Capítulo 24: Nuestra primera batalla

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No podía estar pasándome esto, mi jefe y el tío con el que me equivoqué de bebida juntos. La tarde iba a mejorar y eso lo tenía claro.

Drew y Gina empezaron a saludarse, a darse besos y a charlar, mientras que Jason y yo nos quedamos mirándonos, congelados. Él sabía que Gina me lo había contado todo por mi actitud seria y fría. Yo acababa de saber que había pedido que me echaran y no iba a permitírselo así que nos quedamos un rato más echándonos un duelo de miradas.

Drew me saludó con la mirada y yo le sonreí.

-Me llevo a mi mujer al jardín, os esperamos allí - Drew cargo a Gina y ella no paraba de reír por estar en la espalda de Drew como si fuera una niña pequeña

Jason se acercó al sofá y yo me eché a un lado para que pudiera sentarse

-Supongo que Gina no se ha quedado callada ¿no? - me dijo sentándose más cerca de lo que imaginaba

No quería que notase esa electricidad que sentía cuándo se acercaba demasiado, no quería perder esta batalla incluso antes de empezarla.

-Gina es mi amiga, es lógico que me haya contado que me voy a quedar sin trabajo para poder darle lo mejor a Wyat - le espeté seria, rígida y con una voz áspera.

Él agachó la cabeza un instante, lo suficiente para saber que el primer golpe lo había ganado yo, aunque los dos sabíamos que íbamos a seguir con un segundo round.

-No tienes que trabajar en el bar para darle a Wyat la vida que merece, que merecéis - se paró un instante para coger aire - puedo ayudarte con lo que necesites Emma

-¿Ayudarme? Mira Jason yo no te he pedido ayuda, no quiero darte pena, puedo ganarme la vida sola sin necesidad de pedirte nada, sólo quiero seguir trabajando - intenté sonar más implacable que en la primera arremetida

Jason empezó a fruncir el entrecejo y se le subieron los hombros, parecía contrariado y se le empezaba a notar molesto.

-Sé que puedes hacerlo sola, pero no tienes porque hacerlo en el bar, ¡joder Emma! no es tu sitio - me dijo con un tono bastante alto

-¿Qué no es mi sitio? ¿Cómo sabes tu cual es mi sitio Jason? - me puse de pie porque ya no soportaba más ver cómo aquello iba a acabar en una discusión

-Se de sobra que no es tu sitio y punto. No vas a volver. ¡Olvídalo! - él también se puso de pie y el tono ya era muy elevado

Lo miré con toda la ira que tenía dentro, me giré y me encaminé a la puerta de entrada

-¿Te vas? ¿Dónde vas? - Escuché sus pasos detrás de mi cada vez más acelerados

Me giré con un enfado y unas ganas de gritarle a la cara que no pude evitarlo

-¡Me voy a trabajar! Y tú no vas a impedir que lo haga, así que siéntate de nuevo y olvídame

Salí de la casa de Gina con un portazo en las narices de Jason y me encaminé al coche con las lágrimas corriendo por mis mejillas. No podía creer lo que acababa de pasar, sabía lo que me había dicho y lo que me dolía, yo también sabía que no era mi sitio, me sentía fuera de lugar con según que clientes o según que conversaciones, pero no estaba en ese trabajo por lo que me gustaba sino porque para Wyat y para mi estaba siendo nuestro salvavidas y no iba a permitir que un tío como Jason nos lo arrebatase.

Llegué a casa y que no estuviera Wyat para verme así de enfadada me alivió. Suerte que esa misma tarde se iba a casa de un amigo del cole y lo recogería el domingo pues se iban a pasar el fin de semana a una casa del monte.

Me duché y me arreglé para el trabajo, pelo suelto otra vez, un vestido color plata corto como marcaban las normas y los tacones altos.

Cuando iba salir de casa vi a través de la ventana el coche de Jason, así que supe que venía a cerciorarse de que me quedaba en casa

-¿Quieres guerra no? Pues allá voy... -Dije en voz alta sacando las llaves del coche del bolso

Salí de casa y me monté en el coche sabiendo que él estaba aparcado en el mismo sitio que siempre, lo miré de soslayo y me fui al bar sin más.

La noche acababa de comenzar, como la guerra.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora