Capítulo 38: Primera advertencia

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Cuando entré por la puerta me encontré a Gina con una chica a la que no había visto nunca, imaginé que sería una nueva camarera o bailarina para el reservado.

-¡Mi niña está aquí! - nos abrazamos fuerte

-¿Y tu que haces aquí si aún no estas recuperada? - le pregunté mirando su pierna aún enyesada

- Porque me moría de pena en casa, le he prometido a Drew que me portaría bien y estaría sentada - me guiñó un ojo como buena cómplice

-Tenemos que ponernos al día, tengo mucho que contarte Gina - le dije con mucho énfasis - ya sabes de que tema

-¡Ay cariño! Esta misma noche me tienes que contar - me dijo con urgencia

-¡De eso nada, la niña arriba al reservado y tu a casa! Lo que me hacía falta es que las dos os pongáis a cotillear - nos gritó Drew desde el otro lado de la barra

-Te dejo, mi jefe es un aburrido - le dije dándole dos besos sonoros en las mejillas

-Ahora subo cuando lo despiste - me susurró

Yo subí más contenta que habitualmente, y organicé las bebidas, el hielo y las cajas que tendría que ir reponiendo.

-¡Niña! - sabía que era Drew porque usaba ese apodo siempre conmigo

-Dime Drew - le dije metiendo las cajas en la parte trasera

-¡Hoy es LA NOCHE! ¡No quiero errores! ¡Hoy esto se va a llenar de tíos con mucha pasta! ¡Así que a trabajar! - me dijo dando dos golpes secos en la barra

Tenía razón, eran sólo las doce y cuarto de la noche y el reservado estaba lleno de clientes, con muchas ganas de desperdiciar el dinero en propinas para la bailarina y en bebidas caras. Había muchos más clientes que de costumbre y además me di cuenta que eran de otro estilo, no parecían de la zona, incluso el acento tenía un matiz muy diferente al que estaba acostumbrada.

Drew entro en el reservado más contento que habitualmente, me pidió una botella de champagne que él mismo iba repartiendo a los clientes que no tenían bebida en ese instante.

-¡Acércate quiero presentarte a unos amigos! - me gritó Drew por encima de la música

Yo salí de la barra para acatar sus órdenes.

-Esta es nuestra niña más joven, es la encargada de la zona más importante de nuestro negocio ¿verdad? - no me gustó ni un pelo como me presentaba ni como se dirigía al resto

-Encantada, soy Emma -respondí con una sonrisa amplia

Uno de los clientes que rodeaban a Drew alargó la mano para estrechármela

-Encantado, mi nombre es Matthew - sonó elegante y discreto

El resto de clientes sonrieron y yo les devolví la sonrisa falsa que practicaba en aquella sala.

-Matthew es un cliente muy importante Emma, así que espero que quede encantado con el local - dijo Drew enfureciéndome un poco más

-Estoy segura de que sabrá divertirse Drew - le dije con mi sonrisa pertinente - Si me disculpa Matthew tengo que atender la barra o los clientes empezarán a impacientarse

El hombre vestido completamente de negro asintió y volvió a una charla distendida con otros hombres que parecían tener el mismo tono en la voz.

Yo volví a la barra y seguí poniendo copas sin descanso al resto de clientes. Hasta que vi aparecer al mío. Al único que esperaba. El único cliente con el que me iría de aquí sin pensármelo. El cliente más ardiente de la sala. El cliente del champagne. El que tenía ese olor que hacía que me estremeciese. Fumaba.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora