Capítulo 90: Un reencuentro

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Me abrazó y me subió encima de él, me olía y me besaba el cuello mientras me llevaba en volandas dentro de la habitación

-¡Dios mío cuántas ganas de verte! ¡¿Qué haces aquí?! - me daba vueltas como un loco feliz por la habitación

-Cariño te amo, te amo, te amo... - le decía en su oído

-Joder pequeña, déjame verte - me dijo separándome un instante de su cara pero sin dejarme en el suelo - Dios mío, me moría por tenerte conmigo

Yo no dejaba de sonreír y de olerle, por fin volvía a tener ese olor, ese tan mío.

-Por fin tengo a mi marido conmigo - le dije tomándole la cara para besarlo como nos gustaba - ni un día más separados ¿me oyes?

-Ni un día pequeña, ni un día más - me dijo dándome esos besos que él sabía que adoraba

Me dejó en la cama y se quedó mirándome. Se mordió el labio inferior y yo sabía que ya se moría por mi.

-¿Me has echado de menos pequeña? - me dijo acostándose encima mía en la cama

-Mucho Jason, y esta pequeña también - le dije señalándome la tripa

-Déjame hablarle - puso su oído pegado a mi tripa - y no paraba de sonreír mientras yo le acariciaba el pelo

-Bésame Jason - le supliqué tirando de él 

Estuvimos un buen rato dándonos besos y acariciándonos. Necesitaba esto para calmarme, necesitaba tenerlo encima y olerlo, saborearlo y saber que ya nada nos iba a separar.

-Estas guapísima Emma - me dijo al oído - me gusta este vestidito 

Comencé a reírme porque sabia que aunque le gustara iba a durarme poco y yo estaba encantada con aquello

-Yo te prefiero desnudo cariño - le dije al oído

Se incorporó en la cama y se terminó de quitar la camisa que tenía desabrochada, se quitó el cinturón y cuando se desabrochó el pantalón me miró.

Yo en la cama con la cabeza apoyada sobre mis brazos, miraba como mi marido se desnudaba para mi.

-Méteme la mano en el bolsillo - me dijo con la voz ronca

Yo lo miré y le sonreí de medio lado. Le metí la mano en el bolsillo y saqué un tiburón pequeño de peluche y una eco doblada por la mitad de nuestro bebé, y a mi se me saltaron las lágrimas

-He llevado esto en el bolsillo desde que os dije adiós en el aeropuerto - me dijo 

Yo besé aquel peluche y aquel trozo de papel y lo dejé en la mesita de noche, cuando lo miré estaba completamente desnudo para mi.

-Desnúdame para ti - le dije acercándome a él

Cuando ya estábamos los dos desnudos uno frente al otro, los dos de rodilla en la cama

-Túmbate cariño, quiero hacer el amor encima tuya - le dije

-Mi mujer - me dijo tumbándose

-Tuya, solo tuya - le dije lo que sabía que necesitaba oír de mi boca

Me subí encima suya y rocé su entrepierna con la mía

-¿Ya mojada? - me preguntó con la voz ronca

-Desde que te he visto entrar en la habitación cariño - le confesé

Me metí su polla en mi entrepierna y en ese instante un escalofrío eléctrico recorrió todo mi cuerpo, miré a Jason que cerró los ojos y relajó sus músculos al instante, estábamos el uno dentro del otro y esta era nuestra manera de amarnos.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora