Sentí una corriente de aire frío y abrí los ojos, el gran ventanal de la habitación estaba abierto y fuera estaba Jason con una camiseta blanca que le marcaban cada musculo del brazo y unos la espalda y unos bóxer. Debía estar fumando porque a su alrededor había una columna de humo. Parecía estar reflexivo y disfruté de más de unos segundos mirándole desde la cama.
Me levanté y me puse su camisa que la encontré a los pies de la cama tirada en el suelo, entonces me acerqué por detrás de él y le abracé por detrás.
-Pequeña, ¿te he despertado?
-No, tranquilo - le dije apoyando mi cabeza en su espalda
Olía a él y a cigarrillo, ese olor tan mezclado que siempre me recordaba a él. Volvió a exhalar el humo del cigarro.
-¿Estás bien? - le pregunté poniéndome a su lado aunque no me había hecho gracia soltarle y separarme de su cuerpo
Él me miró y me sonrió, no me contesto nada más, pero supe que algo le rondaba la mente, pero no quise presionarlo.
-Si quieres puedo irme a casa... -le dije mirando hacia el frente suspirando pensando por primera vez que a lo mejor esto era eso para él un polvo de una noche.
Me cogió del brazo y me acercó a su pecho, me abrazó a la vez que daba la última calada al cigarro yo aproveché para abrazarlo de repente me sentía cálida en contraste con el aire que nos recorría la piel que era frío.
Me besó el pelo y me abrazo con mimo, fuerte y seguro como era él.
-Vamos a la cama, vas a coger frío - me dijo llevándome dentro
Me volví a meter en la cama y pude ver un reloj en la mesilla que marcaban las cuatro y seis de la mañana.
Él se metió en la cama y casi me cogió en volandas para que me pusiera encima suyo, me acurruqué a su lado y le eché la pierna por encima, él sonrió con los ojos ya cerrados a la vez que me abrazaba y con la otra mano cogía mi pierna para asegurarse que no me iba sin saberlo antes.
Me quedé dormida sabiendo que no sabía que iba a pasar cuando despertásemos, si iba a estar aquí o si iba a sentirme sola, pero enredándome en esos pensamientos me volví a quedar dormida encima de aquel hombre.
Me desperté y Jason ya no estaba, como mi mente había imaginado durante la noche. Me vestí de nuevo con la ropa de la anterior noche, toda tirada por el suelo, no voy a negarlo sonreí, me había divertido, bueno en realidad algo más que eso, pero tenía claro que para el era solo eso una diversión.
Bajé y no vi a nadie.
-¿Jason? - dije
Nada, no estaba allí, me asomé y el coche seguía allí, así que no supe donde se había metido. Entonces lo vi salir de una de las habitaciones, recién duchado, vestido como siempre, con un traje azul marino y una camisa blanca, olía a limpio y a él, a cigarrillo.
-Buenos días pequeña - sonreí como una tonta
-Buenos días
Vino hacia mi y me cogió en brazos, yo rodee su cintura con mis piernas. Nos fundimos en un beso espectacular, con ganas, con mimos, húmedo.
-¿Quieres desayunar? - me ofreció bajándome de su cuerpo
-No, tranquilo, me iba a casa ya
-¿Ya? - me miró girando la cabeza
-Si, esta noche trabajo y tengo cosas que hacer ¿te veo luego? - le dije tirando de la solapa de su chaqueta hacia mi cuerpo
-Claro pequeña - me dijo besándome
En un rato estábamos en la puerta de casa, se había puesto a llover y el día se había puesto oscuro y frío.
Me giré en el asiento hacía Jason, y le puse la mano en la pierna.
-Gracias por el restaurante tan espectacular, por la noche y por todo, gracias de verdad - le dije dándole un beso corto pero húmedo.
Me sonrió.
-Mi pequeña - me dijo metiéndome un mechón del pelo por detrás de la oreja
-¿Quieres pasar? - le dije cuando comenzó a llover aún más fuerte
-No, tranquila, descansa. Nos vemos luego - me dijo sonriéndome
Salí del coche y me fui directa para entrar en casa y no mojarme mucho. En ese instante el coche de la familia que se había llevado a Wyat paró justo delante de casa, impidiendo que Jason diera la vuelta. Me giré y vi a Wyat corriendo con los brazos abiertos para darme un abrazo.
-¡Mamiiii! - Corrí sin pensármelo para cogerlo y abrazarlo
Lo llené de besos mientras nos mojábamos, dijimos los dos adiós a la familia desde lejos que le hizo una seña a Jason pidiéndole disculpas a lo que Jason contestó con un saludo.
Abrí la puerta y Wyat entró, yo me giré, él seguía allí mirándome, yo corrí hacia la ventanilla y el la bajó. Lo besé y me volví a ir. El se fue sonriendo y negando con la cabeza.
Mi móvil sonó en unos segundos. Miré y era él, sonreí porque no pensé en que podría pensar que era la madre de Wyat por como Wyat me llamaba.
"No me habías dicho que tenías un hijo"
"No soy su madre, soy su hermana, es su forma cariñosa de llamarme"
"Entonces ya tienes a un hombre que te cuide"
Sonreí y me llenó el corazón tanto que lo leí varias veces.
"Ahora tengo dos"
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La mafia y él
RomanceEl mundo de Emma empieza a derrumbarse y se ve rodeada de problemas que nunca pensaba tener y a cargo de un hermano pequeño de cinco años. Jason es un narcotraficante, alejado del mundo real, caprichoso, celoso y compulsivo. Ambos se encuentran y y...