Capítulo 32: Jodida

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Empecé a despertarme cuando note que Jason me soltaba delicadamente en la cama, debía haberme quedado dormida en el sofá mientras estábamos allí tumbados.

Él me tapó con la sábana, cuando note una vibración que emanaba de su teléfono móvil. Me hice la dormida no se muy bien porque, si por oír esa conversación o por no querer despertarme demasiado.

-Dime que coño pasó - oí como Jason le espetaba a la persona que le había llamado

-¿Y nadie pensaba decírmelo? ¡Joder! - dijo mientras comprobaba que yo seguía dormida

-La tengo en la cama dormida y ¿me vienes con estas mierdas? - le dijo bruscamente 

-Soluciónalo esta misma noche, me importa una mierda si tienes que matarlo ¿me has oído? Encárgate tu mismo y asegúrate de que todo sale bien - dijo hablando bajito para no despertarme

Colgó el teléfono y yo no podía bajar mi ritmo cardiaco, ¿Qué acababa de oír? ¿Quería ver a alguien muerto? ¿Seria capaz de eso? ¿A que se refería con "la tengo aquí y me vienes con estas mierdas"? ¿Qué tenía que ver yo? Empezaba a darme miedo como se comportaba con la gente pero por alguna extraña razón parecía otra persona conmigo, era cariñoso y dulce a mi lado ¿me estaba volviendo loca? Quería saber que estaba pasando y sé quien era la única persona que me diría con sinceridad que ocurría: Gina

Empezó a caminar de arriba a abajo de la habitación y yo aproveché el ruido de sus zapatos con el suelo para que pareciese que me había despertado con el ruido.

Me incorporé de la cama tocándome la cara para parecer cansada y adormilada

-¿Jason? ¿pasa algo? - le pregunte con la voz mas ronca que pude

-¿Te he despertado? Soy un imbécil perdona, duérmete pequeña -me dijo acercándose a mi

-¿Estás bien? Pareces nervioso andando de un lado para otro - le pregunte por si me confesaba algo

-Tranquila estoy bien, duérmete de nuevo - me dijo besándome la frente

-Pero... te quiero aquí conmigo - le dije abriéndole la cama para invitarlo a entrar

-¿En serio? - dijo más para si que para mi, y entró en la cama a mi lado

Nos acurrucamos y noté como el corazón se le iba a salir del pecho

-Dime que es lo que te tiene tan nervioso - le dije mientras cerraba de nuevo los ojos

-Tú - me dijo con voz ronca

Volví a abrir los ojos y sin pensarlo le dije

-¿Yo te pongo nervioso? - le dije acercándome a su cara cada vez más

El me cogió de la cintura y me subió encima suya, el calor inundó mi cuerpo y mi entrepierna, sabía que él estaba en el mismo estado de ebullición que yo porque note su polla dura en seguida.

-Tu me pones algo más que nervioso pequeña - me dijo muy bajito en los labios

-¿Esto va a ser todos los días así? - le susurré al oído mientras le besaba por el cuello

-Siempre que tú quieras voy a estar aquí pequeña... - me dijo con mucha seriedad

Para ese instante ya estábamos sumidos por un calor imposible de aplacar si no fuera por acabar mojados el uno del otro. El resto de la noche nos fundimos para follarnos con dulzura, y esto se nos acababa de ir de las manos.

Era temprano cuando me desperté y Jason aun dormía, era raro porque él siempre se despertaba pronto, ese hombre necesitaba dormir poco.

Me levanté y necesitaba un café, así que con el pijama puesto me fui a la cocina ha hacerme un café.

-Buenos días señorita Miller

-Madison... Buenos días, por favor solo Emma - le dije a la mujer que tenía un delantal puesto y debía estar haciendo el desayuno porque olía a café y tostadas

Entonces me invitó a que tomara asiento y desplegó un desayuno de película: tortitas con chocolate, pan tostado, bollería recién horneada, zumo natural, frutas de todo tipo... aquello era un paraíso.

Me puse a desayunar y entonces imaginé que esa señora debía conocer a Jason como una madre.

-¿Cuánto tiempo lleva con él Madison? - le pregunté mientras removía con una cucharilla el café

-Casi toda la vida, lo conozco desde bien pequeño - me dijo y entonces imaginé que debía de haber trabajado para su familia

Le sonreí y continué, con el desayuno y con las preguntas

-Sigue dormido, es raro que se levante tarde ¿verdad? - dije mordiendo una tostada

-Si querida, suele dormir poco y casi siempre está trabajando - me dijo mientras ahora se movía como pez en el agua por la cocina para preparar la comida

Estuvimos un buen rato charlando hasta que decidí que era hora de despertar a Jason. Madison me ayudó y pusimos en una bandeja todo lo que toma en el desayuno, y Madison fue la ayudante perfecta.

Cuando crucé la puerta de la habitación con la bandeja pude ver que seguía dormido y coloqué la bandeja la mesilla de noche.

-Cariño, es hora de despertarse - le dije dándole mimos y pequeños besos en el cuello

Entonces supe que le estaba encantando aquello, no abrió los ojos, sonrió y supe que estaba jugando.

-Jason, despierta... - le dije seguía con los besos

Abrió los ojos y me vio allí con la bandeja del desayuno. En ese instante la sonrisa se volvió más grande.

-Repite eso pequeña - me dijo con la voz ronca que sonaba recién despierta mientras me tumbaba encima de él - venga dímelo otra vez

-¿Cariño? - le pregunte

-Joder que bien suena en tu boca - me dio un beso de los nuestros húmedos y saciantes

-Te he traído el desayuno - le dije mirando la bandeja

-¿En serio? - dijo volcándome a un lado de la cama y poniéndose la bandeja encima

Lo vi disfrutar del desayuno, se tomó todo lo que había en la bandeja y que Madison había puesto con certeza. Lo conocía muy bien.

-Nunca me habían traído el desayuno a la cama - me dijo mirándome

-¿Ninguna de las cuarenta mujeres? - le dije sacándole la lengua

Entonces en una maniobra perfecta, Jason se puso encima mía y me miraba seriamente

-Escucha esas cuarenta no son nada y nunca fueron nada, tu llevas dos días en mi casa y en mi cama y eso es mucho más de lo que ellas lograron pequeña

Me eché a reír mientras Jason me hacía cosquillas y me besuqueaba y no se como pero de repente supe que estaba realmente enamorada de ese hombre, tanto que si ahora todo esto se terminaba iba a romperme el corazón en mil pedazos, entonces supe que estaba realmente jodida.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora