Capítulo 23: Una tarde de sorpresas

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Pasaron tres días en los que todo fue rutinario: Wyat, casa e ir a trabajar. Sin más. Gina seguía sin poder ir a trabajar y decidí ir a hacerle una visita porque estaba cada vez más desesperada por tener alguna visita femenina y hablar de eso de lo que hablamos cuando no hay hombres delante.

-¡Mi niña! Aquí está... - Me rodeó para darme un abrazo de oso tan cariñoso que me traspasó la piel - Valla cambio... en vaqueros y camiseta aún eres más deseable

Reí a carcajadas por ese piropo tan extraño

-¿Deseable? Espero que eso sea un buen piropo para una amiga que te trae chocolate

-Pasa, aquí ya eres bienvenida - me dijo quitándome la cajita de bombones que le había comprado

Cuando entré en su casa me quedé impresionada, tenía colecciones de lo que parecían obras de arte, muchísimos cuadros a cuál de ellos más abstracto y colorido, los sofás eran de color púrpura y sus cortinas eran un alarde de color, era una casa muy peculiar donde era fácil adivinar que vivía Gina.

Ella me dejo tomar asiento mientras ella terminaba de preparar lo que olía de lejos: café recién hecho. Eché un vistazo a algunos marcos con fotografías donde se veía a Drew y ella en un spa o en una noria gigante, ambos sonreían y fue entonces cuando me acordé que Jason me había contado que era pareja, aunque ella nunca me había dicho nada y él menos.

Se intuía una casa grande y sin niños, pues no tenía como yo libros infantiles o ceras de colores en cada rincón.

-Ponme al día, no me hagas tener que preguntarte... - Me miró con ojos entornados

-¿Al día? el bar sigue siendo el bar con el mismo olor y el mismo color, no hay mucho que contar créeme

Se llevó las manos al corazón como si le hubiese pegado un tiro y puso su mano en la frente en una forma dramática de sentir dolor.

-¿No me vas a contar nada más? - Me insistió

-Gina, ya sabes como es mi vida de aburrida, casa, Wyat y trabajo, poco más - le volví a contestar

-Entonces no querrás saber nada de Jason ¿no? - me dijo a la vez que reía con una mirada algo más que divertida y socarrona a la vez

-¿Crees que Jason busca una mujer como yo? Mírame soy la pardilla que confunde Ginebra con champagne... 

-Ay... se nota que no estoy en el bar porque no te estas enterando de nada - Me soltó a la vez que se acercaba junto a mi en el sofá

-¿De que no me estoy enterando? - Le dije sin más

-Emma, todo el mundo sabe que Jason está más que interesando en que le sirvas champagne - me dijo entornando los ojos

-¿Qué? Creo que no es lo que piensas Gina, en serio, hemos ido a cenar y me ha salvado en el bar de algún capullo - le dije porque tampoco éramos nada

-¿Y tu estudiabas para ser periodista querida? No se como no eres capaz de ver lo evidente, pero aquí estoy yo para que te enteres de una vez - dijo acercándose aún más 

Yo tomé un sorbo de café y me acomodé en el sofá púrpura

-No se que pasó cuando me caí y subiste a sustituirme pero a los días Drew vino a casa diciéndome que Jason se había encaprichado de alguien del bar, la verdad es que no le di importancia hasta que supe que eras tú - comenzó a relatar

Yo a esa altura de la conversación ya me había quedado perpleja, me había congelado y no podía creerme lo que Gina me estaba contando.

-Jason le ha pedido a Drew que estuvieras por allí, y pensamos que sería algo pasajero hasta que te hubieras acostado con él como pasa siempre con los líos de faldas de Jason - continúo

Seguía escuchándola con atención pero aquella historia no parecía ser la misma que ella había vivido ¿hasta acostarse conmigo? ¿líos de faldas? Bueno no es que yo lo conociese mucho, así que la dejé hablar.

-¡Llegó a pedirle que te diera el día libre! y Drew se cabreo con él porque perdería dinero por un polvo con una niña, ya sabes como es Drew, y él se cabreo tantísimo que incluso tiró la mesa con todo lo que tenía encima ¡como un loco! - seguía contándome sin cortarse en los detalles

Yo no podía dar crédito a lo que me contaba, sabía que estaba interesado en mi, pero no tanto como para eso...

-Y ahora le ha dicho a Drew que te quiere fuera del bar, imagínate la de broncas que han tenido los dos por eso... - me seguía contando

-¿Qué? ¿Qué le ha pedido que me eche del bar? - le dije elevando el tono de voz

-Exacto Emma... - contestó ella con un tono más suave

-Gina no puede despedirme, si no, no se como voy ha mantener a Wyat... por favor, dile a Drew que no lo haga... - le pedí con casi desesperación

-Emma, ¿Cómo va a decirle Drew que no a Jason? Tú no sabes de lo que es capaz... - terminó la frase con un pequeño hilo de voz

-¿Pero a Jason que le pasa? ¿Por qué le gusto y quiere echarme del bar que es el único sitio donde coincidimos? No entiendo nada... - dije gesticulando y tocándome la cara con agobio

-Por lo visto un tío te increpó en el bar y destrozó tu coche, imagínate cuando Jason se enteró puso media ciudad a buscar al imbécil borracho, la paliza que le pegaron fue increíble y después de esa noche no te quiere allí para que nadie pueda hacerte nada... - me siguió contando Gina

-Gina, fue un altercado sin importancia, el tío iba muy borracho y en el bar se le fue la boca, Jason lo cogió del cuello y lo apartó de mi, y esa misma noche cuando salí tenía el coche hecho trizas, y Jason me pagó el arreglo y me dijo que no me preocupara... - le instruí a Gina

-Ya cariño, pues desde ese día se volvió loco y no quiere a nadie baboso del bar cerca tuya... - resolvió Gina

De repente me apoyé en el respaldo y respiré ruidosamente, no podía creerme lo que me estaba pasando, necesitaba hablar con él y dejarle claro que necesitaba ese trabajo y que necesitaba que se tranquilizase.

En ese instante oímos las llaves en la puerta, Drew pasó y junto a él entró Jason... El espectáculo estaba servido.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora