Llegué al bar y me cruce con Drew en la escalera antes de subir al reservado.
-¿Estás segura de lo que estás haciendo niña? - Me dijo Drew con una voz paternal que nunca había oído en él
-Estoy más segura que nunca, así que subo a trabajar - le dije mirándole muy seriamente
-No quiero problemas, no aquí ¿entendido? - Me dijo cogiéndome del brazo para que no pudiera irme sin más
-Tranquilo, no habrá problemas - le dije para intentar apaciguar las cosas
-Eso espero - me dijo mientras yo ya subía por las escaleras
Cogí aire antes de entrar en el reservado y ensayé un par de veces la sonrisa que siempre usaba en aquella sala del pánico.
La bailarina de poca ropa y pocas palabras ya estaba en su lugar, con su uniforme, o mejor dicho sin él. Yo crucé el umbral y me fui directa a la barra.
Comencé a despachar a algunos clientes aunque todo estaba tranquilo, pasados veinte minutos empecé a notar como el número de clientes se elevaba y la noche empezó a tornarse densa, el aire comenzaba a espesarse y la música sonaba por encima de aquellas voces.
-¿Puedes llevarnos a la mesa un par de botellas de Champagne? - me dijo un cliente elevando la voz para que pudiera oírle por encima de la música y las voces
-Claro, voy en seguida - dije disciplinada
A los pocos minutos intentaba hacerme paso entre aquellos hombre para colocar las botellas y las cubetas de hielo, cuando iba a dejarlas en la mesa pude ver a Jason sentado en una esquina del sofá con una chica tocándole la pierna (más bien la entrepierna), tenía las uñas largas de un color rojo intenso, llevaba pestañas postizas y los labios rojos a conjunto. Llevaba un sostén negro de encaje y un tanga de encaje. En la pierna derecha llevaba un ligero negro con el que jugaba Jason.
Solté las dos botellas y me incorporé, él me sonreía a la vez que la chica le decía algo al oído. A mi se me aceleró el pulso y mis piernas temblaban como nunca.
Me giré sobre mis pies al ver aquella imagen y me volví a la barra. ¿A que jugaba? Según la información de Gina estaba interesado en mi... Curiosa manera de demostrármelo.
Cogí un hielo y me lo pasé por la nuca, pensé que me caería en redondo al suelo "no quiero problemas" recordé la frase de Drew y supe que él sabía que hoy se avecinaban problemas.
Cogí aire y supe que tenía que mantenerme tranquila y parecer que nada de eso me había importado, no le había confesado a Gina que Jason era especial para mi, y ahora si que no iba a decírselo a nadie, no quería parecer una niña caprichosa, así que haría como si esto no fuera conmigo.
Poco después encontré a Jason apoyado en la barra y la chica echada prácticamente encima de él, ella bailaba suavemente tan cerca de él que estaba segura que no podría pasar el aire entre ellos, intentaba mantener el control de la situación atendiendo al resto de clientes, pero cada vez se me hacía más imposible dejar de mirarlos.
Un chico rubio se acercó a la barra con una sonrisa deslumbrante, este le dijo algo a su amigo y Jason que estaba muy cerca de ellos se tensó.
-Perdona... - me dijo el chico rubio
-Dime ¿Qué te sirvo? - le dije con mi sonrisa impuesta
-Pues quería algo pero no se si lo tienes - me dijo mirando a la cantidad de botellas que tenía detrás de mi
Jason dejó de mirar a la chica y nos miraba de lado y claramente oía la conversación entre el chico rubio y yo así que decidí que comenzaría mi venganza.
Le puse la mano encima de la mano del chico y me acerqué un poco a él
-Estoy segura que tendré lo que quieres, y si no lo hay lo buscaré, yo no le digo que no a un chico como tú - solté mientras sonreía descaradamente al rubio
El chico rubio se acomodó y me acariciaba la mano que le había puesto encima
-Pues quería tu número, a ver si a eso me vas a decir que no - soltó con el ego muy subido
Yo reí a carcajadas para que Jason pudiera oírme, cogí un rotulador negro y en la mano del chico anoté el número de teléfono
Jason me cogió del brazo y tiró de él para acercarme a la otra punta de la barra, el chico entendió la escenita y se esfumó.
-¡¿Qué coño estas haciendo?! ¡¿Qué coño te has creído?! - me presionó con el cuerpo y traspasé a la pequeña habitación de las bebidas
En ese pequeño espacio no había margen para nada más, cajas de bebidas y nosotros. Él me miraba con mucha ira en sus ojos y mi respiración estaba tan agitada que me subía y baja el pecho sin control.
-¡Dime Emma joder! - Me volvió a gritar en al cara
Yo no podía articular palabra, podía oír mi corazón latir a todo tren, iba a salir de allí corriendo porque empezaba a sentirme muy acorralada.
-¡¿No entiendes que no quiero que te confundan con una tía como la que tenía encima?! - le brillaban los ojos y me parecían más espectaculares
¿Acababa de decirme aquello? ¿Era por eso por lo que no quería que estuviera allí? ¿Por qué no había tratado de decírmelo de otra manera? Sabía que estaban pasando los segundo y yo seguía sin contestarle nada, sabía que ese segundo round lo estaba ganando él y yo no estaba haciendo nada por remediarlo.
-¡¿No piensas decirme que pensabas hacer con el tío ese de la barra?! - me soltó totalmente atropellado
Me acerqué más a él hasta tener sus labios a solo unos milímetros, podía oír su jadeo contra mis labios, podía olerle, otra vez ese olor intenso y a tabaco, a él. Note como seguía tan pegado a mi que los dos empezamos a bajar el nivel de pulsaciones, dejé de escuchar la música del reservado, sólo le oía la respiración y mi corazón casi acompasados.
No conseguía pensar con claridad, sólo quería seguir oliendo a él el resto de la noche, me acerqué bruscamente hasta que tenía sus labios contra los míos, para entonces yo ya había cerrado los ojos y estaba besándole con ansias, con necesidad, con urgencia, con celo, con pasión y hasta con ira.
No dejamos de besarnos, noté su mano en mi espalda atrayéndome hacia él, mi mano subió por su espalda, y el beso había dejado atrás la ira para fundirse con el calor hacia una zona más posesiva, más letal, mas lasciva.
Me separé de él. Me miró. Le miré. Nos miramos. Y en ese preciso instante nos perdimos.
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La mafia y él
RomanceEl mundo de Emma empieza a derrumbarse y se ve rodeada de problemas que nunca pensaba tener y a cargo de un hermano pequeño de cinco años. Jason es un narcotraficante, alejado del mundo real, caprichoso, celoso y compulsivo. Ambos se encuentran y y...