no llorar más.
-Que bendición de Dios, es una señal - me dijo tocándome la tripa
Jason abrazó a Madison y oí como le dijo en el oído
-Por fin algo bueno por lo que luchar
Al rato, ya todos más calmados volvimos a la realidad de afrontar el último día para dejarlo todo listo. Madison tenía que empaquetar algunas últimas cosas. Jason tenía una última reunión con Peyton y yo tenía que ultimar con él los horarios y revisar el papeleo. Subí a la habitación para ponerme algo más cómodo y en cuanto entré vi un ramo de rosas blancas, no podía creerme que hubiera tenido ese detalle, nunca me habían regalado flores y en cuanto me acerqué a olerlas ya estaba emocionada.
"Hoy me has hecho el hombre más feliz del mundo, gracias por llevar contigo a la segunda mujer más importante de mi vida. Jason"
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La mafia y él
RomanceEl mundo de Emma empieza a derrumbarse y se ve rodeada de problemas que nunca pensaba tener y a cargo de un hermano pequeño de cinco años. Jason es un narcotraficante, alejado del mundo real, caprichoso, celoso y compulsivo. Ambos se encuentran y y...