Cerró la puerta de golpe y yo volví a emocionarme. ¿Me estaba empeñando en acabar algo que no estaba acabado? Me sentía débil y sin fuerzas. Quería a Jason y separarme de él era duro pero su vida y la mía no podían unirse sin destrozarnos a uno de los dos.
Me pude secar el pelo y cambiarme, sentirme seca y cálida mejoró mi humor.
Bajé y seguía viendo a dos de mis personas favoritas cocinar risueñamente. Madison me miró y con la mirada me señaló la oficina. Toqué la puerta dos veces
-Pasa Madison - dijo Jason
Abrí la puerta despacio y asomé la cabeza
-Soy yo - le dije abriéndome paso
-¡Ah! Pensé que estabas cambiándote aún. Pasa, pasa - me dijo invitándome
Me señaló con la mirada el asiento de enfrente suya, ya no me ofrecía sus piernas y aquello me dio mucha pena. No me senté. Me quedé de pie.
-¿Tienes mucho trabajo? - le dije entablando conversación
-No, nada que no pueda esperar - me dijo sonriendo
-Gracias - le dije señalándome la ropa
-Estas guapa - me dijo sonriendo
-Creo que no mucho - le dije - me queda grande aunque huele a ti
Él no me contestó. Oír eso le había gustado y lo sabía por sus mejillas hinchadas.
Tocaron dos veces a la puerta y se abrió con la cabeza de Wyat asomando.
-¡La cena esta lista! - dijo casi canturreando
-Bien campeón, vamos a cenar que estoy hambriento - dijo Jason levantándose de su asiento
Wyat salió corriendo al comedor y Jason se paró antes de salir de la oficina, se giró y se acercó a mi oído
-Ojalá yo pudiera oler también a ti pequeña - me dio un beso en la mejilla
Yo tuve que quedarme un poco más allí porque se me habían subido los colores a la cara y me temblaban las piernas. Genial Emma.
Cenamos los cuatro como hacíamos antes. La pizza estaba deliciosa y los chefs estaban muy orgullosos. Cuando terminamos Jason y Wyat se pusieron a jugar juntos y yo ayudaba a Madison aunque ella no me dejaba hacer mucho.
-Me alegro tanto de que estéis aquí querida- me dijo mientras terminaba de colocar los platos sucios en el lavavajillas
-Yo también y ver a Wyat tan feliz... - le dije mirando a los dos mientras jugaban
-Se volvió loco cuando os fuisteis- me dijo y aquello llamó mi atención
-¿Loco? - le volví a preguntar para que continuará
-Se puso a gritar y esa noche no paró de beber. A la mañana siguiente parecía no tener motivos para continuar - me explicó
-Hasta ayer a la hora de almorzar, que la señorita Gina le llamó y él pareció despertar de una pesadilla. Se duchó, se arregló y parecía otro. Yo no entendía porqué hasta que os vi aparecer.
Le sonreí y le puse la mano en el hombro.
-No os podéis volver a ir querida- casi me pidió
-Madison no podemos estar juntos - le dije
-Solo tienen que hablar, estoy segura que Jason cederá y por teneros aquí hará lo que sea - me dijo bajito - y yo estaría encantada con tener a mi hombrecito aquí
Yo le sonreí y empecé a dudar de todo, de mis decisiones e incluso de mi misma.
Vimos a Wyat bostezar y Madison me dijo:
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La mafia y él
RomanceEl mundo de Emma empieza a derrumbarse y se ve rodeada de problemas que nunca pensaba tener y a cargo de un hermano pequeño de cinco años. Jason es un narcotraficante, alejado del mundo real, caprichoso, celoso y compulsivo. Ambos se encuentran y y...